Si a estas alturas no sabes quién es Brad Pitt o no has visto Meet Joe Black es porque has estado encerrado en una cueva durante más de veinte años. Es uno de los personajes más memorables de Pitt quien en los años noventa realizo varias películas que acabaron por catapultarlo al estrellato, después de la breve aparición en Thelma & Louise (Fight Club, Seven). Cierto que no es un actor de antología, pero cumple en cada papel, en mi opinión y en Joe Black consiguió encarnar un personaje inolvidable para los espectadores.

Póster Oficial

Haré un pequeño resumen para los cavernarios: William Parrish (el aclamado actor Anthony Hopkins), es un poderoso multimillonario, empresario de las telecomunicaciones, que está a punto de cumplir setenta años y piensa quizás en retirarse (más bien otros quieren que lo haga) pero le cuesta dejar de lado la empresa que constituye el legado de toda una vida. Una noche aparece a su puerta un visitante inesperado: Joe Black, un nombre bien escogido, pues se trata nada más y nada menos que de la muerte. La presencia de Joe tiene un mensaje claro: le ha llegado la hora a Bill Parrish. Sin embargo, le ofrece un trato: que le de una vuelta, lo reciba en su casa y le muestre el mundo, a cambio de un poco más de tiempo. Amante de la vida, Bill acepta, pero se compromete a una posición delicada ¿cómo explicar a su familia y a sus colegas la aparición de este amigo tan repentinamente cercano?

Bill y Joe

Previamente a ello, la joven hija de Bill, Susan (Claire Forlani), ha conocido al joven más encantador de su vida y a pesar de estar comprometida con Drew (empleado de su padre), no puede evitar coquetear con el joven y queda prendada de él. La sorpresa que se lleva al encontrar a ese mismo joven en su casa, esa noche, junto a su padre, es indescriptible. Lo que Susan no sabe es que no es el mismo joven. La muerte ¿por decisión? ¿azar? ¿destino? ha tomado el cuerpo de este muchacho para dar su paseo. Susan se acerca a él y aunque nota que es de una naturaleza distinta, se enamora... y Joe de ella ¿que la muerte qué..? así es, se enamoran; y es un amor destinado a no poder ser, aunque eso no le impide a Joe, al final, hacerle sentir la verdad, en una escena de miradas muy elocuentes y de prometerle que siempre tendría lo que encontró en aquella cafetería. La escena en que ambos hacen el amor es una de las escenas eróticas más románticas que recuerdo haber visto en el cine.

Un jovensísimo Brad Pirr

Es una película lenta, sí, porque es un drama, pero tiene un muy buen guión y aunque su núcleo es fantástico (la presencia de la muerte como personaje) tiene un trasfondo reflexivo (en la vida de Bill) y muy romántico (la relación entre Susan y Joe). Lo que muchos no saben es que se trata de una película inspirada en otra de 1934 Death Takes a Holiday donde la idea inicial es la misma. Para mí, sumando las buenas actuaciones de los protagonistas, los cuestionamientos presentes sobre la muerte, la vida, el tiempo y el romance tan extraño pero tan real que surge entre Susan y Joe (cuyo mayor descubrimiento después del amor, fue la mantequilla de maní) redondean un 7,5/10, puntaje quizás elevado para muchos críticos que la atacaron en su momento, no sé por qué. La he visto tantas veces que hasta me sé partes del diálogo. Si me la consigo, cambiando el Tv, la dejo hasta el final y hasta que Bill termina su brindis de manera formidable y Susan reencuentra lo que siempre ha buscado, allí mismo, en el jardín de aquella espléndida mansión.