Sondas espaciales XXI: Lunar Prospector.

simonmaz (64)in #cervantes • 6 years ago (edited)

Lunar Prospector

La Lunar Prospector fue una sonda espacial de la NASA enviada al espacio en 1998 para el estudio de la Luna.

Es considerada una micro sonda, ya que solo pesaba 158 kilogramos (296 kilogramos con el combustible), su principal objetivo era completar los estudios de la Luna iniciados anteriormente por la sonda Clementine.

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La nave llevaba seis propulsores que funcionaban con hidracina a presión con helio. Su sistema de alimentación estaba formado por células solares que producían 186 W y las comunicaciones se hacían con la ayuda de dos transpondedores en banda S y dos antenas.

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El equipamiento de la nave consiste en:

Un espectrómetro de rayos gamma (GRS), para rastrear elementos como el potasio, hierro, uranio, oxígeno, silicio, magnesio, calcio, titanio, torio…
Un magnetómetro (MAG), para medir el flujo superpuesto del campo magnético terrestre, el de la Luna y el del viento solar.
Un reflectómetro de electrones (ER), para medir el campo magnético de la superficie de la Luna.
Un espectrómetro de neutrones (NS), para la búsqueda de hielo mediante la presencia de hidrógeno.
Un espectrómetro de partículas alfa (APS), para medir gases radiactivos, especialmente del polonio y del radón, los cuales escapan del interior de la Luna.
El experimento doppler sobre gravedad (DGE), para medir el campo gravitatorio lunar.

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Los resultados fueron muy positivos y exactos, debido a que algunos de estos experimentos se llevaron a cabo a tan solo 10 kilómetros sobre la superficie de la Luna. De hecho, durante muchos años se pensó que en la Luna no existía agua, pero la sonda Lunar Prospector envió datos a la Tierra anunciando que era altamente probable la existencia de agua en los cráteres de ambos polos de la Luna.

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Este descubrimiento ha hecho que ahora parezca más viable la posibilidad de establecer bases lunares.

Una vez que la Lunar Prospector terminó su misión se estrelló de forma controlada en el polo sur de la Luna, concretamente en una zona sombreada, el objetivo era que del impacto se pudieran detectar vapores de agua procedentes de acumulaciones de hielo. Se pretendía detectar desde la Tierra pero hasta el momento no ha habido resultados positivos, se cree que puede ser debido a que la nave finalmente no impactara donde se había previsto.