La Puerta al Infierno

amart29 (68)in #spanish • 4 years ago (edited)

Un saludo a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.

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La Puerta al Infierno

El leve tirón gravitacional del puente halaba a la nave de Ricardo atraiéndola hacia sus perturbadoras fauces, sobre su cristalina superficie, se podían distinguir destellos naranjas y azules, deformados como vistos a través de una lente.

―Atentos, activen deflectores al máximo y los que puedan fijen blancos desde ahora ―se escuchó decir a una autoritaria voz, a través del comunicador ―. Reporten escuadrón Theta ―dijo la misma voz, segundos antes de entrar al puente.

―Theta cuatro listo, deflectores al máximo, dos blancos fijados ―respondió Ricardo, mientras observaba los indicadores de blancos en el visor de su casco.

La nave se zambulló en el puente, casi inmediatamente, apenas su casco empezó a asomar al otro lado, un proyectil de impacto mecánico la golpeó, fragmentándose en cientos de pedazos, sacudiendo violentamente al caza y tomando por sorpresa a Ricardo, quien sin perder la concentración disparó dos cargas de plasma que impactaron a dos naves situadas a varias decenas de kilómetros del puente.

Acababan de arribar a la orbita de Cefeo, a vario miles de kilómetros se encontraba Castor una de las dos estaciones espaciales que habían servido de refugio a millones de habitantes que abandonaron el planeta, ante la persecución de los rebeldes, uno de sus anillos estaba destrozado, al parecer sufrió el impacto de algún gran objeto, probablemente uno de los varios asteroides que los rebeldes habían orientado hacia ambas estaciones, ¿Cuántos habrían muerto por el impacto?, se preguntó Ricardo.

―Atención escuadrón Theta, procedan según lo programado, avancen hasta la orbita baja del planeta y destruyan todo enemigo que se atraviese en su camino ―dijo la ruda voz del líder del escuadrón por el comunicado.

Como extrañas y violentas flores de color ámbar, los estallidos de las naves destruidas, destellaban por todas partes, Ricardo logró fijar otros tres blancos, de los cuales consiguió impactar dos. ¿Cuántos de los cazas destruidos tendrían pilotos humanos?, ¿los cuerpos de cuantos humanos flotarían ahora, mutilados o muertos por el vacío del espacio?, ¿Cuántos aún vivos, morirían antes de ser rescatados?, expelidos fuera del área de la batalla a donde nunca serían encontrados, se preguntaba mientras maniobraba, tratando de evitar, más por reflejo, que por seguridad, los disparos de las armas de corto alcance de los enemigos.

En medio de cientos de escombros de naves, sondas y satélites destruidos, ingresaron en la atmósfera de Cefeo, debían entrar al norte del continente y destruir la estación de transmisión, cuya ubicación había sido recientemente descubierta, con ello, romperían la comunicación de los comandantes rebeldes, situados en cuarteles subterráneos, dispersos por varias zonas del planeta, con los combatientes en la órbita.

Desde el momento en que ingresaron a la atmósfera empezaron a recibir los impactos de los proyectiles mecánicos y los destellos de las cargas de plasma que, desde tierra, disparaban las baterías antiaéreas de los rebeldes, uno tras otro los cazas de los escuadrones Theta, Épsilon, Iota y Lambda eran impactados y despedazados en el descenso.

―Fijen blanco en los emisores láser y disparen a discreción, … ―dijo el líder del escuadrón Theta, justo antes de ser impactado por una carga de plasma, que sobre paso sus deflectores y destruyó la nave.

Ricardo volando en picada en dirección al complejo formado por cien emisores láser, que, para el ojo no entrenado, parecerían cañones o algún otro tipo de arma, fijó blancos, según había sido la última indicación del teniente, y disparó todos los proyectiles de impacto mecánico de su nave, junto a una andanada de veinte descargas de plasma.

Junto a los suyos, toda una lluvia de bólidos descendió en dirección a los emisores, disparados por los restantes integrantes de los escuadrones. Mientras desde tierra, las baterías antiaéreas seguían atacando a las naves y a la multitud de proyectiles que hacia ellos se dirigían.

―¡Dispérsense ahora! ―dijo por el comunicador la sargento Ichikawa, siguiente en la línea de mando del escuadrón.

Tras decir esto, los pocos integrantes del escuadrón Theta que aún seguían en pie, rompieron la formación y se dispersaron en diferentes direcciones.

Tras la sacudida provocada por el repentino cambio de velocidad y dirección, Ricardo, empezó a ascender nuevamente para reencontrarse con su escuadrón, cuando una descarga de plasma impactó en su reactor, una llamarada plasma recorrió toda la nave, incluyendo la cabina, abrazándolo, y haciéndola estallar luego en centenares de fragmentos, que caerían en el mar, frente al sitio donde antes se encontraba la estación de transmisión de los rebeldes, ahora reducida, por poco más de un centenar de estallidos, a un montón de escombros, irreconocibles.

El setenta por ciento de los pilotos de los escuadrones enviados desde el contingente de Apolo, a destruir la estación de transmisiones de los rebeldes de Cefeo, pereció durante la operación, sin embargo, pese a la gran cantidad de bajas, el objetivo fue logrado y la destrucción de la instalación rebelde, condujo a su derrota en la batalla de la estación espacial Castor, que sería la última gran batalla de la guerra de Cefeo, luego de ella, varias operaciones de inteligencia lograron detener o eliminar a los líderes de los rebeldes, con lo que ésta fue definitivamente desarticulada.

Text of @amart29 Barcelona, Venezuela, November 2019