La Sombra

in #spanish7 years ago (edited)

¡Hola a todo el mundo!

Aquí les traigo un capítulo más de "La Sombra", historia original de fantasía que consta de siete partes y que he estado publicando a lo largo de este mes. Abajo dejaré los links de las primeras partes y, si es de tu agrado, te invito a que les eches un vistazo.

También he agregado un mapa dibujado por mi (al final del capítulo), donde podrán ver las zonas geográficas en las que está ambientada la historia

Y ahora si ¡espero que les guste!.



Parte IV. La batalla en el valle (I)


Ronco y desagradable fue el sonido de la enorme inhalación que el brujo, cubierto de hollín y ceniza, tuvo que hacer para que su cuerpo inerte volviese a la vida.

¿Cuanto tiempo estuvo tendido en el suelo? no lo sabía.

Entre las tinieblas de la inconsciencia encontró muchas respuestas, pero así como los sueños, las memorias se desvanecían igual que el humo en lo alto, al soplar una brisa.

«Humo»

El brujo, ignorando la urgente necesidad de recordar, intentó colocarse en pie, pero el dolor en su pecho le hizo desistir casi enseguida, por lo que, sentado entre montones de tierra removida y ceniza, paseó lentamente la vista contemplando el desolado paisaje que se abría ante él.

A diestra y siniestra eran visibles los estragos de la batalla.

Arboles quemados y montones de cuerpos, aún en sus armaduras, humeaban chamuscados boca abajo, arriba y ángulos extraños por doquier. En lo alto de la colina frente a él, un enorme boquete saludaba hacia el cielo, como si la mano de un gigante hubiese removido toda la cima dándole el aspecto de un pequeño volcán. Una bestia enorme, parecida a un león hembra con colmillos curvados hacia afuera cual jabalí, permanecía inerte a poco menos de dos metros a su derecha, con una herida mortal en un costado y siete flechas clavadas y repartidas por todo su cuerpo.

«Un maular» recordó.

Hacia lo alto del cielo, el humo de los incendios subía como una plegaria al dios de la guerra garothí, Agthi, que con el fuego de su mano aplasta los ejércitos de sus enemigos y favorece a quienes le adoran, pero allí no habían garothíes, pues los fieros guerreros del sur no vestían armaduras de hierro, ni utilizaban espadas cortas, como las muchas que habían regadas por aquel suelo mancillado, no.

«Esto es obra de la inquisición» sentenció, y un terror molesto y pegajoso comenzó a trepar desde su vientre.

Todas sus conclusiones y recuerdos venian fragmentados, dispersos, por lo que supuso que algo no iba bien con su cuerpo. Miró hacia su pecho y con dificultad suspiró; la punta de una saeta sobresalía tres centímetros, bañada de sangre seca.

«Claro, he muerto... otra vez»

Arrancó la saeta sin ceremonias, destrozando la punta con un hechizo y tirando del virote mientras, soportando el intenso dolor, murmuraba el encantamiento que le permitiría mantener la conciencia mientras trabajaba. De la herida brotó un liquido negruzco y espeso, que se evaporaba al poco tiempo de hacer contacto con el aire. Sus manos temblaban mientras rebuscaba entre sus harapos la inseparable bolsa de corazones que desde hacía muchísimo tiempo llevaba junto a él; no la encontró.

«Mierda, esto es malo» pensó, buscando una solución a toda velocidad; la encontró casi de inmediato.

Con dificultad, se arrastró hacia el primer cadáver que divisó. La armadura estaba ennegrecida por el fuego, pero el hombre dentro de ella estaba casi intacto, casi.

Le faltaba el brazo izquierdo, el cual supuso el brujo, había sido arrancado de un mordisco, tal vez por el Maular o un Wagg o algún otro desagradable cruce de especies que el circulo hubiese enviado a la batalla. Pero nada de eso importaba, necesitaba su corazón y por suerte, estaba intacto.

Realizó un encantamiento, aplicando su resonancia en la armadura con el fin de fragmentarla en pequeñas unidades. Casi al instante, la coraza se transformó en una especie de arena negruzca, que se desparramó por todas partes.

«Bueno, esta fue la parte fácil» pensó, mientras usaba la misma técnica en los tejidos orgánicos, cuidando de no destruir el preciado corazón.

Media hora más tarde, aplicaba la técnica sobre él. Los minutos corrían, pero su antinatural vida le permitiría terminarlo todo. removió el corazón de su pecho dañado por la saeta que momentos antes había quitado de su cuerpo, colocó el nuevo órgano en su lugar y se dispuso a reparar los tejidos, valiéndose de su diestra y uniendo cada parte con resonancia invertida.

El proceso de restauración era lento, pero le valdría para arrojar un poco de luz al período en el que estuvo tendido y muerto.

«Pues bien, que vengan los recuerdos de este tipo» pensó cuando la primera terminación nerviosa de su nuevo corazón hizo enlace con su cerebro y posaba su mano izquierda sobre el rostro del cadáver para extraer sus memorias.




«Oh Dioses... denle fuerza a mis brazos y serenidad a mi mente» pensaba el guerrero.

La niebla se retiraba poco a poco mientras los gruñidos y gritos en la lejanía crecían en intensidad. El ruido o el numero no le importaba mucho, pero no poder ver al enemigo si que era un problema.

Mientras marchaba hacia el sur junto al ejercito de a pié, el guerrero pensaba que tal vez tendría que enfrentarse a los terribles Wagg bajo los efectos del humo blanco, cosa que no le hacía ninguna gracia, ya que si bien permitía ver con claridad a los demonios, le causaban un terrible dolor de estomago que no le permitiría concentrarse en la batalla, relegándolo sólo como apoyo entre las filas.

Él, era un guerrero especializado usando dos espadas; la claridad, serenidad y soltura en la batalla eran indispensables.

Pero el que la niebla se retirase tampoco le provocaba mucha tranquilidad; Ningún truco de los herejes era buena señal.

Aun asi, agradecía la visibilidad sobre el terreno.

Se encontraban en la parte baja de una colina de pendiente suave y cubierta de grama crecida, que le llegaba hasta las rodillas. Por lo poco que podía observar (ya que los soldados delante de él obstruían bastante la vista) delante de ellos se abría una gran extensión de terreno ondulante e irregular de unos seiscientos metros. La niebla había retrocedido mucho, dejando ver un hermoso cielo matutino con el sol creciente oculto detrás de un cumulo de nubes grises.

Un Gran Capitán de Avanzada pasó al trote sobre su caballo, gritando ordenes para sus soldados.

-¡En formación! ¡Formen filas! ¡Arqueros detrás! ¡Vanguardia preparada! ¡Escudos y lanzas al frente!.

En menos de un santiamén, las tropas estaban en posición y preparadas. Él no tenía una buena visibilidad puesto que se encontraba en la tercera zona de vanguardia: detrás de los piqueros que atravesaban sus picas entre el muro de escudos formados por la primera linea de defensa, pero no necesitaba ver para entender que un grupo numeroso de enemigos se acercaba a gran velocidad; la tierra temblaba levemente.

-¡Valor! ¡Valor! ¡Los herejes nos envían a sus demonios! ¡Nosotros somos la mano de Dios! ¡Por el altísimo! ¡Por el rey! ¡Por la inquisición! ¡Valor!.

Los aullidos y gritos se escuchaban terribles, como si la puerta del infierno hubiese sido abierta más adelante y las voces de mil demonios escaparan hacia la tierra bendecida por los dioses.

-¡Arqueros, a mi señal!.

«Dioses, denle fuerza a mis brazos...» el guerrero suspiró lentamente.

-¡Ahooooraaaa!.

Las cuerdas de los arcos rompieron el sonido de la creciente algarabía y flechas silbaron en el aire. Gritos de dolor se escucharon a lo lejos y los hombres, oyendo que el enemigo sufría bajas, elevaron un grito al cielo mientras su moral subía más y más.

«... y serenidad a mi mente» pensó el guerrero, mientras flexionaba los nudillos; el enemigo estaba a cien metros, el primer rango de tiro de arco.

-¡Segunda fila, posición! ¡Ahooooraaaa!.

Mas gritos de dolor y aullidos de guerra. Setenta metros.

-¡A discreción! ¡Ahooooraaaa!.

«Fuerza y serenidad». El guerrero desenvainó sus espadas. Menos de cincuenta metros.

-¡Arqueros, que llueva fuego sobre los herejes! ¡Sesenta metros detrás de la linea de defensa! ¡Mantengan su posición detrás de la colina! ¡Muro de escudos! ¡Picas levantadas! ¡Vanguardia de ataque, desenvainen!.

Se escuchó un fuerte golpe de escudos. Aullidos de dolor y rabia hicieron temblar las filas delanteras, pero la vanguardia de defensa con sus escudos de dos metros y fuertes brazos resistieron la primera embestida. Los piqueros tensaban sus lanzas, retiraban y atacaban entre los escudos. El guerrero esperaba, sereno, confiando en la fuerza de su brazo y la protección de los Dioses.

«Que vengan» pensó.

-¡Vienen demonios de cuatro patas!- gritó el Capitán -¡Levanten banderas doradas!.

Un Wagg enorme saltó por encima del muro de escudos, los piqueros no pudieron detenerlo.

«Y así comienza» pensó el guerrero, lanzándose hacia la bestia con una espada en cada mano.


El brujo interrumpió el hilo de recuerdos del cadáver al darse cuenta de que sus tejidos internos y externos estaban totalmente regenerados. Se puso en pié, y con su cuerpo sanado y en plenas facultades para recordar, corrió a toda velocidad en dirección al circulo de magos, donde una enorme columna de humo se elevaba hacia el cielo.

«Puedo evitar esto» pensó aceleradamente «recuerdo mi nombre, mi antiguo yo... puedo evitar esto»

Hizo una señal con sus manos, empleando una enorme carga de resonancia y energía que hizo vibrar la tierra y oscilar el viento. El maular caído se levantó del suelo con un brillo lechoso en los ojos, ignorando sus heridas. Con rapidez alcanzó al brujo, que subió a su espalda y cabalgó hacia el circulo.

«Puedo evitarlo» pensó nuevamente, escudriñando entre sus memorias «soy Lorak, archimago de la torre del norte, hijo de abaddon, señor de la muerte»

Este mapa fue creado por mi, lo comparto para que estén un poco más ilustrados en cuanto a los lugares donde se desarrolla esta historia (aún no está terminado, tengo que mejorar los diseños de las montañas y agregarle color)

Fuente de las otras imágenes utilizadas para este post aquí


Y hasta aquí por ahora.

Espero que la lectura haya sido de su agrado y como siempre, les invito a dejar sus comentarios, criticas e impresiones de esta obra en la sección de abajo, ya que así me ayudan a aprender cada día más de este hermoso arte, la escritura.

Por aquí les dejaré los enlaces hacia los capítulos anteriores y algunas de mis otras obras originales.

¡Muchas gracias por leer!

¡Hasta la próxima!



Capítulos anteriores de "La Sombra": parte 1; parte 2; parte 3
Tara (primera parte): aquí
Buscando una sonrisa (poema): aquí
Nostalgia de mi alma (poema): aquí

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FELICIDADES!!!!
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Vamos pa' encima con esta historia... Arriba y continua así de motivado y alegrandonos nuestras tardes de lectura con tus maravillosas creaciones💞👏

Muchas gracias!. Los capítulos de esta historia las voy subiendo mas o menos una por semana, y ya solo faltan 3 partes más para culminarla, el próximo jueves creo, comparto con ustedes en el discord el capítulo 5. Gracias por estar pendiente @gimetteperez, se te quiere un montón. Saludos.

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