El café mas caliente | La antesala de la cita.

andreacastaneda (58)in #spanish • 6 years ago (edited)

Salí del consultorio tratando de entender que había pasado, mi amiga se acercó a mí con cara de preocupación y me dijo:

-¿Qué ha pasado? ¿Por que tienes cita con él mañana?

Entré en cuenta de que ella sentía miedo a una enfermedad o algo y preparándome para el interrogatorio le comenté:

-No es una cita médica, es algo más... Más personal, mañana en un restaurante.

Su cara cambió dramáticamente y me dijo:

-¿Perdón? ¿Te vio desnuda y le provocó salir contigo? ¡Andas arrasando en este país! Mientras yo sigo solterona ¿Qué truco usas? Lo necesito.

-No es lo que tú crees, es él, aquel hombre del café, aún no logro analizar que sucedió.

De ahí en adelante caí en cuenta de que tenía una cita con él mañana en la noche y mis nervios se incrementaron, mientras que Reina no dejaba de preguntarme cosas incomodas de la consulta. Cuando de repente mi teléfono sonó, era un mensaje:

-¿Es usted la bella dama con la que tuve el placer de coincidir en los sanitarios del café?

No podía evitar reírme mientras nos texteábamos:

-¿Eso le dices a todo tus contactos?

-Algo que puedo asegurar, no eres la primera y lo sabes, pero gracias a Dios si eres la última.

-He oído eso antes, no me convences.

-Mañana espero poder hacerlo ¿Me pasas la dirección?

Lo hice aún con mucho nervio, ese hombre me descontrolaba y no entendía por que, su mirada su sonrisa, sus caricias, su voz, todo en él causaba algo en mí que era indescriptible, era algo más allá del sexo y ese era mi miedo.

-Perfecto señorita Zoraya, mañana la veo en la entrada del edificio, por favor vístase muy bella y elegante, aunque creo que tu belleza será suficiente.

Me pareció muchas palabrerias de conquistador así que obté por no seguir respondiendo. Llegando al departamento, mi querida amiga Reina ya me estaba sacando de quicio con sus preguntas, así que decidí acostarme a dormir y para evitar que siguiera molestando cerré la puerta del cuarto. Cuando ya mi mente se estaba concentrando en dormir, me llegó un mensaje:

-Lo siento, ya entendí que mis mensajes no te agradaron, no sé si te das cuenta, pero en esto de las citas he perdido práctica, hace mucho tiempo que no intento nada con nadie y bueno ya no sé ni como actuar ¿Me perdonas?

-No tengo nada que perdonarte, supongo que todos ustedes son patanes con las mujeres que han cedido tan fácil.

-¿Por eso es que actúas así? ¿Sientes que te considero fácil? Estas muy equivocada, realmente tu actitud ese día me enloqueció y me dejo obsesionado contigo, no te considero fácil, realmente te considero misteriosa, pues tu rostro describe algo totalmente a tus acciones. Me atraes en muchos aspectos aunque no lo creas, aun sabiendo que el sexo ha predominado en nuestros encuentros, te invite a salir por que quiero saber más de ti, de quien eres como persona.

Me dejó sin palabras, realmente no sabía que creer, había creado una desconfianza en los hombres desde mi última relación y no sabía creer en ellos, pero lo que sí era cierto, es que cada día sentía más cosas por él. Decidí ignorar el mensaje, era más sencillo así y acostarme a dormir, pero casi inmediatamente llegó otro mensaje:

-Ok, supongo que te quedaste dormida, espero tengas dulces sueños, buenas noches.

No pude evitar sonreír y me quede dormida al rato.

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Al día siguiente mientras buscaba que ponerme mi amiga Reina entró al cuarto y me aconsejó:

-El vestido rojo es el ideal, ese restaurante al que te llevará es muy lujoso y debes resaltar, además ese corte que tiene en la espalda lo hará embobar.

-¿Qué vestido rojo? Sabes muy bien que no tengo ropa de vestir elegante, estoy desesperada.

-¿Tanto es tu interés por él que olvidaste que hoy es tu cumpleaños verdad?

¡Dios era cierto! cumplía 30 años de edad y se me había olvidado por completo. Ella por su parte prosiguió:

-La semana pasada vi este vestido y aunque es un poco atrevido para ti, considere que con tu nueva personalidad quedaría bien.

-¿Estás loca? El mensaje de este vestido es seducir, se supone que quiero dar otra idea.

-Por eso mi querida amiga sigues sola a los 30 años de edad, así que déjame todo a mí, te verás perfecta para tu cita, ve a arreglarte para trabajar.

Su comentario me dejo pensando un rato, pero ya no podía hacer nada, no tenia otro vestido, me arregle y salí a trabajar.

Todo el día en el trabajo fue igual aunque no podía concentrarme, pasada las 5 de la tarde decidí ir al baño a arreglarme, ya había realizado todo mi trabajo con plena anticipación y todo estaba listo. Lo bueno de mi lugar de trabajo es que tenia donde bañarme y esas cosas, por lo cual logre asearme bien. La sorpresa más grande fue cuando abrí el bolso con la ropa interior, mi querida pero no delicada amiga había guardado un conjunto de lencería muy obvio, yo me quería morir, no tenia más nada para ponerme, además, ir sin nada abajo de la ropa seria mil veces peor, trate de calmarme y me puse el conjunto, me terminé de vestir y arreglarme el cabello, cuando ella venía entrando al baño.

-¿Te gustó mi segundo regalo?

-¿Acaso has perdido la razón? Perdiste tu dinero pues eso no lo va a ver él, te dije que iremos con calma.

-Si si si.. Ya me lo agradecerás. Ahora vamos a maquillarte para que quedes perfecta.

Ya vestida y arreglada me dispongo a salir, eran las 6:10 pm y no sabía como controlar mi respiración para no parecer tan nerviosa. De repente llega un mensaje a mi teléfono:

-Estoy afuera desde hace ya 20 minutos, ayer no me contestaste ni hoy ¿te arrepentiste? por favor responderme.

Tomé mi última bocanada de aire y salí, caminé hasta la entrada del edificio y ahí estaba él, a punto de entrar a su auto cuando me vio. Salio rápidamente y se quedo sin habla, jamás pensé poder lograr eso en alguien, mucho menos en la persona que frecuentemente ocasionaba eso en mí.

Continuará...