Aprovechándome del momento en que me convierto en el visitado. 

  La mujer se sorprendió cuando le pregunté cómo había llegado aquí, cómo era allá donde estaba y porqué estaban volviendo de forma masiva. 

 Dijo que fue un túnel que consiguieron por accidente unos niños, es muy parecido aquí, la diferencia es que aquí estamos muertos y allá continuamos nuestras vidas, podemos venir en cierto momento del día. No podemos ausentarnos mucho, No sabía que te interesabas en estas cosas ¿Desde cuándo?      

-Solo he leído un poco desde que regresaste – le respondí rápidamente-

  Allí sentí aprehensión de su parte por lo que abandoné la idea de seguir preguntando, en el siguiente sueño, hice las mismas preguntas con mayor sutileza el fantasma era una niña, no supo decirme nada más que cuando quiere venir solo va al jardín “lo desea”, luego pasa por un túnel y llega aquí. Lo que no entiende es porque ahora sí y antes no.-dijo-

  Y entonces sucedió, desperté agitada alguien me asfixiaba.

  (Fuente Pixabay, Banco de imágenes gratuita)

Abro lo ojos, nadie, no había nadie. Esperé sin moverme volviendo a cerrar los ojos a ver si volvía mi atacante conté dos minutos, nada. 

 Abrí los ojos nuevamente recorrí todo con la vista no había nada diferente, sentí algo húmedo en el rostro que no distinguía en la oscuridad.

  Otra vez cae algo. Encendí la lámpara 

“No hables, ¡NO!”. 

(Pintado en el techo)

 ¡Perfecto!, ¿Ahora me acosarán pintando en mi casa? ¿No tienen nada más trillado? ¡Al menos decórala con arte pop! -Dije en voz muy alta-

  Al sentarme observo que mis manos están manchadas de rojo, -es pintura noté inmediatamente-

  ¿Cómo lograron sostenerme arriba para que yo hiciera eso?

 Voy al baño, allí están mis manos marcadas en el cuello.

¿Así que me asfixiaba mientras dormía? 

Artista suicida sonámbula… Eso es nuevo -pienso mientras lavo manos y rostro-

  ¿Cómo es posible que entraran en mí sin que me diera cuenta?

  Regreso a la cama, miro nuevamente el techo antes de apagar la luz… En la mañana me ocupare de ti.

  Ya estoy durmiéndome cuando escucho algo que me hace sentir la necesidad de abrir nuevamente los ojos en el proceso miro un rostro acercándose y desvanecerse. 

 (Fuente Pixabay, Banco de imágenes gratuita)

 Miro el reloj 5:33 am. 

  Sin sueño, genial y no recuerdo que soñé -que extraño no soñé nada más-. 

  Intento recordar qué fue lo había escuchado, estrujé mi mente en vano, no lo recordaba de momento. Enciendo el computador buscando algún diseño para combinar el odioso grafiti, no quería ni mirarlo -el que estuviese en el techo me lo facilitaba-

  Aun así miré y quedé perpleja. 

  No estaba, irónicamente me sorprendió que no estuviese y no que lo dejaran, miré las sábanas, nada, sin manchas. Corrí al baño, como si no hubiese entrado hace horas.   

  ¿Entonces eso fue lo que soñé? –Pensé soltando una carcajada nerviosa de puro alivio- estaba intranquila al pensar que habían controlado mi cuerpo mientras dormía.-

 Realmente aliviada me dejé caer en la cama y de repente lo recordé, recordé qué fue eso que había escuchado:    

 “Despierta, despierta, abre los ojos.”

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  Por si te los perdiste:  

Leer Ilusión – Capítulo 1 - PARTE 1  

Leer Ilusión – Capítulo 1 - PARTE 2  

Leer Ilusión – Capítulo 1 - PARTE 3  

Leer Ilusión – Capítulo 1 - PARTE 4 (EBOOK) 

Leer Ilusión – Capítulo 1 - PARTE 5 (EBOOK)  

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