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Continuación. Historias del pasado de Santiago.

Melanie pregunta -Por casualidad Miguel tiene un hermano gemelo-

—No que yo sepa, cuando nació, solo lo ví salir a él de la barriga de su madre, jajaja— Rien ambos. —A ninguno de mis hijos le conozco gemelo, aunque cuando nació Alejandro llegue al día siguiente. Asi que puede que el tenga un hermano gemelo secretoooooo, que nadie allá visto, ni siquiera yo, y esté oculto en algún lugar— Hace chistosamente como un fantasma.

^{Ilustrado por @ladyleilei}

—Ok, Hermanas gemelas que juegan a pasarse la una por la otra, un chico que no aparece, y un posible hermano gemelo oculto de todo y todos— Melanie sonríe, y luego se siente apenada por hablar de Alexa y Alejandra —Perdón— Melanie tapa su boca.

—Tranquila, bonita. Me parece divertido lo que acabas de decir, en serio, mira como me rio— y empezó a reír a carcajadas.

Melanie se relajo y empezó a reír.

Mientras caminaban Santiago le enseñaba las instalaciones de la hacienda, hasta que llegaron a un Pozo.

^{Ilustrado por @ladyleilei}

—Este pozo ya no se usa, aquí fue donde conocí a Alejandra, ese día salí corriendo muy molesto con mi padre, hice un berrinche frente a la Familia Ordaz, quería que el quedara mal y perdiera el negocio— dice Santiago algo apenado y divertido, se echo a reír tras recordar lo sucedido —¿Sabes que? Con eso obtuvimos el resultado contrario, mi padre se salio de control me grito fuertemente, mi madre no sabia que hacer y estalló a llorar, y los Ordaz pensaron que eramos una Familia con inconvenientes que resolver al igual que ellos, con la diferencia que los Ordaz de un tiempo para acá estaban dispuestos a resolverlos, sin importar el que dirán, y nosotros aun estábamos fingiendo ser una familia perfecta ante los demás, de eso me enteré cuando volví la mañana siguiente a la casa.—

^{Ilustrado por @ladyleilei}

Santiago sigue contando —Yo estaba tirando piedras al pozo, cuando llego Alejandra y me dijo que funcionaba más si tiraba monedas en vez de piedras, que a ella se le cumplían todos sus deseos. Pero más a su hermana. —Yo voltee a ver a la dueña de esa la voz.

En el pasado

—Nosotras lanzamos monedas, tres por día, y luego pedimos un deseo por cada moneda y siempre se nos cumplen todos— le dice niña muy sonriente.

^{Ilustrado por @ladyleilei}

—Yo no estoy pidiendo ningún deseo, de hecho no estoy pidiendo nada. No quiero nada, no me interesa nada, por mi se puede acabar el mundo entero.— Decía Santiago aún molesto

—Entonces le estas pidiendo al pozo que se acabe el mundo entero, ojala no se te cumpla.— dice la niña negando con la cabeza.

La niña empezó a tirar su monedas al pozo, el ultimo deseo fue en voz alta —Deseo que este chico que esta frente a mi logre descubrir su felicidad y aprovechar su vida al máximo, rodeado de personas que lo amen y que el pueda amar— La niña lanzo la moneda, se dio media vuelta y se iba a ir

—Espera...— dice Santiago a la chica que ha lanzado la moneda. Ella se detiene.

—Soy Ale... Alejandra. Soy Alejandra y tu?— dice la niña a Santiago

—Santiago.— le responde él, el cual ya estaba más calmado.

^{Ilustrado por @ladyleilei}

—Aah, el chico que se esta quedando en casa, el que llego anteayer en la tarde— dice Alejandro viéndolo.

—Si, ¿y tú una de las hijas del Sr Antonio Ordaz?— pregunta Santiago con curiosidad.

—Si, yo soy Alejandra, recuerda, hoy aquí en el pozo, estuvo contigo Alejandra, si alguien te pregunta. Mi hermana Alexa esta presentando unas pruebas muy importantes para ella, por eso no la estas conociendo hoy— Alejandra sonrió, se volteo y siguió caminando, Santiago se encogió de brazos no entendió porque le decía eso así.

—¿Puedo ir contigo? A donde vayas, bueno, menos si vas a la casa— dice Santiago.

—Si claro, ¡iré a nuestro jardin!— dice Alejandra mientras sigue caminando

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—¿Nuestro?— pregunta Santiago, Alejandra se detiene lo ve nuevamente de arriba a abajo y de abajo a arriba.

—No, tuyo no, mío y de mi hermana, iras conmigo, pero no entraras, te quedaras fuera, yo hablare desde unas de las ventanas del jardín y tu desde un sembradío donde te dejare.— dice Alejandra viéndolo y luego continúa caminando.

—ok, ¿por qué no puedo pasar?— Santiago estaba extrañado, pero le gustaba la seguridad con la que hablaba la niña.

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—porque es un lugar especial para nosotras, solo puede pasar papá, y a veces mamá.— responde Alejandra

—¿Porque no te vi ayer?— pregunta Santiago.

—Estaba con tía Alicia— dice Alejandra aún viendo al frente.

—¿Alicia es tu tía? ¿el Sr Antonio no es hijo único?— pregunta Santiago confundido y con curiosidad.

—Tía Leti y Tía Alicia son hijas de mi Abuelo, pero no de mi abuela.— responde Alejandra con naturalidad.

—Ah ok.— Santiago guardo silencio, pensó que fue una pregunta imprudente, pero veía a Alejandra como sí nada.

Fin del pasado

Nuevamente el presente.

Santiago continúa contando —Esa tarde nos quedamos hablando, luego unos obreros me buscaban junto a tía Leti, y me encontraron en el sembradío que colindaba con los límites del jardín, iban a llevarme, pero Alejandra le dijo que ella me llevaría mas tarde; que estábamos hablando, se asustaron y rieron un poco, pues ella estaba dentro de su jardín y no la habían visto, solo tía Leti sabía que era ella, luego de escuchar la voz. Hablamos toda la noche hasta que amaneció de muchas cosas, fue agradable hablar con ella, creo que ese día fue que me enamore de ella. Tenia toda clase de temas de conversación, y logro tranquilizarme y querer quedarme un tiempo mas en esta hacienda.— Santiago aún sigue caminando.

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Melanie seguía escuchando atenta, no notaba para nada que el tiempo estaba pasando, estaba disfrutando de lo que Santiago contaba.

—¿Y cuando conociste a la Sra Alexa?—Pregunta Melanie

—Un mes después, ella volvió de sus pruebas, tenía dos semanas en la hacienda, pero por alguna razón siempre me encontraba era con Alejandra, Alexa siempre tenia algo que hacer. Cuando conocí a Alexa fue cuando Alejandra me dejo entrar al jardín, ese día estaba diferente a lo que había conocido, de echo días después estaba confundido con quien había hablado y conocido, confusión que duro por más de seis meses y tal vez un poco más, tal vez mucho más.— dice Santiago haciendo énfasis en el mucho más.

^{Ilustrado por @ladyleilei}

—Esa vez se pelearon, Alexa se molesto mucho porque Alejandra me dejo pasar sin su permiso, duraron días molesta, y trataron de confundirme, diciendo una era la otra, incluso Alexa dijo que fue a ella la que estuvo conmigo en el pozo y no Alejandra. Alejandra estaba presentando por ella, pero al final todo se aclaro y resulta que se cuentan las cosas para poder hacerse pasar la una por la otra. Me decía a mi mismo que estaba enamorado de la chica que conocí primero, pero me atraía la que conocí después, pero el cambio de personalidades de ambas me hizo sentir afortunado entre dos chicas...Perdón, tal vez eso no fue correcto de decir— se disculpa Santiago.

—No, claro que no, no se puede mandar en los sentimientos, pero no es correcto andar con dos— dice Melanie, y baja la mirada —bueno eso creo.—

—No, no se puede mandar en los sentimientos— dice Santiago mirando a Melanie.

Confesión.

El viento soplaba y movía el cabello de Melanie, Santiago se acerco para quitarle el cabello de la cara, mientras lo hace dice —A veces son muy confusos, a veces da miedo expresarlos y a veces da miedo ser rechazado— Santiago seguía con ya practicamente acariciando el cabello de Melanie, mientras lo apartaba de su cara.

—¿Tenías miedo que Alejandra te rechazara?— pregunta Melanie nerviosa y moviéndose sutilmente para alejarse de Santiago.

—Si, siempre he tenido miedo a que mi amor sea rechazado, ya fuera por Alejandra, Alexa o TU!— responde Santiago mientras retira su mano y se aleja un poco sin dejar de verla.

A Melanie se le acelera la respiración, guau, ya se le había declarado, no estaban en un Jardín, aunque estaban cerca, no le estaba pidiendo ser su novia, pero tal vez había algo de eso en la conversación, no, no era Miguel, por el cual sentía algo lindo, pero también había pensado últimamente en Santiago, sobre todo después de lo que decía Sofía. Melanie sonrío y bajo la mirada.

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—Te asuste, perdón tal vez no tenía que decirlo, pero no me arrepiento, me gustas y mucho.— dice Santiago con una voz calmada

—No, no, es que no se que decir— responde Melanie con una sonrisa nerviosa, y apretando sus manos.

—No tienes que decir nada ahora, puedes pensarlo, ven sigamos caminado, ya casi son las doce, y saldrás a almorzar con las chicos.— dice Santiago para no incomodar más.

—si, cierto.— Melanie trata de disimular y ve su alrededor ya estaban cerca de la casa.

Santiago cambio el tema de conversación para no tener que saturar a Melanie con sus sentimientos, aunque Melanie acepto el cambio de conversación, aun pensaba un poco en la confesión de Santiago. Una vez cerca de la casa se despidió de paso y dijo que se apresuraría para arreglarse