EL DÍA QUE… Decidí construir un Theremín. (IV).

(IV).

Una vez habíamos conseguido reunir todas las piezas que nos hacían falta para construir el theremín, comenzamos a aprender a soldar, fue nuestro amigo Oscar el que nos explico cómo debíamos hacerlo.

[Foto propia]

Nuestras prácticas las hicimos soldando piezas a una placa, las primeras soldaduras fueron una ruina, la placa se quemaba y parecía algo difícil de hacer sin llegar a quemarla. Más tarde nos dimos cuenta de que la punta del soldador estaba rota, así que compramos una punta nueva y un poco más fina, así fue un poco más fácil.

[Foto propia]

Después de un día completo de prácticas de soldadura ya nos sentíamos preparados para empezar a unir las piezas que íbamos a utilizar en la construcción de nuestro instrumento.

Una semana más tarde quedamos, ese día se nos unió Víctor, el tenía ganas de ver cómo lo hacíamos, de echarnos una mano y de hacer fotografías y videos, ya que los días previos yo había tenido una idea que me gustaba mucho…

Lo primero que se me ocurrió fue hacer una especie de tutorial-documental del proceso de fabricación de un theremin desde cero, es difícil encontrar una página web en donde venga bien explicado de forma que se pueda entender todo bien y como nosotros no sabíamos nada pues podía ser interesante, ahí entraba en juego Víctor como cámara oficial del proyecto.

Además de eso se me ocurrió hacer una página de Facebook https://www.facebook.com/Theregumil en la que ir poniendo todos los avances y cosas relacionadas con los theremines. Pero todo esto sin explicar de qué iba la página ni nada así que era algo confuso e intrigante.

[Foto propia]

Como se puede observar en la página, comencé a subir fotos que nada parecían tener que ver con el theremín, pero eran fotos que me gustaban por la dualidad entre el ser humano y la tecnología, así que comencé a hacer fotos y a subirlas a nuestra página. Y bueno eso no fue todo, pero lo cuento mejor más adelante en el camino.

[Foto propia]

[Foto propia]

El día que quedamos con Víctor se nos vino el mundo encima de nuevo, cuando íbamos a empezar a soldar, éste se dio cuenta de que algo fallaba y era que los planos del theremín que teníamos eran de un theremín óptico y nosotros queríamos hacer uno de antena, ya que éste último suena mucho mejor.

Después de reflexionar un rato, llegamos a la conclusión de que ya que nos poníamos a construir un theremín era mejor que fuese de antena, que era la idea inicial, así que los planos que teníamos no nos iban a servir para nada y las piezas que tanto trabajo nos había costado conseguir posiblemente tampoco.

De nuevo nos pusimos a buscar en internet unos planos de un theremín de antena y con unas instrucciones que consiguiéramos entender, finalmente lo encontramos en una web y los imprimimos.

Fuente

Una vez con los planos en mano, de nuevo estábamos un paso atrás, ya que las piezas que teníamos no eran las que necesitábamos, de nuevo tuvimos que comenzar a clasificar las piezas, primero para ver de las que teníamos cuáles podríamos usar y cuales debíamos descartar. E ir de nuevo a la tienda de electrónica para comprar las piezas que no teníamos.

Volvimos a la tienda una vez más y compramos las piezas que nos faltaban, pero esta vez teniendo la precaución de apuntar el nombre de cada una de las piezas que nos daban. Cuando creíamos que ya las teníamos todas nos dimos cuenta de que no había que comprar una de cada una, sino que en el listado se especificaba el número de piezas de cada una que hacía falta. Así que de nuevo, vuelta a comprarlas.

Fuente

Después de todos estos líos, ya de verdad, estábamos preparados para comenzar de una vez a soldar todos los componentes de nuestro theremín de antena.

Para saber más acerca de esta historia:

EL DÍA QUE… Decidí construir un Theremín. (I)
EL DÍA QUE… Decidí construir un Theremín. (II)
EL DÍA QUE… Decidí construir un Theremín. (III)

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