Pag. 46 - 📚 Extranjero en mi propio país. (Literatura/relato) 📖

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Otro sueño alocado, en un cuarto me encontraba en el suelo abrazando una chica, ella me excitaba, le advertí que no continuara, me gustaba lo que hacía, podía haber parado, le seguía la picardía, sin contenerme en un instante a otro llegué al climax, con solo el roce de nuestros cuerpos aun vestidos, sin despojar ningún harapo, sin querer de nuevo después de 1 mes repetí un sueño húmedo. He continuado la rutina como todos los días, es más diría que hoy fue un día especial, lo hice con más hincapié, lo considero un día fenomenal, no me afectó negativamente, no niego que me sentía diferente, sedado de alguna de especie de químico en mi cuerpo, deje que fluyera, dirigí la energía a mis proyectos.

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Después de la escena sexual del cuarto, salí porque me perseguían, corría, me perseguían, era como un estacionamiento, varios estacionamientos separados entre sí, pero con el espacio suficiente para saltar de uno a otro. Estaban seguidos, hacia como una especie de parkour, bajaba, subía, me escabullía, a pesar del miedo, lo disfrutaba, sentía la adrenalina, salté, escalé, hasta que, casi llegando al techo, al último piso, con toda mi fuerza en mis brazos agarrado de la superficie, en una pierna me agarra un robotcito, preocupado porque el panorama indicaba que perdí la guerra, me logré soltar, paso algo, hice que mi enemigo tomará un puesto que incomodaba a otro personaje neutral, tomando ventaja, el enemigo se establecía en una posición a su favor, por mi parte sentía calma, lo sucedido no indico de inmediato que ganaría, más bien me dio motivación, confianza y fe, respiré, conseguía lo que necesitaba, espacio y tiempo, el otro personaje neutral, como un amigo pero a veces enemigo indirecto y frío. Mi jugada lo freno. Así me siento ahora mismo, moviendo las cartas de tal manera que el juego sea a mi favor. Fue tan épico.
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Adentro del mundo onírico, vi como mi adversario adelanto sus tropas por el territorio, el largo continente que residía, el neutral personaje participe de este juego, le afecto directamente, con sentimiento reaccione, comprendo su situación, en este juego asumí el control, permitirle el manejo del timón, como antes he hecho, el resultado es negativo… Ejercí con osadía mi voluntad, en serio es magnífico. ¡Me siento realizado!, permitir territorio para que extienda su armada, cayendo en mi trampa, mientras que a la vez presiona a mi neutral compañero, ambos comiendo de mi mano. Claro, soy un simple peón en el tablero, estoy rodeado de reynas, reyes, alfiles, torres, caballos, más peones. ¿Por qué me siento seguro de que ganaré? Es porque todas mis energías la he gastado corriendo, evitando obstáculos, huyendo, de aquí y allá. ¿Parezco el hámster? En realidad, este rol de gato y el ratón me sirvió de entrenamiento, aumente mi resistencia, mi paciencia, mi sapienza, preparo una estratagema para atacarlos, mi físico, mi mente y mi alma son aptos para ser el vencedor, ninguno se iguala a mis capacidades, o no me igualo a ellos, son fuertes no lo niego, el oponente más poderoso soy yo, la competencia conmigo mismo me ha hecho superar mis expectativas.
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Ahora en una posición más cómoda, a mi favor, con calma, espacio y tiempo, es momento del contrataque, cazándolos, la ventaja de escabullirme entre mis presas, es que, si doy la estocada a las piezas principales, ganaré. Soy una bestia, el no rendirme, el ser la presa todo este tiempo hizo transformarme mejor que un gym, es un entrenamiento intensivo que recibí, ahora soy yo quien coloca las reglas, o fluyo con el ritmo de las que ya están pautadas. Las treguas que realice, amigo o enemigo, en el ámbito de poder todo es posible, no tomarme nada personal. Es hora de dominar la guerra. Saldré airoso. Mis palabras son un bálsamo en té. Recuerdo cuando subía el avila a pie, subía y subía. Una larga caminata, hasta que al fin me asome en un abismo enorme, un paisaje que reflejaba la guaria, la costa venezolana. Valió la pena el persistir hasta el final, lo mejor de todo es que ahí no acabo, seguía hasta la punta del hotel Humbolt, donde se disfrutaba del turismo, en vez de bajarlo por el mismo camino, elegí la ruta del teleférico. Tan alto había llegado, si lo hubiese subido por la maquinaria automática, los sentimientos no fuesen tan intensos. Recuerdo que en esa época estuve exiliado de mi casa, solitario, subía y subía aquel territorio inhóspito, el explorar, exacerba mi curiosidad, mis ganas de vivir, alimenta mi pasión. Estoy emocionado, si puedo, si puedo, si puedo.
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Eso no significa que mis demonios han muerto, están compartiendo la mesa con los angeles, comiendo pan, bebiendo café, algunos toman vino, otros un simple zumo. Comparten, se ríen, ven que tienen mucho en común, la guerra que se gestaba es culpa de la falta de comunicación, ambos responden a mí. Me dan su energía, el frío me da calor, el calor arropa el frío que por dentro seguía, la lógica y la imaginación en conjunto. Aquí no finaliza el sentimiento, me siento completo, o encaminado a ser mi 100 %, uniéndome como una sola pieza, en vez de ir a la deriva cada quien, por su lado, se centran, se concentran, aumentan, se miran fijamente a los ojos, como si de un espejo se tratase, se reconocen, achican los ojos, se detallan, analizan, se abrazan, se aman. Como la amistad de dos sujetos diferentes, se complementan.
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Al final lo que cuenta es la persistencia, el amor que poseo en mí, es un amor egoísta, no está mal, es un amor capaz de unir un corazón conservando las cicatrices, trabajar hombro a hombro con mi mente, arropados por el manto de mi alma. Un equipo completo, un team play, sí. He estado perdiendo el tiempo distraído en tonterías, o en las tonterías de los demás, si me centro lograré mis objetivos, la vida se saborea jugosa, se respira como vapor de aguas temarles, perfume de ninfa, es… ¡Indescriptible hasta para el mismo escritor más talentoso del universo!
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Tomar distancia me ayuda a analizar con más sencillez a las personas, veo que no saben lo que quieren, muchos quieren que le mientas, si los consientes acceden fácilmente. Es peligroso, están perdidos, quieren luz, si le prendes un bombillo se asustan, regálales una lámpara sin foco, van a sonreír y amarte. Qué ironía, no puedo ir a contra corriente, por lo que aprendo a camuflarme bajo sus intereses, si intento ser un solitario ermitaño empedernido, el aislarme es letal. Aunque lo estoy haciendo sin perder lo social. Me desligo de aquello que me hunde, suelto el ancla al fondo del mar, floto, nado, sin atarme a los grupos, pero sin alejarme de la orilla, atreviéndome a nadar mar adentro sin ser arrastrado por la corriente. Encontrar el equilibro, es la ventaja de ser Géminis, la dualidad, ver dos puntos diferentes, unir la soledad con la compañía, no es solo adaptarme, es crear un equilibrio. Es mutar, es cambiar, a veces parezco contradictorio, pues sí, mi falta de serenidad, mis impulsos estropean lo que cosecho, pero cuando la paciencia la adquiero mis planes se cumplen mejor que a pie de letra. Repito… ¡Supero mis expectativas!
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Leer poesía me deja embriagado de felicidad, es como si resolviera mis inquietudes, o hallará la razón del porque resido en esta jungla de cemento. El ser humano necesita evolucionar pronto, hay cosas más importantes que el sexo, la comida y el dinero. El amor, la amistad y las letras. Manjar de mi vida, exquisiteces, ¡ahhh! Gracias al cielo no sucumbí a las drogas, es mejor drogarse de felicidad, de la risa, de alegría, de euforia, de amor. Uno de mis mayores problemas es que me autoengaño, veo una chica hermosa exclusivamente en el físico, y ya voy corriendo a nombrarla el amor de vida. Sin conocer sus temores, sus sueños, sus pensamientos más profundos, sus ideales, entablar una conversación trivial, conversar con las miradas, con los silencios, con carcajadas. Hablar hasta olvidarnos del físico, porque lo que realmente embellece es la personalidad e inteligencia. No me refiero a que una chica cualquiera es bonita, porque evidentemente el físico si influye, no vas a besar a alguien que no atrae tus hormonas. La personalidad de tu actitud, la seguridad, confianza, el cariño que te dediques a ti, si te amas, cuidarías tu físico, coquetearías con tu imagen, harías ejercicio, comerías sano, no hablo de estar flacos, me refiero a tratarse con respeto.
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O si vas a buscar algo procura ser también lo que desees, estar claro que diferencias tienen. Es como yo, antes pensaba en una mujer modelo, alta, flaca, con booty y mucho pecho. Mientras que yo ni hacia un abdominal, con más cauchos y rollitos que un taller con McDonald incluido, ni me preocupaba mi imagen, mi forma de vestir, mi peinado. Que doble moral, si pido es porque cumpliré con las letras pequeñas en el contrato, que sin vergüenza. Ahora que he abierto mi mente, cuando veo una chica, me importa más que nos sintamos cómodos mutuamente, que fluya. No es que el amor es ciego, me fijo muy bien de sus hábitos, los comparo conmigo, si hay feeling hay feeling, si no, podemos ser amigos, ¿por qué darse mala vida? Me han rechazado, yo también. La vida de por si es un regalo, no pretenderé abusar de su benevolencia. Las cosas pasan por algo, no hace falta una pareja para ser alguien con dicha, pero me gustaría tenerla, mediante la búsqueda que emprendo me regocijo gratamente, es una especie de aventura.
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Aclararme estos puntos ayuda a aprender más sobre la vida que quiero y busco. Ha llegado le frío de diciembre, hoy mientras trotaba quede helado a medida que respiraba, mi cuerpo caliente con el viento gélido, ¡que contraste! Pensaré seriamente en un horario más temprano, en pleno sol, entrenar bajo el fuego solar es emotivo, con ánimos de un coach o entrenador a tu lado inspirándote, incitando a que superes los márgenes, te crees incapaz, pero te demuestran lo contrario, ese empujoncito te conlleva a realizar grandiosos logros. Bajo el radiante sol me empujo y disfruto, claro sin exagerar, bien hidratado, sin ser un sol de desierto de Sahara. El efecto de la piel bronceada me da un toque provocativo, no es por alardear, me percato de cómo me miran, con ganas de comerme. Como el cajero de la frutería, hoy se me quedo observando, entablamos conversación, le dije que no fumará eso es malo, me respondió con jocosidad elocuentemente: “lo único malo es lo que no se hace en esta vida”. No es que me gusten los hombres, pero es muy simpático, su personalidad es chévere. Me intento invitarme una tizana, para mañana me dijo que me acercara, me pregunto la razón de mi ausencia.
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Es por el aumento de precio, respondí. Insistía coqueteándome, es gracioso, lástima que no es mujer. Me gustan esos flirteos creativos, me gustan las mujeres que también atacan, sean dominantes y atrevidas. Quizás para otra vida querido joven. Hoy injustamente para ti, soy amante de las musas. Tener claro lo que quieres y quien eres es genial. No es esa inseguridad de vació, de quedarte varado sin saber qué hacer. No, no me dejo llevar por los demás, sigo mi camino sin temor a quedarme solo, he salido a trotar por mi cuenta. Me han acompañado y a veces quedo ante mi propia iniciativa. La paso bien, soy alguien muy chévere, a veces en pleno troté me río a solas conmigo, hoy solté lagrimas pensando en cosas sentimentales, es un desahogo, sudo mi cuerpo y mi alma, mientras también ejercito la imaginación, creando escenas o recordando cosas pasadas, mientras deleito el paisaje, de vez en cuando pasan chicas lindas, observo a los tenistas, libero tensión y estrés, antes me parecía tedioso pero libre de toxicidad, de malos pensamientos, de personas incorrectas, de miedo y más coraje, asumo con felicidad resolviendo y resolviéndome. ¿problemas? I’m ready.
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