EXTINTOS XVIII: Ambystoma mexicanum.

Ambystoma mexicanum.

Si alguna vez ha existido un animal verdaderamente mágico, como nos cuentan en muchas películas o series de fantasía, ese sería el Ambystoma mexicanum o ajolote.

El ajolote, fue un anfibio de unos 15 centímetros longitud (podía llegar hasta los 30), al principio se pensó que se trataba de larvas de salamandra tigre, hasta que se descubrió que era una especie diferente.

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Su apariencia era muy extraña, parecía un renacuajo gigante pero con patas y cola y los había de una gran cantidad de colores, verde, anaranjado, blanco, dorado, negro…

Vivian en canales y aguas poco profundas y con mucha vegetación acuática del Valle de México y se alimentaban de pequeños peces, moluscos y larvas.

Pero… ¿por qué digo que fue un animal mágico? Está considerado el único animal que ha existido con la capacidad de regenerar extremidades amputadas, tejidos y órganos, además es de las pocas especies que se conservaban jóvenes de por vida. Y no sólo eso sino que, ante la necesidad, podían llegar a madurar, convirtiéndose en una salamandra, haciéndose más grandes y fuertes.

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Esas características del ajolote, lo convirtieron en un animal muy atractivo para ser estudiado por los humanos, con el objetivo de tratar de replicar algunas de sus cualidades mágicas, como la regeneración de tejidos humanos.

Tras años en peligro de extinción, debido a la contaminación de las aguas donde vivían, las capturas para consumo humano (destinados a la alimentación, usos medicinales o para venderlos como mascotas), la introducción de especies invasoras y nuevas enfermedades que comenzaron a padecer, finalmente se extinguieron.

Los humanos, de esta manera, consiguieron acabar con una de las especies animales más mágicas que jamás existieron sobre nuestro planeta, demostrando que no respetaban a nada ni a nadie y que sólo se movían por intereses puramente económicos.