Perdí toda rabia al besarlo, extrañe demasiado poder estar con él, a pesar de todo. Poco a poco los besos llevaron a caricias y de esas caricias fueron poco a poco desapareciendo nuestra pelea.

No podía controlar la situación, sus besos era simplemente droga para mí, por más que lo intentara no dejaba de ceder ante él y mi cuerpo era el principal creador de impulsos.

Me pidió irnos en el carro y yo en mi intento de hacerme la dura no quise, por lo que se agachó en frente de mi y me agarro por las piernas, de tal forma que mi pecho cayera en su espalda, mientras decía:

-¿No entiendo por que no me doy cuenta que contigo no se puede lidiar aveces? Vamos debo hacerte un eco, con todo lo que te has descuidado necesito saber que esta bien mi hijo.

Me llenó un poco de ternura lo que me dijo y termine de dejar que hiciera lo que tenia planeado, me monto en el carro y me vio fijamente a los ojos, no pude evitarlo y lo bese nuevamente, hasta que perdí el control de la situación.

Me pase al puesto del conductor y me senté en sus piernas, comenzamos a besarnos aún más apasionado, quite su cinturón, desabroche su pantalón con mucho desespero, mientras el desabrocho cada botón de mi vestido, coloco de lado mi ropa interior y me penetro.

Sentía como mi cuerpo se electrificaba con cada caricia, con cada roce y con cada penetración. Hasta que nuestros cuerpos quedaron exhaustos, me besó diciéndome:

-No sabes como te extrañe, por favor no vuelvas a hacer eso más nunca.

-También te extrañe, perdóname, sé que entendí todo mal.

-Por favor no sigas pensando en eso, estamos juntos eso es lo que importa.

Seguimos nuestro camino hasta su consultorio, me hizo mis exámenes pertinentes y vio al bebé, apenas era una especie de semillita, pero logre oír los latidos de su corazón, cuando lo oímos, nuestros ojos se aguaron ¿Como algo tan pequeño y tan nuevo en mi vida podía llegar a importarme tanto y tan rápido?

Acaricio mi vientre y me besó, comenzó a acariciarme, pensé que se cumpliría su tan anhelado sueño de estar con una paciente en su consultorio y realmente no tenia problemas, en medio del beso, sonó el teléfono del consultorio y él atendió inmediatamente.

Sus ojos se tensaron cuando oyó lo que su secretaria le decía, pensé que era una emergencia, por lo que dije:

-¿Que está sucediendo, es una emergencia?

-Por favor vístete, necesito aclarar algo.

Lo note muy frió en su comentario, así que decidí vestirme y salimos rápidamente del consultorio, pero jamás pensé que afuera estaría él.

Era Juan ¿Hasta cuando pretendía molestarme? ¡Dios! ¿Ahora que habrá hecho?

-¿Puedo saber que demonios haces aquí?

-Vine a ver que ha pasado con mi hijo.

-¿Que?

-Sí Zoraya ¿No pretendías contarle a tu doctorsito lo que paso entre nosotros?

Continuará...

Este relato es la continuación de un relato erótico largo, te recomiendo leer las partes anteriores para entenderlo. Quedarán atrapados en esta seductora y romántica historia:

• El café más caliente que he tomado (Parte 1).

• El giro de mi vida (Parte 2).

• El Reencuentro (Parte 3).

• La consulta (Parte 4).

• La antesala de la cita (Parte 5).

• La cita (Parte 6).

• El tan deseados encuentro sexual (Parte 7).

• El despertar (Parte 8).

• La confesión (Parte 9).

• La historia de Cristopher (Parte 10).

• La noticia (Parte 11).

^{Nota: Las imágenes Sexo en el vehículo, Hombre molesto mientras mujer se va y Gif sexo en el carro fueron editadas en la página Free Online Image Editor.}