GRACIAS POR SU DONACIÓN (Capítulo 13: Ale)

Ale

El ácido le sentó más que bien. La alocada fiesta bajo las estrellas, junto a esa estridente música interpretada por máquinas, lo condujeron a un estado de trance que jamás antes había sentido.

Dos días de variopintos bailes junto a cientos de desconocidos hicieron que perdiera la noción del tiempo, que desconectara de su vida diaria, que se sintiera libre una vez más.

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Una vez había vuelto en sí, permaneció allí, en mitad de la nada, rodeado de árboles y naturaleza, meditando sus ideas, descansando su mente, olvidando sus malos recuerdos, absorbiendo la energía del Universo.

Se miró en los bolsillos en busca de tabaco, lo encontró, se lió un cigarrillo, buscó el mechero, pero no lo encontró. En ese momento le llegó un vago recuerdo de haberlo perdido durante la mágica noche anterior…

…………………
Bailaba como un niño, sus movimientos eran desacompasados, pero llegado ese momento ya nada le importaba, ni siquiera era consciente. En su cabeza clavaba todas sus oscilaciones con cada golpe de sonido.

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Repentinamente se acercó a él una “especie” de ninfa que lo miró profundamente, escrudiñando su interior e hipnotizándolo con sus ojos, con su mirada firme, ésta estiró su mano y le tocó el brazo suavemente…

• Hola bello humano ¿Puedes dejarme un mechero? – Le dijo a Ale con una voz dulce y llena de magia.

• Si claro, todo tuyo…- Contestó Ale dándole su mechero sin importarle perderlo…

Desde ese mismo momento no pudo parar de mirarla, se encontraba bajo su gran influjo energético y sexual, fue un momento confuso, ella cogió el mechero, se encendió un cigarrillo y le devolvió algo que no era su mechero, era otro tipo de objeto.

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A Ale eso no le importó, lo cogió sin apartar la mirada de ella, se lo guardó en el bolsillo y continuó bailando alocadamente, con pasión, disfrutando de su lisergia.
……………………

Se volvió a revisar los bolsillos y allí estaba el objeto que la ninfa nocturna le había dado a cambio de su mechero, lo sacó, lo miró y toda la magia que había sentido la noche anterior durante su encuentro con ésta volvió a él con fuerza. Se lo quedó en la mano y mientras lo tocaba se sintió bajo una excitación transcendental.

Llegó la noche y decidió irse a dormir a su furgoneta, se quitó la ropa y se tumbó, el objeto que le había dado la ninfa aún permanecía en sus manos, continuaba tocándolo sin descanso, pensando en ese dulce instante, cerró sus ojos y de repente…

Un fuerte flash inundó toda la furgoneta, delante suya, de la nada, apareció la misteriosa ninfa de la fiesta, estaba desnuda y todo su cuerpo emanaba una cálida luz que lo atraía irremediablemente.

Ale se dio cuenta de que el objeto que tenía en sus manos había desaparecido, pero a pesar de todo lo que estaba sucediendo, no se sentía nada asustado ni extrañado, simplemente se dejó llevar por tan excitante situación.

Su cuerpo había perdido el control, sus brazos se estiraron prácticamente solos y agarraron a la hermosa ninfa por sus firmes tetas. Ambos empezaron a tocarse con pasión y con locura, con intensidad y desenfreno…

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La ninfa se levantó, se puso de espaldas a Ale adoptando una posición a cuatro patas, volvió la cabeza y lo miró a la cara esperando que éste la penetrara. Ale estaba alarmantemente excitado, loco, ido de su cuerpo y con una gran erección. Se acerco a ella por detrás, la cogió por las caderas con fuerza y comenzó a penetrarla.

La furgoneta no paraba de moverse y sus gemidos se oían a kilómetros de distancia, pero todo daba igual, el fervor del momento le hacía a Ale sentirse abstraído de éste mundo terrenal y sentía que su cuerpo se elevaba hacia una dimensión superior, hasta que, después de un buen rato de sexo, llegó su eyaculación interestelar.

La ninfa gritaba debido a su fuerte orgasmo y Ale continuaba eyaculando mientras gritaba ferozmente, cuando terminó soltó sus caderas y se tumbó a su lado, en ese momento, de nuevo se volvió a ver un fuerte flash que hizo que la ninfa desapareciera y mientras esto sucedía, se escuchó una voz que dijo…

• Ciudadano de la Tierra, gracias por su donación, hemos intentado satisfacer todas sus fantasías sexuales, su colaboración será de mucha utilidad para el futuro de nuestro planeta, esperamos que haya disfrutado plenamente.

Ale se encontraba exhausto, pero al mismo tiempo cargado de energía, con fuerza, plenamente feliz y satisfecho, de manera que, se puso la ropa y se dirigió hacia la fiesta, que aún continuaba.

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Una vez allí comenzó a bailar de nuevo, como si ese fuera su último día de vida, sin importarle nada de lo que sucedía a su alrededor. Se movía totalmente descontrolado, al tiempo que, sonreía al pensar todo lo que había sucedido anteriormente. Pero lo más curioso era que no se sentía nada extrañado por todo ello, simplemente pensaba en disfrutar el momento y en vivir su vida lo más intensamente que le fuera posible.

Para leer más:
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12

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