GRACIAS POR SU DONACIÓN (Capítulo 12: Mónica)

MÓNICA

Salió de casa corriendo, debía coger el autobús. Hoy no lo podía perder, como casi siempre le pasaba, pero un día más éste se le escapó delante de sus ojos.

• ¡No me lo puedo creer, me cago en Dios!!! ¡Otra vez!!!

Efectivamente ese día había comenzado como casi cualquier otro, pero el final del día estaba lejos de ser ni siquiera parecido.

Mónica se sentó en la parada del autobús y esperó a que pasara el siguiente, tenía unos quince minutos de espera delante de sí, se puso sus cascos y comenzó a escuchar la radio en inglés, tenía que aprovechar cada momento que tuviera a lo largo del día para escuchar conversaciones en ingles, su examen estaba próximo en el tiempo y sus nervios iban en constante aumento nada más pensar en el examen.

Llegó el siguiente autobús, este no se le escapó, pero por poco, ya que estaba ensimismada y absorbida por la conversación en inglés que estaba escuchando en la radio. Subió y se sentó al fondo del autobús, en el asiento más inhóspito y solitario que encontró, así no la molestaba nadie.

Estuvo casi todo el camino mirando por la ventana, pero con la mirada perdida. Delante de ella pasaban coches, motos, bicicletas, personas… pero ella no veía nada, su mente estaba centrada en la comprensión de la conversación en inglés.

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De repente algo cruzó el cielo, se coló por una de las ventanas del autobús y cayó justo en el asiento que se encontraba a su lado. Mónica pudo verlo perfectamente, le llamó tanto la atención, que le despertó de su letargo de la mañana, observó a su alrededor y nadie se había percatado de nada, miró hacia el asiento y allí estaba, era un pequeño y misterioso objeto caído del cielo.

Permaneció inmóvil durante un par de minutos. Parecía pensativa, hasta que por fin se decidió, volvió a mirar a su alrededor y nadie la observaba, así que rápidamente cogió el objeto y lo guardó en el bolsillo de su chaquetón antes de que nadie pudiera verla. Inmediatamente después continuó escuchando sus conversaciones en inglés y continuó su camino en autobús hacia la academia de idiomas.

El resto de su día se vio marcado por este acontecimiento, el extraño objeto había provocado en ella una especie de hechizo que le hacía estar abstraída de su vida cotidiana y que hacía que sólo pudiera pensar en él. Posteriormente mientras estaba en clase de inglés continuaba tocándolo sin parar, se sentía misteriosamente atraída hacia aquella pequeña pieza metálica, no tenía ningún sentido todo lo que estaba sintiendo dentro de sí.

Una vez terminadas sus obligaciones, volvió a su casa, pero con más prisa que nunca. Estaba ansiosa por llegar y poder tocar aquello que tanto la atraía de forma tranquila, sin sentirse observada por nadie. Lo sacó de su bolsillo, lo miró detenidamente y se preguntó qué podía ser aquello y por qué le producía ese mágico influjo que le llegaba a excitar de esa forma tan intensa.

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Mientras lo tocaba, se fue quitando la ropa hasta quedarse totalmente desnuda. Comenzó a apretar sus pechos con una mano al tiempo que con la otra continuaba acariciando el pequeño objeto, a los pocos instantes lo deslizó y comenzó a rozarse los pezones con él. Estaba cada vez más excitada, ya no le parecía tan raro como al principio, ya se le había ido ese pensamiento de su cabeza y sólo quería disfrutar de su bello cuerpo.

Siguió deslizándolo sutilmente desde sus pechos, bajando por su barriga, hasta llegar a su vulva, estaba muy mojada, más que nunca en su vida. Cuando la excitación se había vuelto incontrolable un fuerte flash apareció en la habitación. Mónica para entonces ya se encontraba en su mundo y, aunque se dio cuenta, no dejó que nada perturbara su masturbación.

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El pequeño objeto metálico fue creciendo entre sus manos, convirtiéndose en un enorme vibrador, Mónica lo agarró con más fuerza y empezó a introducirlo dentro de su vagina, primero suavemente pero conforme pasaban los minutos cada vez lo hacía con una mayor intensidad al tiempo que gritaba de placer. De repente el vibrador volvió a mutar y de él apareció un pequeño mecanismo que comenzó a estimular su clítoris de una forma magistral.

Mónica se retorcía de placer como nunca lo había hecho antes, lo que sentía era tan intenso que parecía que se saliera de su cuerpo terrenal y viajar a a una dimensión astral muy superior a todo lo conocido por la humanidad. Hasta que finalmente llegó el orgasmo, un orgasmo en forma de erupción…

• ¡AHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!

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Mónica gritó con fuerza, de sus glándulas de Skene comenzó a salir una gran eyaculación a borbotones que hizo que todo se mojara a su alrededor. Una vez terminado el squirting, el vibrador volvió a mutar y de nuevo se convirtió en el objeto inicial y se le resbaló de sus manos, ya que se quedó sin fuerzas debido a la intensidad del orgasmo.

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En ese momento se pudo ver una intensa luz que inundó toda la habitación y se escuchó:

• Ciudadano de la Tierra, gracias por su donación, hemos intentado satisfacer todas sus fantasías sexuales, su colaboración será de mucha utilidad para el futuro de nuestro planeta, esperamos que haya disfrutado plenamente.

Mónica se encontraba totalmente exhausta después de todo lo ocurrido, estaba flipando, no se lo podía creer, pero al mismo tiempo se alegraba de todo aquello. No sabía que podía llegar a disfrutar tanto de su cuerpo, fue su primera eyaculación, pero a partir de ese día ya pudo hacerlo siempre que quiso, había aprendido sus técnicas y continuamente buscaba el máximo disfrute de su cuerpo.

Para leer más:
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11

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