La Era de Perseo, El Averno / The Age of Perseus, The Avern
Un saludos a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.
Greetings to all, the following story was inspired by the digital art of @xpilar, I invite you to visit his blog. The picture that motivated this story is the following.
Fuente/Source
Español
El Averno
Si alguna vez existió un sitio que pudiese llamarse el averno, nunca se encontró en la tierra, aun con las peores condiciones jamás vividas por el planeta, los años posteriores a la gran catástrofe no se comparaban con las condiciones de Teseo d, uno de los satélites del planeta Teseo, un supergigante gaseoso, único en órbita alrededor de una enana roja fulgurante.
Teseo d era el tercer satélite en proximidad al planeta, su superficie era como una delgada cascara que flotaba sobre un mar de roca fundida, eso sólo en una de sus caras, la que veía en dirección opuesta al planeta, mientras que la otra estaba permanentemente, cubierta por lava, producto de las intensas fuerzas de marea del planeta y la emisión de grandes niveles de radiactividad.
El lado del satélite que le daba la espalda al planeta, se mantenía moderadamente menos caliente, lo suficiente como para mantener una superficie sólida, aunque inestable, la carencia de una atmosfera densa, lo que facilitaba el escape del calor y la menor exposición a la radiación, lo hacían posible.
Para empeorar la situación en la cara oculta al planeta, durante varios periodos del año queda expuesta a las fulguraciones de la estrella, intensas eyecciones de plasma coronal con cierta regularidad impactaban la casi descubierta superficie del satélite.
En estas terribles condiciones de habitabilidad se instaló Averno, una de las colonias mineras más miserables de la era de Perseo, la riqueza en mineral de hierro del manto del planeta, su alta pureza y la facilidad para extraerlo, en un momento en el que la tecnología de las nanomáquinas si bien estaba disponible, no era de uso tan frecuente como en tiempos posteriores, hicieron ver como una idea razonable el instalar en este horrible entorno una instalación casi completamente automatizada de extracción de este metal.
Aun cuando Averno era operada completamente por robots y cinco sistemas redundantes de inteligencia artificial, que se relevaban en el control de las operaciones; una estación espacial operada por humanos, se encargaba a la distancia de monitorear todas las actividades y de corregir cualquier mal funcionamiento, era esta última parte la que generaba el mayor problema para los operadores humanos, pues muy ocasionalmente debían descender alguien a Averno a realizar alguna reparación.
Javier debía descender ese día a reparar uno de los brazos que se encargaban de trasportar crisoles de hierro fundido a donde serían vaciados en lingotes, se trataba de una operación de rutina, una de las líneas de fluido hidráulico se había roto, lo que resultaba común, pero por retrasos en la provisión de suministros, no habían disponibles para que los robots de mantenimiento se encargarán de la operación, por lo tanto debía hacerse de forma manual, llevando las partes necesarias desde la estación de monitoreo.
Enfundado en un traje de protección térmica especializado para soportar los más de 773 grados Kelvin y elevados niveles de radiación a los que se operaba en la superficie del satélite, estuvo trabajando en un entorno lleno de vapores altamente corrosivos, que por suerte se disipaban rápidamente debido a la casi nula presión atmosférica.
Después de un rato de trabajo pudo notar que una de las juntas de su traje mostraba una extraña marca de corrosión, dejó lo que estaba haciendo y rápidamente se dirigió a la salida más próxima buscando regresar lo más pronto posible al área de descontaminación, entonces se encendió una alerta en su sistema de monitoreo de funciones indicando la ruptura del sello de su brazo derecho, el que había visto que se estaba corroyendo, y empezó a sentir como se empezaba a calentar el interior del traje.
Un intenso dolor se propago de su brazo al hombro, sentía como su piel ardía a medida que corría por las pasarelas que se elevaban sobre el gigantesco pozo de lava del que eran extraídos los crisoles de hierro fundido, desesperado y con sus ojos nublados por las lágrimas que brotaban por el dolor, pudo entrar al área de descontaminación, donde rápidamente el vaho que inundaba la atmósfera exterior de la instalación fue expulsado y sustituido por aire respirable, de inmediato rociadores de agua, acompañada de un detergente descontaminante, que además de limpiar el traje, tenía el efecto de neutralizar el medio ácido del ambiente exterior.
El frio del agua le calmó el intenso calor que recorría su cuerpo al disminuir la temperatura exterior del traje, cuando se detuvo la ducha, destrabó con dificultad el sello que casi se había soldado, y empezó a retirar la manga del traje para ver como un colgajo, de casi veinte centímetros, de piel y carne se iba adherida al interior de ésta, mientras su brazo mostraba una horrible quemadura que se extendía, desde abajo del hombro, hasta casi llegar a la muñeca, la profundidad de la herida era tal, que habían quedado expuestos sus corroídos huesos a nivel del codo. Ahora portaría, de por vida, una gigantesca cicatriz aun después de varios injertos de piel sintética, como recuerdo de su última experiencia, al visitar el Averno.
English
The Avern
If ever there was a place which could be called the underworld, it was never found on earth, even with the worst conditions ever lived by the planet, the years following the great catastrophe were not compared with the conditions of Theseus d, one of the satellites of the planet Theseus, a gaseous supergiant, unique in orbit around a glowing red dwarf.
Teseo d was the third satellite in proximity to the planet, its surface was like a thin shell floating on a sea of molten rock, that only on one of its faces, which saw in the opposite direction to the planet, while the other was permanently covered by lava, product of the intense tidal forces of the planet and the emission of high levels of radioactivity.
The side of the satellite that turned its back on the planet was moderately less hot, enough to maintain a solid surface, although unstable, the lack of a dense atmosphere, which facilitated the escape of heat and less exposure to radiation, made it possible.
To worsen the situation in the hidden face of the planet, during several periods of the year it is exposed to star flares, intense coronal plasma ejections with certain regularity impacted the almost discovered surface of the satellite.
In these terrible conditions of habitability Averno was installed, one of the most miserable mining colonies of the Perseus era, the wealth in iron ore of the planet's mantle, its high purity and the facility to extract it, at a time when the technology of nanomachines, although available, was not as frequently used as in later times, made it a reasonable idea to install in this horrible environment an almost completely automated installation of extraction of this metal.
Even though Averno was completely operated by robots and five redundant artificial intelligence systems, which were relieved in the control of the operations; a human-operated space station was in charge at a distance of monitoring all the activities and correcting any malfunction, it was this last part that generated the greatest problem for human operators, because very occasionally they had to descend someone to Averno to carry out some repair.
Javier had to descend that day to repair one of the arms in charge of transporting cast iron crucibles to where they would be emptied into ingots, it was a routine operation, one of the hydraulic fluid lines had broken, which was common, but due to delays in the provision of supplies, there were not available for the maintenance robots to take care of the operation, so it had to be done manually, carrying the necessary parts from the monitoring station.
Wrapped in a specialized thermal protection suit to withstand the more than 773 Kelvin degrees and high radiation levels operated on the satellite surface, he was working in an environment full of highly corrosive vapors, which luckily dissipated rapidly due to almost no atmospheric pressure.
After a while of work he noticed that one of the joints of his suit showed a strange mark of corrosion, he left what he was doing and quickly went to the nearest exit looking to return as soon as possible to the decontamination area, then he lit an alert on his function monitoring system indicating the rupture of the seal on his right arm, which had seen that it was corroding, and began to feel as the inside of the suit began to heat up.
An intense pain spread from his arm to his shoulder, he felt how his skin burned as he ran along the catwalks that rose over the gigantic lava well from which the cast iron crucibles were extracted, desperate and with his eyes clouded by the tears that flowed from the pain, he was able to enter the decontamination area, where the mist that was flooding the outside atmosphere of the installation was quickly expelled and replaced by breathable air, immediately water sprays, accompanied by a decontaminating detergent, which in addition to cleaning the suit, had the effect of neutralizing the acidic environment of the outside environment.
The cold water calmed the intense heat that was running through his body as the outside temperature of the suit decreased, when the shower stopped, he unlocked with difficulty the seal that had almost been welded, and began to remove the sleeve from the suit to see how a flap, of almost twenty centimeters, of skin and flesh adhered to the inside of it, while his arm showed a horrible burn that extended from below the shoulder to almost reach the wrist, the depth of the wound was such that his corroded bones had been exposed at the level of the elbow, the depth of the wound was such that his corroded bones had been exposed at the level of the wrist. Now he would wear, for life, a gigantic scar even after several synthetic skin grafts, as a reminder of his last experience when visiting the Avernus.
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Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar
Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima
I can only thank @xpilar for allowing me to use his digital art in my publication and for motivating my creation. Thank you very much @xpilar
Thank you all for visiting my publication, I hope your comments and I appreciate your support, until next time
Posted from my blog with SteemPress : http://materia-oscura.mipropia.com/2019/05/29/el-averno-the-avern/
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Esos trajes no resultaron tan seguros, pobre hombre, con su brazo herido