Esta semana la gente de #Club12 nos trae un interesante #Reto12votos:

...la propuesta lleva como título Estereotipos Sociales. Parafraseando responsablemente este tema, hemos leído que los estereotipos refieren a un conjunto de ideas y creencias que las personas de acuerdo a su crianza o su propio estilo de vida, crea sobre un grupo determinado de personas. Los estereotipos pueden llevarnos al pre-juicio es decir, a juzgar antes de tiempo a cualquier persona.

Me llamó la atención el tema porque no es lo que normalmente publico (suelo hacer reseñas de libros y de películas, principalmente) y porque es mucho lo que se puede decir al respecto.

Lo primero es que los estereotipos son construcciones mentales simplificadas y sesgadas, pero aunque en todo momento constituyen una idea preconcebida, no siempre son juicios negativos. Es decir, existe una tendencia a catalogar de prejuicio cualquier lectura de carácter que haga una persona respecto a otra, sólo cuando la infravalora; pero la lectura en la que la persona es sobrevalorada, también es un prejuicio. Una idea común en el colectivo social es que las personas adineradas son engreídas. Por contraste, se asume inconscientemente que las personas de bajos recursos económicos son humildes (además suelen emplear humildad y pobreza como sinónimos, cuando no tienen nada que ver), pero las actitudes de engreído o humilde tienen que ver con la personalidad (interno) y no con los bienes materiales que posea la persona (externo). Entonces, el prejuicio en este caso actúa en contra de los adinerados y a favor de los que tienen recursos económicos limitados.

Existen estereotipos de género, relacionados con el sexo del individuo, según los cuales los hombres y las mujeres deben compartir ciertos rasgos característicos: actitud, gustos, aficiones, habilidades, ideologías; existen también otros estereotipos demográficos ("los niños son así o asá"), geográficos ("los habitantes de X ciudad son groseros"), raciales ("los chinos son duros para los negocios"), religiosos ("los musulmanes son radicales"), gremiales ("los abogados son mentirosos"), ideológicos ("los republicanos son..."), culturales ("las rubias son tontas") entre muchísimos otros. Pero todos engloban una misma idea: la generalización.

Juzgar a una persona tratando de encerrarla en una casilla prefabricada puede resultar tan difícil como ponerse un guante en un pie. ¿Por qué? porque la característica número uno del ser humano es su individualidad. Cada uno de nosotros tenemos nuestros defectos y virtudes, rasgos que van mucho más allá de una profesión, una nacionalidad, la forma de vestir o el color de la piel. Sin embargo, lo que contribuye a la generación y el arraigo de estos pre-conceptos es principalmente, la ignorancia. El desconocimiento de una situación, debería ser suficiente para que la persona diga "No lo sé".

Pero la mente humana parece estar diseñada para no asumir su incapacidad, de manera que antes de negarse, recurre a algún tipo de estructura que tenga a la mano y le permita explicar aquello que no conoce plenamente. Si a ello sumamos que el cerebro ha almacenado durante años la información recibida a través de los medios de comunicación, conversaciones aleatorias, las concepciones heredadas de su núcleo familiar, terminamos por entender que sea fácil y rápido establecer un prejuicio y vestir a cada persona con alguna de las camisas de las cuales disponemos.
¿Cómo combatir eso? es una ardua labor, pero comienza por evitar las prisas y reconocer la propia ignorancia. ¿Por qué queremos hacernos una idea completa de una persona cuando apenas hemos hablado con ella durante cinco minutos? vamos a darle y a darnos tiempo de que muestre realmente quién es; y sólo de esa manera podremos establecer un juicio. Lo siguiente evoca una canción de Los Aterciopelados que decía "mira la esencia, no las apariencias"; la vestimenta, el color de los ojos, la profesión, el modelo del automóvil, nada de eso realmente es la persona. Cuando queramos conocer a una persona, no pensemos: "tiene 24 años, es médico, gana bastante dinero, usa zapatos de marca"; en cambio, busquemos identificar otras cosas: "es bondadoso, sonríe mucho, es respetuoso..."; toma más tiempo llegar a saber todas estas cosas, pero son las que realmente importan. Evitemos generalizar para no reforzar los estereotipos presentes en nuestra mente y en cambio, alabemos la individualidad de cada uno, no busquemos en qué se parecen a todo lo que conocemos, sino ese rasgo particular que diferencia a A de B, ese sello de su individualidad. De esa manera, la borrosa multitud se irá perfilando e irán apareciendo rostros enfocados, nítidos, cada uno diferente y especial.

El #Reto12Votos está diseñado para que todas las personas ganen. Se trata de leer, comentar y votar por otros participantes del reto que harán lo mismo a cambio. Conoce las reglas del #Reto12Votos en este enlace observa el ejemplo y participa.