EXTINTOS II: Canis lupus familiaris.

Canis lupus familiaris

Canis lupus familiaris, más conocido como perro o can y el supuestamente mejor amigo del Homo sapiens, fue un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, es una subespecie de los lobos (Canis lupus).

El perro fue al mismo tiempo, el mejor amigo del ser humano y uno de los animales peor tratados por el mismo. Algunos humanos incluso quisieron convertir a un animal nacido carnívoro en un animal vegetariano, guiados por su obsesión de que el vegetarianismo era lo más adecuado, llegando a modificar sus hábitos alimenticios.

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La realidad es que pasó a ser una subespecie del lobo debido a la selección artificial que el Homo sapiens llevó sobre esta especie, haciendo que un animal capaz de sobrevivir en la naturaleza se convirtiera en un animal inútil, dependiente de los humanos.

Llegaron a existir en la Tierra más de quinientos millones de perros de diferentes tamaños, formas y pelajes. Los humanos los fueron seleccionando durante siglos, creando, como si de dioses se tratasen, hasta cuatrocientas razas diferentes, más que de cualquier otro animal. Muchas de ellas morían de forma prematura debido a múltiples enfermedades producto de ésta selección artificial, la cual era ignorada por los llamados animalistas, éstos miraban hacia otro lado cuando se les hablaba del maltrato al que tenían sometidos a “sus” animales.

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Éstas razas de perros tenían menos de doscientos años de antigüedad, fue a finales del siglo XIX cuando se comenzó a hacer una selección artificial con mayor intensidad, para que esas nuevas razas cumplieran con determinados criterios estéticos y de comportamiento, todos los que no lo hacían eran sacrificados. Es esto lo que provocaba graves malformaciones y enfermedades genéticas a los perros, para ello surgió la figura del veterinario, que en muchas ocasiones no era capaz de hacer nada debido a la gravedad de éstas enfermedades.

A todo eso había que añadir ciertas prácticas que se hacían cuando los perros aun estaban en vida, que consistían en amputación de partes de su cuerpo, como orejas y cola, con el objetivo de cumplir los estándares marcados para determinadas razas.

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El ser humano estuvo 30000 años domesticando a los perros, todos proceden de varios tipos de lobos que existían, desde entonces, perros y humanos evolucionaron conjuntamente compartiendo el entorno, los hábitos y el estilo de vida de los humanos, incluida su dieta alimenticia. Muchas de las enfermedades que tenían no era debida sólo a la selección artificial sino también a las dietas ricas en cereales y almidón, además de al uso de antibióticos, lo que provocaba muchas enfermedades inflamatorias e inmunológicas.

Pero después de años de maltrato por parte de los humanos y no sólo de los especistas, sino también de los animalistas (aunque estos últimos no lo quisieran reconocer) desaparecieron, la causa fue la extinción del Homo sapiens.

El Homo sapiens convirtió al Canis lupus familiaris en una especie animal inútil, incapaz de valerse por sí misma, sin instintos y sin capacidad de adaptación al medio, esto provocó su total desaparición de la faz de la Tierra. Los perros se acostumbraron a que sus “amos” les pusieran la comida por delante, cuando esto dejó de suceder fueron muriendo producto del hambre y de las enfermedades que los mismos humanos les habían provocado.

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Quiero poner aquí una fragmento del libro “Sirio” de Olaf Stapleton, en la que un perro es modificado para que llegue a ser tan inteligente como una persona y tiene este tipo de reflexiones: “Sirio clasificaba entonces a los hombres de acuerdo a su actitud para con los perros, norma que siguió aplicando con éxito en años posteriores. Algunos hombres se mostraban indiferentes; carecían de imaginación y no podía haber con ellos reciprocidad alguna. Los “amantes de los perros”, por otra parte, le parecían detectables. Exageraban la inteligencia y capacidad del cariño animal, cegando sus impulsos sexuales y agresivos, y su afición a la caza. Para estos hombres los perros eran solo muñecos animados, sentimentales, “patéticamente humanos”…”.