Núcleo
Saludos a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.
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Núcleo
Por primera vez saldría en una misión de exploración planetaria. Frente al túnel de salida del hangar de la nave, observaba el horizonte naranja de aquel planeta, se trataba un gigante gaseoso, su estructura estaba formada por capas y capas de gases a diferentes presiones y temperaturas, probablemente sin un núcleo rocoso, sólo hidrógeno y algo de helio más y más densos, hasta prácticamente hacerse sólidos.
Un mundo inmisericorde, despiadado, que destruiría, triturando hasta la convertir en algo así como un pedazo de papel hecho bola, a cualquier nave que se aventurara a penetrar su eterna atmósfera. Sólo con la ayuda de deflectores, es posible incursionar en sus adentros; capaces de repeler cualquier forma de materia que se aproxime a más de dos milímetros y de generar la suficiente presión negativa para evitar que la nave colapse, evitando así la desgracia, de lo contrario cualquier tipo de material seria triturado.
La señal de la IA de la nave principal indicaba que este era el sitio donde debíamos descender, justo sobre una tormenta donde intensos relámpagos plagaban el cielo, saltando de las nubes superiores a las inferiores, como si de infinidad de hilos de adhesivo, en dos trozos de madera pegados y separados se tratara.
En fundado en mi cápsula EVA, una especie de robot antropomorfo, con una gigantesca cabeza en lugar de torso, en cuyo interior me encontraba yo sentado, cubierto por una gran burbuja de polímero transparente que me da un rango de visión de ciento ochenta grados. Avance con firme pasos hasta el borde de la rampa de salida, que daba a la boca del túnel del hangar y me dejé caer, deslizándome como por una resbaladilla hasta salir a la atmósfera.
Fuera de la nave, la IA encendió el campo antigravitón y los propulsores electromagnéticos, que me ayudarían a desplazarme en medio de las densas capas de nubes. Junto a mí, otros siete exploradores y diez drones recolectores de muestras, conformaban el grupo. Empezamos a descender y las nubes a hacerse cada vez más gruesas y extrañas, hasta parecer estar volando en medio de un tipo de jarabe o potingue espeso y oscuro.
La visión normal era inservible aquí, sensores láser permitían ubicar donde estaban los otros integrantes de la misión y evitar así chocar unos con otros, lo que, si bien no hubiera resultado peligroso, si hubiese sido bastante molesto.
Casi diez horas después de haber iniciado, llegamos al destino, en una de las capas más profundas del planeta la que recubría su posible núcleo sólido, se trata de la capa de hidrógeno metálico, una forma de este gas, comprimida tan intensamente que se comporta como un conductor de la electricidad, más allá de este punto no podríamos seguir avanzando, nuestros propulsores electromagnéticos no lo hubiesen permitido.
Los drones equipados con contenedores específicamente diseñados empezaron a tomar muestras de los gases alrededor de esta región, y de la capa de hidrógeno metálico misma. Mientras tanto, los exploradores nos situamos formando un octágono, separados unos veinte metros uno del otro, con el fin de iniciar el rastreo del núcleo del planeta, emitiendo ondas direccionadas al centro del mismo esperando recibir el rebote de las mismas en la región sólida central, después de casi dos horas empezamos a percibir las lecturas.
El planeta tenia un núcleo sólido, formado por carbono puro, comprimido por las altas presiones y temperaturas hasta cristalizarse, era un diamante de varios cientos de miles de toneladas. En otro tiempo el sueño de un joyero, este material, mas común hoy de lo que muchos quisieran, era esencial para la construcción de los filamentos usados en la industria de la construcción de superestructuras como puentes y túneles de vacío para hipertrenes.
Sin embargo, en este planeta, se trataba sólo de una curiosidad, su extracción sería injustificada, habiendo sitios donde la operación sería más sencilla y menos riesgosa. Sin embargo, resultaba interesante encontrar un núcleo planetario de carbono, algo común en los planetas de metano, donde predomina este elemento; en un gigante gaseoso, donde lo común son los núcleos rocosos de silicatos.
Texto de @amart29 y arte digital de @xpilar, Junio de 2019
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Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar
Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima
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