EXTINTOS XV: Thunnus thynnus.

Thunnus thynnus.

El atún rojo (Thunnus thynnus) fue una especie de la familia Scombridae, originaria tanto del océano Atlántico como del mar Mediterráneo.

Llegaban a pesar hasta 700 kilogramos de peso y a medir más de 3 metros de longitud, el mayor problema al que se enfrentó fue que era una especie muy apreciada por los seres humanos a lo largo de la historia. Se sabe que los fenicios ya comerciaban con su carne.

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La especie consiguió sobrevivir a lo largo de diferentes civilizaciones humanas hasta que tuvo que enfrentarse con la pesquería más poderosa del mundo, la de Japón.

Los japoneses han sido siempre grandes consumidores de pescado y el atún rojo muy empleado en el sushi, comida que se llegó a extender a lo largo del planeta de forma masiva y que utilizaba como ingrediente principal a este suculento pescado, lo que lo llevó a la sobrepesca.

En los siguientes años, también debido a la pesca masiva de atunes por parte de Europa, su número se vio reducido de forma drástica, por lo que la Comisión Internacional de Conservación de los Atunes Atlánticos (ICCAT) dieron la voz de alarma, a ellos se unieron organizaciones como Greenpeace y WWF.

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Las presiones poco pudieron hacer ante la fuerza de las grandes compañías pesqueras, las cuales hacían caso omiso a los datos presentados.

Se propuso incluso crear santuarios para el atún rojo, donde no se permitiera la pesca, pero para estas compañías lo más importante llegado ese punto era buscar la forma de desarrollar la acuicultura del atún rojo más que de hacer esfuerzos por su conservación.

La economía ganó una vez más a la vida. Finalmente el atún rojo desapareció de la Tierra y se unió a otras miles de especies que desaparecen por culpa de los seres humanos, que, como siempre, se quedaron impasibles y comenzaron a buscar otra especie animal a la que exterminar.

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