A las Puertas del Hades - Revelación / At the Gates of Hades - Disclosure
Español
A las Puertas del Hades
Revelación
―Cuando acepté involucrarme en esto, nunca pensé que su alcance llegara a tantos niveles ―dije a Lion Soriano, quien con un rostro desencajado se mantenía casi inmóvil frente a mí, sin apartar su mirada de la mesa ―. Tampoco pensé que este sería el desenlace.
―Yo temía que esto pasaría, pero debía intentarlo y después de preguntar a muchas personas, todo me llevó a usted y pese al resultado de los acontecimientos no defraudó mi confianza ―dijo, mientras sus ojos se humedecían y sus labios temblaban.
Los comandos del ejercito habían entrado a Olimpo, se habían abierto paso a través de la estación, mamparo tras mamparo, todos y cada uno de los que ahí trabajaban, y los huéspedes habían sido apresados, incluso, en medio de la operación una pequeña nave de emergencia, había logrado escapar, y tras ser perseguida por un caza y negarse a regresar, fue derribada, muriendo sus cinco ocupantes, todos ellos miembros de la directiva de la estación.
Fueron recuperados ciento veintitrés niños y jóvenes, de entre ocho y dieciséis años, que habían sido sometidos a todo tipo de aberraciones, para satisfacer las depravaciones de los asiduos visitantes de las instalaciones y gracias a Vicky y sus habilidades, toda la lista de huéspedes de la estación fue revelada, y el rastreo de los fondos, condujo a identificar a una oscura cofradía de banqueros y empresarios del sector turístico, como los principales inversores de esta operación al igual que de Avalon, Valhala y Edén, lo que también permitió intervenir y cerrar éstas.
La lista de clientes de Olimpo, no era tan extensa como la de las otras tres estaciones, pero si más selecta, los servicios que en ella se ofrecían no podían ser pagados por cualquiera y sólo individuos de grandes recursos y muy comprometidos con sus oscuras paciones, podían darse el lujo de ser sus clientes, había, desde un diputado del Parlamento, que había hecho sólo una visita, hasta un conocido empresario, miembro de la junta de inversores del Consorcio, que era su huésped al menos una veces al mes.
Pero no toda la operación había resultado exitosa, la última habitación de aquel pasillo, contenía los cuerpos de al menos cincuenta y tres niños, la mayoría nunca identificados, que habían sido torturados y mutilados hasta la muerte, en las habitaciones de aquel lugar, por degenerados que sólo buscaban satisfacer sus depravados apetitos.
Sus cuerpos eran almacenados en aquel sucio lugar y una vez al mes retirados y llevados a un planeta gigante gaseoso, donde eran arrojados en un contenedor de carga, para ser destruidos por su atmósfera. Nunca se supo cuántos niños habría perdido su vida en aquel lugar, cuantas victimas sin nombre fueron devoradas por las fauces de aquel invisible monstruo, que, ante la mirada disimulada de cientos de personas influyentes, reclamaba el sacrificio de vidas infantiles.
En una de las bolsas, sepultado casi al fondo de la pila, se encontraba el cuerpo de Natalia Soriano, abusado, torturado y mutilado, había sido víctima de horrores inconcebibles e imperdonables, su victimario, Samuel Oestrich, un cliente frecuente de Olimpo, era el quinto hijo de Benjamín Oestrich, conocido y acaudalado empresario minero de Cerbero. Samuel era un depravado hombre de cuarenta años, que toda su miserable e inútil vida había sido un monigote, bajo la tutela de un severo y dominante padre, que parecía sentir un alivio a su reprimida existencia, abusando y torturando, hasta la muerte, a indefensos niños.
―¿Por qué lo hizo?, ¿por qué me buscó? ―pregunté a Soriano, quien, con la cabeza inclinada, dejaba caer sus lágrimas sobre la mesa ―. Mas aún, si pensaba que este sería el resultado.
―Tenía que hacerlo…, aun guardaba la esperanza de encontrar con vida a mi Natalia ―dijo rompiendo en llanto ―. Sabia que esos monstruos le harían eso, pero creí que tal vez usted podría llegar a tiempo.
―Natalia había muerto ya hace cinco semanas, por más rápido que hubiese podido hacerlo, nunca la habría encontrado con vida ― le dije ―. Fue una suerte que se hubiesen retrasado en disponer de los cuerpos, o nunca la habríamos encontrado.
―Mi Natalia…, todo esto fue por mí, nunca debí haberme metido en esto …―dijo llorando.
―Cuando Vicky me introdujo a Avalon y por pura casualidad uso la identidad de Ezequiel Lau y supe que era un miembro del parlamento de Cefeo, empecé a sospechar que algo pasaba ―expliqué buscando su mirada ―. Luego cuando Laura y Aida me explicaron su versión del secuestro y que quien las rapto, era un miembro de su equipo, estuve casi seguro.
―Todo fue mi culpa … ―insistió, con su rostro bañado en lágrimas.
―Pero fue Vicky, quien terminó por confirmármelo ― le dije, mirando directamente a su desencajado rostro ―. Cuando examinó la lista de clientes de Olimpo, encontró su nombre. Usted se hospedó ahí dos veces el año pasado, la primera vez pagó por dos niñas de la edad de su hija y la segunda por una niña y un niño ― me puse de pie y golpeé la mesa con mis puños, Soriano saltó en su asiento, sorprendido por mi reacción ―. En que demonios estaba pensando maldito depravado, usted tenia una hija, una familia, que clase de mierda pasa en su cabeza.
―No lo sé… ―balbuceó ―. Sólo quise probarlo, saber que se sentía ―alcancé a entender de entre sus repulsivos sollozos.
―¿Qué carajos hizo?..., ¿qué hizo?, para que usaran a su hija para desquitarse de usted ―le grité.
―Fui cliente de Avalon por mucho tiempo…, pero no me satisfacía por completo … ―dijo mientras se limpiaba el rostro con la manga de la camisa ―. Las mujeres de Tetis se ven más jóvenes de lo que en realidad son, pero no eran lo que yo quería, así que conseguí que me invitaran a Olimpo, me habían prometido que ahí conseguiría lo que buscaba…
―No necesito su triste historia, maldito infeliz, vaya al grano, ¿qué fue lo que hizo? ―le pregunté nuevamente ―Sólo necesito saber, que fue lo que provocó todo esto, sólo necesito entender, como fue que tres niñas, que sólo paseaban en un centro de compras, terminaron metidas en ese maldito agujero, por su culpa.
―La segunda vez que estuve ahí ―dijo rehuyendo mi mirada ―. Vi como de una de las habitaciones, uno de los empleados de mantenimiento, sacaba un carrito de carga de basura, con los cuerpos decapitados de tres niños y mientras avanzaba por el pasillo, un robot trapeadora, limpiaba el rastro de sangre que iba dejando― nuevamente empezó a llorar ―. Vomité ahí donde estaba, caí al piso y uno de los edecanes vino a asistirme…, impactado le dije que quería irme de inmediato, que no podía seguir ahí.
“Fui llevado a una de las naves y me dejaron sentado ahí en la cabina por cuatro horas, hasta que se reunieron los diez pasajeros necesarios para que la nave saliera, hice el viaje de vuelta con esos degenerados, y fueron todo el camino de vuelta, conversando y narrándose su experiencia, entre ellos estaba el tipo que había decapitado a los niños del carrito, el maldito infeliz se reía y regodeaba, narrando como los había torturado.”
“Luego de eso decidí que trataría de alguna forma de mover mis contactos para hacer que el Parlamento interviniera Olimpo, pero sin que mi participación se supiera. Cuando secuestraron a Natalia y sus amigas, Saul Harris, el maldito que las raptó, vino a mi a darme el mensaje de Olimpo, dijo que había perdido a mi hija y que, si continuaba metiéndome en lo que no me incumbía, perdería al resto de mi familia.”
―Entonces fue cuando decidió ubicarme, para hacer el trabajo, porque la policía no podría hacerlo ―le dije.
―Los policías no llegan a donde está Olimpo, su jurisdicción se limita al territorio del Parlamento, sólo el ejercito interviene fuera y para que ellos lo hicieran, alguien debía tener pruebas de lo que ahí sucedía ―explicó.
―¿Nunca pensó que yo terminaría por descubrirlo? ―le pregunté.
―Esperaba que lo hiciera, deseaba que lo hiciera ―respondió.
―No espere que empatice con usted maldito infeliz, tal vez usted no fue el monstruo que decapito esos tres niños, pero si hubiese tenido el valor de confesar su inmundicia, esto no le hubiese pasado a su hija y muchos otros niños se abrían salvado de toda la mierda que les hicieron, mientras usted trataba de salvar su miserable conciencia, sin ensuciarse las manos ―le dije, mientras le daba la espalda y abría la puerta ―. Cabo, puede llevarse a este pedazo de mierda, ya me dijo todo lo que necesitaba saber de él ― le dije al soldado que estaba de pie al lado de la puerta de la sala de interrogatorios.
“Espero que pase bien los últimos años de su vida en Zodiac 1, usted y sus otros amigos de Olimpo, serán enviados allá, supongo que ellos estarán felices de verlo ―dije a Lion Soriano, antes de salir de la sala.
Dejé el edificio de la policía militar de Atlas con un dejo amargo en mi boca, ahora, debía ir al hospital militar, donde habían llevado a los niños rescatados, para darles tratamiento, muchos de ellos tal vez nunca se recuperarían por completo de las experiencias que habían vivido en Olimpo, más allá del daño que habían recibido sus cuerpos. Laura y Aida, se encontraban ahí, sus padres ya habían venido a acompañarlas. Las heridas de Aida, gracias a las nanomáquinas, casi habían sanado del todo. Pasaría a despedirme de ellas antes de hacer el viaje de vuelta a Heracles.
English
At the Gates of Hades
Disclosure
-When I agreed to get involved in this, I never thought its reach would reach so many levels, -I said to Lion Soriano, who with a disheveled face stood almost motionless in front of me, not looking away from the table-. Nor did I think this would be the outcome.
-I was afraid this would happen, but I had to try and after asking many people, everything led me to you and despite the outcome of the events you did not disappoint my confidence, -he said, while his eyes were wet and his lips were trembling.
The army commandos had entered Olympus, had broken through the station, bulkhead after bulkhead, each and every one of those who worked there, and the guests had been apprehended, even, in the middle of the operation a small emergency ship had managed to escape, and after being chased by a fighter and refusing to return, it was shot down, killing its five occupants, all members of the station's board.
One hundred and twenty-three children and young people, between the ages of eight and sixteen, who had been subjected to all sorts of aberrations, were recovered to satisfy the depravations of the regular visitors to the facilities, and thanks to Vicky and her skills, the entire list of the station's guests was revealed, and the tracking of the funds, led to the identification of an obscure brotherhood of bankers and businessmen in the tourism sector, as the main investors in this operation as well as in Avalon, Valhalla and Eden, which also allowed them to intervene and close these.
Olimpo's list of clients was not as extensive as that of the other three stations, but if it was more select, the services offered there could not be paid for by just anyone and only individuals of great resources and very committed to their obscure countries could afford to be its clients. There were, from a member of Parliament, who had made only one visit, to a well-known businessman, a member of the board of investors of the Consortium, who was its guest at least once a month.
But not all the operation had been successful; the last room in that corridor contained the bodies of at least fifty-three children, most of them never identified, who had been tortured and mutilated to death in the rooms of that place by degenerates who were only trying to satisfy their depraved appetites.
Their bodies were stored in that dirty place, and once a month they were removed and taken to a gaseous giant planet, where they were thrown in a cargo container, to be destroyed by its atmosphere. It was never known how many children would have lost their lives in that place, how many nameless victims were devoured by the jaws of that invisible monster, which, before the hidden gaze of hundreds of influential people, demanded the sacrifice of children's lives.
In one of the bags, buried almost at the bottom of the pile, was the body of Natalia Soriano, abused, tortured and mutilated, she had been the victim of inconceivable and unforgivable horrors, her victimizer, Samuel Oestrich, a frequent client of Olimpo, was the fifth son of Benjamin Oestrich, a well-known and wealthy mining businessman from Cerbero. Samuel was a depraved man in his forties, who all his miserable and useless life had been a puppet, under the tutelage of a severe and domineering father, who seemed to feel a relief from his repressed existence, abusing and torturing, to death, defenseless children.
-Why did you do it? why did you look for me? -I asked Soriano, who, with his head bowed, let his tears fall on the table -. Even more, if you thought this would be the result.
-I had to do it... I was still hoping to find my Natalia alive - he said, breaking down in tears -. I knew those monsters would do that to her, but I thought maybe you could make it in time.
-Natalia had already died five weeks ago, no matter how fast I could have done it, I would never have found her alive -I told him-. It was lucky that they were late in disposing of the bodies, or we would never have found her.
-My Natalia..., all this was for me, I should never have gotten involved in this... -he said crying.
-When Vicky introduced me to Avalon and by pure chance used Ezequiel Lau's identity and I knew he was a member of Cepheus' parliament, I began to suspect that something was going on -I explained by looking for his glance-. Then when Laura and Aida explained to me their version of the kidnapping and that the person who kidnapped them was a member of your team, I was almost sure.
-It was all my fault, -he insisted, his face bathed in tears.
-But it was Vicky, who finally confirmed it to me, -I told him, looking directly at his unhappy face -. When she examined Olympus' client list, she found your name. You stayed there twice last year, the first time you paid for two girls your daughter's age and the second time for a girl and a boy - I stood up and pounded the table with my fists, Soriano jumped into his seat, surprised at my reaction -. What the hell were you thinking, you depraved fuck, you had a daughter, a family, what kind of shit goes on in your head.
-I don't know, -he mumbled-. I just wanted to try it out, to know what it felt like, - I understood from his repulsive sobs.
-What the fuck did you do? ...what did you do? ...to get them to use your daughter to get back at you, -I shouted at him.
-I was a longtime customer of Avalon's... but I wasn't completely satisfied... -he said as he wiped his face with his shirt sleeve-. The women of Tethys look younger than they really are, but they were not what I wanted, so I got them to invite me to Olympus, they had promised me that I would get what I wanted there...
-I don't need your sad story, you little shit, get to the point, what did you do? -I asked him again, -I just need to know, what caused all this, I just need to understand, how did three girls, who were just walking around in a shopping center, end up in that damn hole, because of you.
-The second time I was there, -he said, shunning my gaze-. I saw one of the maintenance workers pull out a garbage cart with the decapitated bodies of three children from one of the rooms and as he walked down the hall, a mopping robot was cleaning up the trail of blood it was leaving - he started crying again -. I threw up where I was, fell to the floor and one of the aides came to assist me..., shocked I told him that I wanted to leave immediately, that I could not stay there.
"I was taken to one of the ships and they left me sitting there in the cabin for four hours, until the ten passengers needed for the ship to leave were gathered, I made the trip back with those degenerates, and they went all the way back, talking and narrating their experience, among them was the guy who had decapitated the children in the cart, the damn bastard laughed and gloated, narrating how he had tortured them".
"After that I decided that I would try somehow to move my contacts to get Parliament to intervene Olympus, but without my participation being known. When Natalia and her friends were kidnapped, Saul Harris, the bastard who kidnapped them, came to me to give me Olympus' message, saying that I had lost my daughter and that if I continued to meddle in what was not my concern, I would lose the rest of my family.
-That's when he decided to look for me, to do the job, because the police couldn't do it, -I told him.
-The police don't get to where Olympus is, their jurisdiction is limited to the territory of Parliament, only the army intervenes outside and for them to do so, someone had to have proof of what was going on there, -he explained.
-Did you never think I would end up finding out? -I asked him.
-I was hoping you would, I was wishing you would, -he replied.
-Don't expect me to sympathize with you, you wretched man, maybe you weren't the monster who beheaded those three children, but if you'd had the courage to confess your filth, this wouldn't have happened to your daughter and many other children would have been saved from all the shit they got up to, while you tried to save your miserable conscience, without getting your hands dirty, -I told him, as I turned my back and opened the door-. Corporal, you can take this piece of shit, he' s already told me everything I need to know about him - I told the soldier standing by the door of the interrogation room.
I hope you have a good time the last years of your life on Zodiac 1, you and your other friends from Olympus, will be sent there, I guess they'll be happy to see you,- I said to Lion Soriano, before leaving the room.
I left the Atlas military police building with a bitter taste in my mouth, now I had to go to the military hospital, where they had taken the rescued children, to give them treatment, many of them would perhaps never fully recover from the experiences they had lived in Olympus, beyond the damage their bodies had received. Laura and Aida were there, their parents had already come to accompany them. Aida's wounds, thanks to the nanomachines, had almost completely healed. I would say goodbye to them before making the trip back to Heracles.
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Hola amigo, un excelente escrito, gracias por compartirlo con nosotros!! Saludos... :)
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