Broken Heart - Capítulo 7

in #spanish6 years ago

Una historia original de amor juvenil


Broken Heart - Capítulo 7


Había pasado varias semanas después de aquel encuentro de Abel con su mejor amiga en el hospital. Luego de varios días de no acudir a clases por rehusarse a dejarla sola allí; pues tenía la esperanza de que despertara de su largo sueño, y quería estar allí cuando abriera sus ojos. Pasaba las noches con ella, hablándole mientras sostenía sus manos, unas otras veces lloraba suplicándole que le perdonara por no evitarle el estar allí, para Abel ella era una hermana, siempre había estado al lado de él en sus momentos más duros, cuando sentía que todo se le venía encima. A veces cuando Abel no podía enfrentar sus barreras y tribulaciones su mejor amiga le decía “si tu cielo se cae, yo lo sostendré por ti y si no puedo, pues compartimos el mío”. En los pensamientos del joven no se cruzaba por ningún modo el tener que despedirse de ella, siquiera decirle adiós en un aeropuerto por tener que emigrar. 

Esas semanas fueron duro para él y para la familia de su mejor amiga, Celeste no daba indicio alguno de despertar, la habitación en el transcurso de los días solo se escuchaba el sonido peculiar de los aparatos vitales, Abel intentaba no llorar durante el día, solo lo hacía en las noches cuando se encontraba a solas con el cuerpo inerte de Celeste. Sus padres tenían que cubrir largas jornadas nocturnas para poder costear los gastos clínicos, pues a pesar de ser una familia promedio, el gasto era cuantioso con respecto al pasar de los días, Abel prestaba la ayuda de cuidarla tantas veces se le hacía posible, tanto así que descuido por un tiempo la universidad, pero tuvo que retomar ante la posibilidad de perder el semestre entero.

— ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué él no ha venido más? — se pregunta Edward pensando en todas las faltas de Abel; el chico estaba un poco consternado de la ausencia del otro, cada minuto revisaba su celular con la esperanza de ver una respuesta de las tantas llamadas que le hizo a Abel, las cuales ninguna fueron respondidas.

 —Puede que no le haya gustado nada lo de aquella vez, tal vez me he pasado un poco de la raya— se dice así mismo recordando la escena erótica que tuvo con el joven Edward. Para su sorpresa mientras guardaba el celular en su bolsillo suspirando un poco un tanto agotado por la espera, fija su vista a un auto que reconoció a la lejanía, era el señor Heldut dejando a Abel en la entrada del recinto, cosa que le hizo sentirse un poco aliviado, espero a que el auto tomará camino a la carretera principal para abordar al joven.

— Hola Abel, ¿está todo bien?, cuando tiempo sin verte, casi pierdes el semestre entero ¡eh! 

Abel simplemente se quedó taciturno y siguió caminando dejando a Edward con la palabra en la boca y un tanto preocupado al ver que su rostro estaba un tanto demacrado. Intentó tomar de su brazo, pero Abel de inmediato lo rechazó sin siquiera mirarle y entró al salón de clases. Sorprendido nuevamente hizo lo mismo entro a clases pues ya era la hora de entrar a ciencias.

—Buenos días chicos, hoy haremos la clase un poco distinta, por favor póngase en parejas para iniciar.

Inmediatamente Marta se puso al lado de Abel para hacer pareja sin preguntarle, sabiendo que este tampoco se negaría pues no había estudiado absolutamente nada, ni siquiera abrió el cuaderno que le prestó su compañera de clases días pasado con sus anotaciones, a pesar de que intentaba normalizar su vida, la situación de su mejor amiga Celeste le impedía poder concentrarse. Edward se puso con una de sus amigas, pero no dejaba de mirar fijamente a Abel.

—Bueno chicos empezamos, para esta ocasión haré una pregunta y cada integrante deberá dar una respuesta según su perspectiva.

—Pensé que tendríamos un examen sorpresa — le dice Marta a Abel sonriéndole, a lo que el joven le respondió con una mueca. Marta no se extrañó de sus pocas palabras, era la única de la clase que sabía la situación por la que estaba pasando el joven; tan solo intentaba que Abel se sintiera cómodo, preguntar cómo se sentía o si sabía algo más de su mejor amiga, era tocar la llaga de la desesperación ocultada.

—Dinos Abel qué piensas tú sobre la teoría de la relatividad — le pregunta la profesora al joven, pero este estaba del todo distraído.

— ¡Abel!... ¡Abel Heldut!

—Oye Abel despierta — le dice Marta estremeciéndole con el hombro.

—Lo siento

—Disculpe, es que me siento mal — le responde el joven a la profesora tomando su bolso y dirigiéndose a la salida del aula. 

Todos se quedaron extrañados, pues Abel era conocido por ser un chico atento a clases, de buenas calificaciones; no todos podían notar a simple vista que el chico realmente se sentía mal, pero no físicamente, solo Edward percibió horas antes que algo malo le sucedía, y no podía quedarse de manos cruzadas.

—Disculpe profesora necesito ir al baño— menciona Edward mientras deprisa sale del aula sin su bolso y sin esperar respuesta alguna de la educadora.

Salió de prisa, en búsqueda del otro joven, pero no lo consiguió en los pasillos, pensó que solo se había escapado para irse a casa, por lo que se dirigió a la azotea, lugar en el que siempre iba luego de aquel encuentro con Abel. En el camino se hizo muchas preguntas más, no sabía si llamarlo nuevamente, no quería volver a ser rechazado de esa manera, pero su insistente corazón le decía que lo llamara una vez más, cosa que hizo durante el camino. Tan pronto como subía las escaleras, se percató que un celular estaba sonando y supo que era el de Abel, una obvia coincidencia pues aún le estaba llamando y en la bocina se escuchaba el tono repicando. 

Edward subió rápidamente y encontró a un Abel agachado como un niño llorando desconsoladamente, él simplemente se acercó y sin mediar palabra alguna lo abrazo, posicionando una mano que pasaba por detrás de su cuello. Abel no lo rechazo, más bien cruzo sus brazos por la espalda del otro y su llanto taciturno se opacó entre la presión de sus labios contra el pecho de Edward, entrelazando sus manos empuñadas con la ropa del otro; cosa que transmitía el dolor interno que cargaba encima. Fue allí cuando Edward sabía que lo que menos necesitaba Abel era reproche alguno ni mucho menos preguntas. 

—Todo está bien, ya estoy aquí.


 Broken Heart - Prologo

Broken Heart - Capitulo 1

Broken Heart - Capitulo 2

Broken Heart - Capitulo 3

Broken Heart - Capitulo 4

Broken Heart - Capitulo 5

Broken Heart - Capítulo 6





La redacción de este artículo es completamente de mi autoría, muchas gracias por tomar de su tiempo en leer parte de mi trabajo, me despido no antes sin enviarles un abrazo fraternal a todos y un saludo a todos mis lectores de parte de @RoadStories 



Agradecimientos especial al equipo de @cervantes que cada día apoya a la comunidad de habla hispana de Steemit, valioso el trabajo que desempeñan sus moderadoras, el equipo de curación, revista y administradores del chat discord, es una gran familia lo que pueden encontrar allí, los quiero mucho en especial a mi querida @nelyp y a mis guapas moderadoras.


Infinitas gracias al equipo de curación @velazquez por su valioso e incondicional apoyo hacia mí.



Un saludo para todos los integrantes de la nueva comunidad @mosqueteros espero que dicho proyecto siga dando buenos frutos "Uno para todos, y todos para uno".



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Bien @roadstories inicio este interesante ejercicio de lectura de tu obra de atrás a adelante, me cautivó, le felicito tenga ud mucho éxito

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