Terminó el primer año de los estudios de Maestría en Dirección de escena y llegó el momento de definir el proyecto con el cual terminar los estudios y finalmente obtener el título. Una de las tareas de la materia Dirección de espectáculos consistió precisamente en el diseño de una posible puesta en escena siguiendo una serie de criterios y procedimientos que fueron propuestos por la maestra Juliana Faesler, coordinadora del curso. Los aspectos a cubrir en un proyecto escénico incluyen, además del análisis del material dramático y su posible traducción en los elementos actorales y espaciales, una serie de cuestiones respecto a la posición del director en cuanto a la obra en sí misma, a su discurso personal expresado en la puesta en escena y al publico al que pretende invitar al convivio teatral.

Son varias las razones que me motivan a acercarme a Ramón María del Valle-Inclán como una de las más fuertes opciones para realizar la puesta en escena de titulación. Tendría que decir en principio que fue uno de los primeros autores a los que me acerqué una vez se fue estableciendo mi vocación por el Teatro, allá a finales del siglo pasado. Divinas palabras fue sin duda una obra que me cautivo por sus personajes, sus animalidades, sus deformidades, sus mentalidades y lo mágico siempre. Sin duda era yo incapaz de comprender, como hasta ahora lo creo, la plena magnitud simbólica de la obra de este autor que me sigue resultando inquietante. He de decir también que una de las principales asignaturas que me ha tocado en mi experiencia profesional y docente es el teatro del Siglo de Oro, tanto en el Viejo como en el Nuevo continentes. Valle-Inclán me parece que es un autor que recoge perfectamente esa tradición y desde su propio contexto refleja también la modernidad con sus propias contradicciones que llegamos a percibir en estos días llevadas a los excesos. Un elemento importante de la obra de Valle-Inclán es que desde 2016 su obra pasa a ser legado de la humanidad, constituyéndose en dominio público, un aspecto que hay que celebrar y que está íntimamente ligado a la intención pública que esta puesta en escena pretendería y que se expresará más adelante. Se ha pensado también en el número de actores adecuado para desarrollar un proyecto escénico de una naturaleza a la vez académica y profesional, esto ha determinado hasta cierto punto la selección de la obra, o más bien, las obras que constituirían este montaje.

A continuación se expone el proyecto escénico en lo que serían sus primeras ideas estructurales, atendiendo a los impulsos iniciales en la creación de acuerdo a las cualidades y sensaciones que el material ofrece, proyectando una posible materialidad y selecciones simbólicas que funcionarían de base para la posterior planificación y puesta en marcha de los ensayos, así como el diseño y realización de la producción.

Descripción y justificación

El proyecto propone el montaje una serie de obras breves del autor español Ramón María del Valle-Inclán, escritas en la última etapa de su vida, correspondientes plenamente con el género que el mismo dio en llamar como esperpento. La puesta en escena consistirá en el montaje de tres de las cinco piezas que componen el Retablo de la avaricia, la lujuria y la Muerte; cuyas obras, si bien están vinculadas temáticamente fueron escritas en momentos distintos y también son estructuralmente independientes. Las obras seleccionadas para este proyecto de puesta en escena son Ligazón, La cabeza del Bautista y La rosa de papel.

El esperpento es deformación de la realidad en que se recargan los elementos grotescos, se trastocan de manera especial el lenguaje coloquial de los personajes y se exacerban sus comportamientos. La posibilidad poética de esta deformación de las situaciones y los personajes, observada en sus relaciones, sus obsesiones y sus actos, nos permite ver más allá en el interior del alma humana. En el caso de estas piezas el juego parece darse en el conflicto entre los instintos más básicos y la contención restrictiva de las costumbres de la sociedad, sin estar exentos del influjo de creencias y supersticiones. La lujuria potenciada por la avaricia, o viceversa, suelen desembocar en la muerte, nos insinúan estas piezas. En torno al lente deformador con que se miran estos pecados capitales se nos permite ver el trasfondo de las relaciones familiares, la convivencia en sociedad, los prejuicios y sueños de personajes que no sólo podemos encontrar en esa España profunda de Valle-Inclán sino en nuestra actual comunidad latinoamericana.

Posee Valle-Inclán una mirada inteligente de un pasado con una gran riqueza cultural que modela nuestra lengua e identidad y sobre una modernidad que preconiza con sus constantes transformaciones; nuestra sociedad, aunque en un siglo posterior, aún conserva muchas de las características de las que nos habla Valle-Inclán, en que la condición humana se debate entre las viejas costumbres y los cambios constantes en nuestra manera de entender el mundo.

^{Valle-Inclán en diferentes etapas de su vida
(Fuente)}

Sinopsis

Tres historias se entretejen en la provincia española de inicios del siglo XX. En Ligazón miramos a una mozuela que canta en el pozo a la luz de la luna, la madre y la tía quieren meterle al pretendiente rico en la cama ya que mandó un collar como avanzada; ella sin embargo decide hacer un pacto de sangre con el afilador que aquella noche pasaba y a quien prefirió meter por su ventana. En La cabeza del Bautista encontramos a Don Igi, quien dejando cuentas pendientes en América es chantajeado por un hijastro que desde allá vino a venderle su silencio; la amante de Don Igi propone acabar con el problema de raíz, sin suponer el vuelco de su corazón al enamorarse del joven americano justo al darle muerte. En La rosa de papel conocemos a un marido cuya esposa moribunda le revela la existencia de un dinero escondido y a sus vecinas entrometidas que son encerradas cuando se sospecha de ellas al perderse aquel dinero; todo concluye con el incendio iniciado de alguna forma por la pasión que la muerta, vestida con las mejores prendas, vuelve a despertar en el apocado marido.

Marco semántico

Una parte de la metodología propuesta por la coordinadora consistió en hacer un marco semántico basándonos en la obra seleccionada. El ejercicio consiste en establecer una serie de categorías que tienen que ver con la temática y materialidad de los sucesos en una obra dramática, en el marco se detectan las principales líneas de sentido en la pieza y comienza a configurarse el discurso propio del director según los elementos que privilegie en cada caso. Así, las categorías principales que se pueden encontrar en cada obra sería las siguientes: Tema, referido a todos los posibles temas o conceptos que surgen de la lectura de la obra; Lugar, espacios concretos o simbólicos en los que la acción ocurre; Objeto, principales objetos que tienen peso en la acción, Atmósfera, sensación cualitativa que la obra contiene más allá de su tema; Clima, se refiere a la condiciones temporales en las que sucede la acción. Debido a que el ejercicio aporta elementos para comenzar a constituir el Concepto de puesta en escena, es decir, las condiciones del trabajo creativo generales para actores, escenógrafo, vestuarista, etc., el primer marco semántico para este proyecto es uno que contiene la acción de la tres obras vinculadas, tal y como sería la puesta en escena y no el de cada una individualmente. En el caso de Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte el marco se estableció como sigue:

La primera estructura del discurso de la puesta en escena quedaría como sigue: Desde la cama, espacio del Deseo pero también de la Muerte, miramos a los personajes consumirse en el calor asfixiante de sus bajas pasiones, encerrados, girando en torno a una bolsa de dinero (o valores económicos) que les hace romper las caretas, exponiendo sus más profundos intereses y sus deseos rapaces.

A continuación se muestran imágenes referenciales con sensaciones y atmósferas producidas por las piezas:

Ligazón (Fuente)	La cabeza del Bautista (Fuente)	La rosa de palel (Fuente)

Ideas rectoras para la creación del espacio escénico

La puesta en escena se realizará considerando una producción que sea adaptable a múltiples espacios, tanto teatrales como alternativos, con el fin de acercar la puesta en escena hacia los márgenes de la ciudad, entendiendo que el Teatro tiene también la necesidad de formar a su público yendo a su encuentro en el espacio mismo de su comunidad. Se busca un dispositivo escenográfico que, a pesar de su sencillez, transforme el espacio cotidiano de las personas, despertando el interés y provocando el convivio teatral.

Los instintos de los personajes serán analizados desde los espacios que pueden producirse a través de la utilización y re-significación de la cama como objeto y mecanismo que produce los lugares de la acción: la cama de la mozuela que está al interior de la casa y en la que ella habrá de tomar su decisión; la mesa de billar en el establecimiento de Don Igi, que a la vez será el lecho del espontáneo amor entre la Pepona y el Jándalo y finalmente la cama de la Encamada, en la que pasa sus últimos momentos hasta consumirse en el incendio provocado por su marido. Esta cama habrá de tener la posibilidad de colocarse en posiciones distintas que configuren estos espacios, colocándose en horizontal, en vertical o diagonal, girándose la base, etc. Constituirá este objeto el elemento de mayor fuerza en la escena. Tres bastidores móviles con la capacidad de portar telones intercambiables, que tengan la posibilidad de presentarse independientes o también embonados entre sí, se pueden emplear para complementar la ambientación del espacio para cada una de las piezas; estos bastidores conformarían paredes, ventanas, puertas, barra del establecimiento, altar de la difunta, noche con luna, etc.

La iluminación debe diseñarse en ambientes generales que simplifiquen la adecuación y movilidad de la producción. Tonos cálidos, el color rojo será usado en los momentos de la muerte. Para el efecto de incendio se usará la combinación de humo acompañado de la proyección de efectos lumínicos y sonorización.

Metodología para los ensayos

Con una cantidad mínima de actores, entre los que se distribuyan adecuadamente los personajes de las tres obras, se buscará generar primeramente un trabajo sobre el texto en el que se comprenda cabalmente la acción en cada pieza, analizando situaciones, objetivos y estrategias pero sobre todo un ejercicio de escucha, interpretación y en caso de ser
necesario, el encuentro de códigos de adecuación que acerquen el lenguaje de los personajes de Valle-Inclán tanto a los actores como al público actual.

Se busca un montaje que comprometa plenamente la expresión corporal y vocal de los actores en la creación de los personajes, así como también de los ambientes y espacios de la escena; la utilización y re-significación de los objetos, la transformación de la escenografía y el óptimo aprovechamiento de los diferentes espacios de representación pretende también potenciar la presencia y trabajo del actor, con una energía capaz de atraer la atención del espectador aún en espacios distintos a un teatro: parques, canchas deportivas, auditorios y patios escolares, etc.

El tono exacerbado de las piezas debe tener un claro registro en la amplitud del lenguaje gestual y de accionar físico de los actores, tomando en cuenta la idea de las marionetas de la que partió el autor para la confección de estas piezas. El código gestual ha de buscarse de entre los distintos oficios, rasgos de carácter y temperamentos, edades y estatus sociales de los personajes, atendiendo a la investigación de los referentes tanto españoles como mexicanos que pudieran relacionarse en torno a la construcción de personajes.

Un objeto de potencial simbólico será explorado especialmente por los actores, la bolsa con el dinero o bien donde está el objeto de ambición de los personajes. Se construirá la atracción, deseo y obsesión por este objeto, el cual de alguna manera también los ensucia mientras está en sus manos.

Música, canto y coreografías han de acompañar también los ambientes y rítmica de la puesta en escena, por lo que prácticas de entrenamiento colectivo en torno al desarrollo de estos elementos serán también necesarios.

Imágenes de referencia para vestuario y escenografía

(Fuente)	(Fuente)
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Visualizaciones del primer esquema escenográfico

Estructura de la Cama

Posibilidades de colocación de Cama y Mamparas

Enlace a las bitácoras de la Maestría en Dirección de Escena:
(MDE_001), (MDE_002), (MDE_003), (MDE_004), (MDE_005), (MDE_006), (MDE_007), (MDE_008), (MDE_009), (MDE_010), (MDE_011), (MDE_012)

@LeVeuf

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