^{Creada por @ladyleilei y editada por @mavibauza}

llamada telefónica.

Miguel llega a su casa y llama a su hermana por el celular.

—Hola hermana, papá me habló de una nueva amiga, ¿cómo se llama?—

—¿Por qué lo preguntas?— responde Sofi —¿Algo especial? Habla con Alejandro parece estar muy interesado, incluso le hizo un interrogatorio— Sofi hace una pausa y continua diciendo —por cierto es mi amiga, mi hermana, aléjate de ella, te amo hermano.— igual sonríe.

Ilustración de @ladyleilei

—Tranquila hermanita, te amo, solo preparativos del viaje, además siempre preguntó por la personas nuevas que te rodean— responde Miguel muy convenientemente.

—Cierto hermano, tu eres mi guarda espalda, escolta y controlador personal y especial— dice Sofía con un tono entre irónico y divertido.

—Tengo que cuidar a lo que amo, y amo a mi familia, te amooo hermanita, te dejo voy a hacer unas cosas, regresa directo a casa, nada de convencer al chófer de desviarte— le dice Miguel en forma de broma —todavía eres una bebita— y antes de que Sofi le contesté finaliza la llamada.

Habitación de Alejandro

Suena la puerta de la habitación de Alejandro.

—Hola hermano, te traje este video juego, creo que te gustará— dice Miguel al entrar a la habitación.

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—Gracias hermano, ponlo en la mesa junto a los otro nueve iguales que has dado esta semana, ¿Que necesitas?— responde Alejandro, mientras escribe algo en un cuaderno grueso con una portada de madera.

Miguel suelta una carcajada —Ni lo había notado, es sobre Melanie, la nueva amiga de nuestra hermana— Miguel al verlo escribir intenta ver que era lo que hacía.

—La vi primero— dice Alejandro mientras deja de escribir y cierra el cuaderno.

—Tranquilo pequeño, ella es más grande que tú...— responde Miguel con un tono divertido.

Alejandro se para, bastante alto para su edad, no tanto como Miguel, pero su más que Melanie.

Y Miguel continúa diciendo...— En Edad.— y sonríe. Además de observar como los ojos de su hermano nuevamente se tornaban de púrpura a negro.

—La edad no es importante, cuando hay amor— dice Alejandro y coloca el cuaderno en el mueble donde estaba sentado. Un mueble cercano al balcón de su habitación.

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—¿Ella te ama?— pregunta Miguel como algo divertido, pero manteniendo la seriedad.

—Si— dice Alejandro, viendo a Miguel y sientiendose seguro de lo que decía.

—¿Te lo dijo?— repica Miguel, aún divertido, pero hablando de forma sería.

—Es que todavía no se ha dado cuenta— dice Alejandro, ya no tan seguro, demostrado que aún es un niño, o un adolescente.

Miguel suelta una carcajada, sabía desde el principio que su hermano no hablaba en serio —Ah claro, pero entonces ¿ Podrías hablarme de Melanie?

—Es linda, es como la de mis sueños, le gusta hacer deportes, las flores, plantas en general— Dice Alejandro con la mirada algo soñadora.

—Me imagino, tiene un bello jardín— dice Miguel con la mirada perdida recordandola en su columpio.

—¿Cómo?— pregunta Alejandro con curiosidad e intriga.

—No nada— dice Miguel volviendo rápidamente la mirada.

—Sabes que si escuché.— responde Alejandro

—Primero me cuentas tú y luego yo— dice Miguel

—En mi carácter de observador, todavía no tiene novio, pues lo seré yo, le gusta leer y dibujar, es tan extrovertida como introvertida. Le gustan mucho el fucsia, negro, violeta y es un tanto misteriosa, le gusta la noche igual que a mí. ¡Ahora cuéntame tú!— finaliza Alejandro mientras ve a su hermano fijamente e interesado en la respuesta.

—Se donde vive, tiene un pequeño jardín al frente de su casa con un columpio, se mece en él, y el sol del atardecer la hace más bella aún— dice Miguel y se le escapa un pequeño suspiro.

—¿De verdad? ¿Así como esto?— dice Alejandro sorprendido, mientras agarra uno de sus dibujos y le muestra a Miguel.

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—Si, como eso ¿Ya la habías visto? —preguntó Miguel integrado.

—No, solo que ella es la chica de mis sueños. ¡En serio!, Ya te lo había dicho— dice Alejandro reafirmando lo dicho, y haciendo una mueca de incomprendido, pues no es la primera vez que habla de sus sueños pero no lo toman en serio.

—Claro— Miguel está un poco extrañado —Es la primera vez que me muestra uno de tus dibujos quiero ver mas— empieza a buscar con la mirada.

—No, todo a su tiempo, ya verás en otro momento mis dibujó— dice Alejandro

—Ok— Miguel hace una pausa, se extraña aún más, como suele pasar con su hermano, sin embargo nunca indaga más —Nos vemos— y sale de la habitación.

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Alejandro se vuelve a sentar, pero esta vez no ha escribír, sino a dibujar, sus ojos se vuelven a tornar púrpura.