Me siento muy contenta por estar de nuevo participando en otros de sus maravillosos concursos, esta segunda semana dedicado al Chef favorito de la familia.

En mi familia habían dos chef favoritos, eran dos personas muy queridas por mi, una era mi abuela quien tenía una sazón muy especial. La otra era mi mamá, de quien aprendí lo que sé en las artes culinarias. En la cocina, mi mamá y mi abuela eran como el agua y el aceite, a mi abuela le gustaba usar aceites en las comidas (sofreír los aliños), le daba un gusto muy rico, pero eran comidas poco saludables, motivo por el cual, a mi mamá no le gustaba. Ella cuidaba mucho de nuestra salud y optaba por cocinar con menos aceite y condimentos artificiales, es decir, de la manera más natural y sana posible.

Era dos sazones muy distintas, pero muy buenas, así que yo me incliné por las opción más saludable, la de mi mamá, pero a veces suelo salirme un poco de la rutina y darme de vez en cuando uno que otro gustito. Esto quiere decir que estoy así como en un punto medio. Lamentablemente, ambas ya no están en este plano, motivo por el cual no puedo nominar a una de ellas como mi chef favorito de la familia.

Ahora si, sin más preámbulos, el chef favorito de la familia es esta humilde servidora, es decir, yo. En la cocina superé a mi mami en algunos aspectos. A parte de sus enseñanzas, me he atrevido a absorber un poco el estilo de algunas amigas que cocinan muy bien, claro, sin nunca llegar a perder mi esencia. Es cuestión de aprender un poco más, incluso usando libros de recetas.

Mis recetas más destacadas las he compartido en Steemit, una red que me ha inspirado a realizar muchas cosas. Tal vez nunca me hubiera animado a innovar un poco en la cocina sino fuera por los concursos y las dinámicas gastronómicas que nos ofrece Steemit.

Por eso me animé a preparar un delicioso Gordon Bleu de pollo, nunca lo había hecho, pero con esmero y dedicación salen muy bien las cosas. Es sencillo, compré la pechuga de pollo deshuesada y le pedí el favor al carnicero que la cortara en filetes. Las condimenté con sal y ajo y las rellené con jamón y queso amarillo. para el rebozado las pasé primero por harina de trigo, luego por huevo batido y por último por pan rallado. Le coloqué unos palillos para que evitar que se le saliera el relleno y luego la freí con suficiente aceite. El contorno fue papas al vapor con margarina y perejil.