Ilusión - Lana y las Hadas - Capítulo 2 - Parte 2 (EBOOK)

bellarulox (46)in #spanish • 7 years ago (edited)

Al sureste un riachuelo, al sur más bosque, en sur-poniente (suroeste) una montaña, en poniente (oeste) la colina del Señor Teg y detrás hay más bosque, entre el noroeste y el este mas colinas sin bosque, solo huertos, cabañas y jardines. – Decía ella en voz alta mientras se estrujaba la mente recordando.-

Hace una pausa mirando al cielo, el sol esta en todo el centro. Ella llevaba horas caminando y el sol seguía en el mismo sitio aparentemente. Tomó una rama del suelo lo despejó un poco de las hojas y elaboró un mapa siguiendo los puntos cardinales, tomando como centro la colina donde estaba su choza para saber a dónde ir cuando el sol cambiase de posición, decidió que debía estar entre el sur y sur-poniente.

Me dirigiré directo al norte – dijo con toda su determinación - y si el sol sigue sin moverse de su posición esperaré a la luna, ayer faltaban seis días para luna nueva así que aún estamos en menguante, esta noche también iluminará.

Dicho esto se recostó en el gran fresno que estaba más cerca, después de marcarlo.

Abrió los ojos y aliviada al ver los rayos de la luna se levantó y corrió hasta donde la luz alumbraba con mayor fuerza.

No había tantos árboles, de hecho parecía que no había ninguno hasta el otro lado donde continuaba el bosque, era un claro.

Feliz por el hallazgo, bailó y brinco de alegría.

Se interrumpió al notar unas pequeñas luces del otro lado del bosque.

¡Seguro están buscándome! – pensó mientras corría rápidamente hacia ellas.

Ya estando mucho más cerca aún seguían lo suficientemente lejos, incluso a esa distancia distinguió sombras, muchas sombras que no hacían ni un sonido de pisadas ni conversación.

¡Qué extraño!, vienen en dirección al claro. - intentó no moverse y casi ni respiró-

Siguen de largo, por lo que no notaron su presencia, llegan al centro del claro y al hacerlo una sombra más alta que el resto se separa de las demás colocándose al frente y dándoles la espalda, repentinamente comenzó un viento fuerte a soplar en contra haciendo que varias capuchas caigan.

¡No son sombras! - pensó - ¡Son niñas! – exclamó con notoria sorpresa y más audible de lo que le hubiese gustado.

Pasen, bienvenidas – escuchó decir a aquella que estaba adelante.

El grupo se adelanta rápidamente en perfecta formación y la misma voz dice

-Tú también, ven entra.

-Observó cuidadosamente alrededor notando que no hay nadie más a quien se dirija.

- Si, tú. Ven, pasa – le escuchó decir.

-Se dirige a mí -pensó entre sorprendida y temerosa.- Podrían ayudarme a volver. Eso la impulsó hacia adelante.

Sorprendida, entró a lo que de la nada se convirtió en una inmensa mansión de grandes jardines, al traspasar la verja se sintió en un mundo totalmente distinto. Pudo ver muchas niñas con uniformes similares andando en grupos separados únicamente por las actividades que abordaban.