Reflexiones desgarradoras XVI.

XVI.

Descomposición pausada, en inevitable calma, todo llegará a convertirse en lo que la naturaleza ha planeado y nada podrá escapar a sus designios. Ni siquiera tú, que todo lo quieres destruir, ese es tu único motivo para vivir.

Déjanos vivir, en armonía, a nuestra manera, sin molestar a nadie, sin decidir por nadie, sin involucrar a nadie en tus planes enfermizos, en tus planes de control de la sociedad, en tus planes de acabar con lo poco que nos queda.

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Aún quedas tú y los tuyos, sois más de los que podemos asumir. Más como tú, los que nos dicen, con ayuda de su poder de Estado, lo válidos o inválidos que somos y que podemos llegar a ser.

Ser de otra parte, muchas veces lo he pensado, de otra Tierra más avanzada que la nuestra, más humana con los humanos, menos hostil hacia los suyos y hacia todo lo “no muerto”.

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Muertos a diario, muertos en la televisión, nos gusta enseñar muertos de forma violenta, nos gusta el morbo de ver sus cuerpos chorreantes de sangre, masacrados por nosotros mismos.

Los mismos son elegidos una y otra vez, ostentan el poder a lo largo de los siglos, inventan mil maneras diferentes de inmortalizar su supremacía, de permanecer en la élite de la sociedad y de que nada ni nadie se escape a su férreo control total.

Para leer más:

Reflexiones desgarradoras I
Reflexiones desgarradoras II
Reflexiones desgarradoras III
Reflexiones desgarradoras IV
Reflexiones desgarradoras V
Reflexiones desgarradoras VI
Reflexiones desgarradoras VII
Reflexiones desgarradoras VIII
Reflexiones desgarradoras IX
Reflexiones desgarradoras X
Reflexiones desgarradoras XI
Reflexiones desgarradoras XII
Reflexiones desgarradoras XIII
Reflexiones desgarradoras XIV
Reflexiones desgarradoras XV

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