EL DÍA QUE… Decidí construir un Theremín. (VIII - Final).

(VIII - Final).

Posteriormente hicimos un par de intentos más de hacer sonar el theremín, volvimos a comprobar los cables, ver que todo estaba como salía en las instrucciones y darle mil vueltas a nuestras cabezas para ver qué era lo que podía estar fallando, pero nada, no había manera.

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Oscar se llevó el theremín a su casa (él ha estudiado electrónica), para ver qué era lo que podía hacer y finalmente abandonó, nos dijo que no veía que hubiese nada mal y que no entendía por qué no sonaba, así que nos lo devolvió.

Más tarde nos hablaron de un par de personas que nos podían ayudar a arreglarlo, de uno de ellos decían que incluso había hecho un theremín (parecido al nuestro). Pero nada, era imposible quedar con ellos, nunca tenían tiempo o estaban algo dispersos en sus vidas.

Nos llegaron incluso a dejar un theremín de antena (el mismo tipo que el nuestro), construido de forma casera. Lo cogimos, lo enchufamos y vimos que funcionaba perfectamente así que decidimos abrirlo para ver qué escondía en sus entrañas que hiciera que sonara y el nuestro no. Al abrirlo nos dimos cuenta de que ese theremín parecía más simple que el nuestro, que tenía menos componentes y que quizás nos habíamos complicado mucho la vida con el nuestro.

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No sacamos nada en claro ya que el theremín era diferente y seguíamos sin saber qué era lo que le pasaba al nuestro. Pensamos incluso en hacer uno nuevo y ver si ahora que ya sabíamos soldar y hacerlo todo mejor conseguíamos hacer uno que sonara, ya que puede ser más fácil eso que averiguar qué es lo que le pasa al nuestro. Pero Raúl, mi compañero de theremínes, no estaba dispuesto, decía que después del fracaso del primero no estaba motivado a hacer un segundo.

Así que ahora aprovecho para ver si algún lector sabe acerca de electrónica y puede darnos alguna idea de qué es lo que podemos hacer para intentar que suene de una vez…

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A día de hoy sigue sin sonar, lo bueno es que hemos conocido a una chica que nos ha dicho que nos lo va a mirar para ver si consigue arreglárnoslo, ya confío poco en que eso vaya a suceder, pero hay que intentarlo, no perdemos nada y si finalmente llega a sonar será muy ilusionante después de tanto tiempo invertido.

Si eso sucede algún día, haré un capítulo más para que podáis verlo en acción…

Lo mejor del proyecto de construir un theremín es que al mismo tiempo que esto pasaba comencé a hacer otros proyectos relacionados a éste y que os contaré en un próximo post que yo llamo “EL DÍA QUE… Decidí hacer un millón de proyectos paralelos al Theremín”.

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