Me gusta leer libros de temática socioeconómica. Hasta hace poco desarrolle interés por este tipo de lectura debido a una asignación de la universidad que me pedía analizar ciertos hechos históricos. A raíz de eso fui aprendiendo a ver la historia desde una perspectiva diferente, pues ahora comprendo la frase que dice “debes averiguar de dónde vienes para saber hacia dónde te diriges”.

Mi flor favorita es el Girasol, ya que su color me cautiva, además, tiene un significado muy hermoso, según mi punto de vista. Hace tiempo leí que esta flor gira, desde que amanece hasta que anoche, para buscar la luz del sol y, por esta razón, regalar girasoles significa que aquella persona a quién se lo ofreces representa tu sol, es decir, es muy importante en tu vida, es la luz que te guía y tu maravillosa estrella. Por esta afición, he sembrado algunas de estas flores

Cuando tenía seis años mi madre fue diagnosticada con un tumor cancerígeno en el cerebro. En ese período fue internada en otro estado, por lo que, mi hermano y yo, estuvimos alejados de ella. Para prevenir que sufriéramos, nuestra madre evitó explicar el motivo de nuestra separación, así que no supimos nada de ella mientras fue sometida a una intervención quirúrgica. Los médicos no le daban muchas esperanzas de vida. Sin embargo, mi madre sobrevivió, aunque no pudieron extirpar la totalidad del tumor ya que era muy grande.

En ese tiempo me sentí abandonada y desconcertada. Estábamos al cuidado de mi abuela paterna. Tampoco mi padre nos visitó ni una sola vez. No nos permitían hablar con nuestra madre por teléfono ya que pensaban que nos preocuparíamos. Así que los días fueron pasando y yo empecé a sospechar que nunca más la volvería a ver. Todas las noches soñaba con ella. Pero su rostro se me hacía cada vez más borroso, sentí miedo de olvidarla.

Cuando estuvimos con mi abuela, nuestras porciones de comida eran diminutas y poco a poco fui acostumbrándome a sentir hambre, hasta que ya no necesité comer tanto. De hecho aún como poco debido a esa experiencia. Además, me enferme emocionalmente debido a la ausencia de mi madre. Constantemente presentaba fiebre, insomnio y vómitos; estaba desnutrida.

Mientras tanto, mi madre pasó por una segunda operación para extirpar el resto del tumor y por un periodo de recuperación. Cuanto tenía siete años, nos llevaron a verla, y recuerdo, que no la reconocí; pues ella no tenía cejas, pestañas, ni cabello. En el momento, negué que esa persona fuera mi madre pero, ella insistió en querer hablar conmigo, cuanto más hablaba más entendía que era mi mamá...

¡Me alegré! A pesar de su nueva apariencia me alegre muchísimo. En el momento en que entendí quien era le di un fuerte abrazo, pues para una niña su madre es el ser más bello, véase como se vea.

Mi madre logro superar su enfermedad, y ahora, aprecio mucho su compañía ya que comprendo el valor que tienen las personas y lo efímera que puede llegar a ser nuestro tiempo en la Tierra. Hoy puede ser el último momento que veamos a aquellas personas especiales con vida. Si me pidieras un consejo, te recomendaría que ames con intensidad y demuestres tu afecto a todas las personas importantes para ti…

Actualmente vivo con mi madre y mi hermano y, además, estudio Contaduría Pública en la Universidad Politécnica Territorial José Antonio Anzoátegui (UPTJAA). Estoy esforzándome por aprender todo lo que pueda, pues espero ser una profesional capacitada y cumplir mi propósito dentro de la organización en la cual labore.

Me interesaría pertenecer a una comunidad que comparta mi gusto por los animales y la naturaleza, además de todo lo relacionado con la conservación del medio ambiente. Así como también una que trate de dibujos y pinturas. En ocasiones dibujo y me gusta apreciar las ilustraciones que realizan otras personas. Igualmente me gustaría conocer más acerca de la plataforma y encontrar un lugar donde compartan experiencias de vida y el resultado positivo que estas dejaron.