La Sombra

in #spanish6 years ago (edited)

Hola nuevamente, queridos lectores!.


Hoy les presento la segunda parte de esta corta historia de genero fantástico llamada "La Sombra" tal como les decía en la entrega anterior, siendo ésta parte de siete episodios que estaré publicando poco a poco.


Si aún no has leído la primera parte, te invito a que le des
clic aquí para que le eches un vistazo, y también puedes mirar mis otros escritos aquí y aquí. Espero que te guste y si es de su agrado (o si no lo es) le invito a comentar y dejar sus criticas, opiniones y recomendaciones en la parte de abajo, ya que así me ayudas a mejorar en este arte de la escritura.


Espero que la lectura sea de su agrado. ¡Saludos!

Fuente


Parte II. El prisionero


Caía el sol en la frontera sur-oeste cuando Niel Loreth juntó los puños detrás de su espalda mientras esperaba como una estatua en lo alto de una tarima, en el interior del salón central de Esperanza, puesto de avanzada de la inquisición, en Cruceblanco.

Era una habitación circular como el interior de una cúpula, un perfecto domo de paredes blancas e inmaculadas. No tenia ventanas, por lo que estaba iluminada gracias a un artilugio de proporciones colosales en lo alto de la estructura, que absorbía la luz solar, lunar o estelar a través de un tragaluz circular en el punto más alto de la estructura. 

El artilugio era una invención magistral. Estaba formado por anillos y platos circulares de plata, cobre y gemas perfectamente separadas y ajustadas a fin de reflejar hacia todas partes de la estancia la luz contenida en su centro, que era una especie de bola de cristal llena de un liquido alquímico con propiedades singulares que, entre otras cosas, contenía la luz absorbida por horas, de forma que la habitación, sin importar el momento, se mantenía iluminada.

La tarima se elevaba en el centro de la habitación. Estaba hecha de piedra, de forma perfectamente circular con una altura de un metro exacto y siete de diámetro, en cuya superficie pulida y resplandeciente, se reflejaba la figura de Niel, de pié en su centro.

La única entrada hacia la habitación era una puerta doble triangular, adaptada a la curvatura de la pared por el lado norte, la cual se abrió hacia afuera sin ruido, mientras dos guardas traían casi a rastras a un hombre descalzo y amarrado por las muñecas en la espalda. Uno de los guardas lo sujetaba por la nuca, y al llegar a pocos metros de la tarima se detuvo y le soltó con un leve empujón.

Ambos guardas hicieron una reverencia, cruzando el brazo derecho hacia el hombro izquierdo, y permanecieron de pie y en silencio a la espera de instrucciones.

-Pueden retirarse- ordenó Niel, a lo que ambos guardas, luego de hacer nuevamente el saludo-reverencia, se retiraron del domo, cerrando la puerta tras de si.

Niel miró hacia el prisionero por primera vez y, por la expresión de su rostro, el hombre creyó que no lo reconocía. Llevaba el cabello sucio y alborotado, crecido hasta los hombros por los muchos días de confinamiento. Estaba vestido solo con un pantalón hecho harapos, descolorido y roto, su piel morena reflejaba contusiones morado oscuro y verde en varias partes del cuerpo, incluyendo los pies, que llevaba descalzos y llenos de ampollas. Su rosto estaba flaco y algo demacrado, pero sus ojos, de un azul intenso, seguían tan vivos como los de cualquier cazador experimentado. 

Puede que su aspecto fuese el de un pordiosero, pero su alma seguía siendo la de un cazador inmaculado de la inquisición.

Niel arrugó su perfecta nariz aguileña a causa del hedor que despedía el prisionero. Era una muchacha joven, rondando los veintidós años. Llevaba el cabello rojizo y alisado recogido en una coleta que le llegaba hasta los hombros. Sus ojos negros y almendrados escudriñaban al prisionero con interés, buscando señales del hombre que alguna vez había conocido, aquel que en el pasado llamó "mentor". La chica era preciosa, aunque la armadura de cuero no le hacia justicia a su hermoso cuerpo bien curvado y de senos pequeños.

Luego de unos incómodos minutos, el prisionero se aclaró la garganta y rompió el silencio.

-¿Sorprendida, Nily?-

-No tienes derecho de llamarme así, Hereje- replicó Niel con una voz dulce y serena.

-¿Ni siquiera por los viejos tiempos?- 

La chica desvió el rostro, y por un momento, el prisionero creyó mirar un deje de remordimiento en sus hermosos ojos. Para cuando Niel volvió a verle, la frialdad había regresado a su mirada.

-Has estado hablando herejías desde que saliste del asilo, Galahad. ¿En que demonios estabas pensando?-

-No herejías, solo la verd..- La frase se perdió a causa de un fuerte latigazo, que golpeó de lleno el rostro de Galahad y lo hizo caer cual largo era, golpeándose la cabeza con el suelo al perder el equilibrio.

-¿Verdad? ¿¡Te atreves a llamar verdad al poder de ese... demonio de las colinas!?- gritó Niel, mientras recogía nuevamente el látigo, enrollandolo en su brazo derecho como si fuese una serpiente y retomaba su postura de estatua.

El prisionero, se levantó con esfuerzo, escupió sangre y encaró nuevamente a Niel.

-Sé- dijo con voz cansada.

-¿Que?- Preguntó Niel, ladeando un poco la cabeza.

-He dicho- Galahad respiró profundo, el golpe en su rostro le comenzaba a arder y dificultaba el movimiento de la mandíbula al hablar -he dicho que sé... lo que he visto, lo que sentí, lo que oí. Llámalo como quieras, niégalo, pero tan cierto como el dolor que me causas, doy testimonio de lo que sé-

-Y ¿Que es lo que sabes?- preguntó, entrecerrando los ojos.

-Que "Abaddon" camina entre nosotros-

Hubo un momento de silencio, y acto seguido, como una centella, la punta del látigo de Niel cortó el aire y se estrelló de lleno en el cuello del prisionero. Aquel golpe fue demasiado excesivo en fuerza y velocidad, por lo que el prisionero, totalmente desprevenido, fue a parar dos metros hacia la derecha, estrellándose en el suelo de forma aparatosa. Un nuevo latigazo le alcanzó por el costado, algo más controlado, que le mandó una descarga de dolor por todo el cuerpo y le abrió la piel. La sangre comenzaba a manchar el precioso suelo pulido. 

-¡Más mentiras! ¡Más herejías!- gritó Niel, histérica -¡El destructor fue vencido hace años por mi padre, Amadriel Loreth, Tercer Sumo Inquisidor, segundo en la linea de sucesión al trono de Loreth! ¡Yo estuve ahí, en la batalla!- la chica perdió toda compostura, y a grandes pasos, alcanzó el borde de la tarima, agachándose mientras señalaba al prisionero -¿¡Como te atreves a manchar su legado con tus mentiras!?- acusó.

Galahad, adolorido, intentó responder, pero de su boca sólo brotó un gorgoreo ahogado.

-¡Ese demonio de la colina del que tanto hablas no es más que algún medio humano con algunos trucos bajo la manga! ¡Un hechicero de los círculos más allá de la frontera!-

El prisionero intentaba ponerse en pie, pero el esfuerzo parecía ser demasiado. La chica acomodó un mechón de cabello que le molestaba la vista, bajó de la tarima y se acercó a Galahad, colocándose de cuclillas junto a él.

-Te tenia por un hombre sabio, Galahad, pero ahora veo que solo eres un tonto... Abaddon fue destruido, tu también estuviste ahí, aunque no en primera linea como mi padre, el rey y yo. No entiendo porqué hablas estas herejías sin sentido, pero te han puesto en mi mano, y voy a silenciarte, aunque deba matarte en el proceso-

El prisionero se colocó boca arriba, mirando a Niel con el ojo que aún no tenia hinchado. Niel lo tomó por el cabello y colocándose en pie, le obligó a tomar una posición de rodillas, frente a ella. Entonces le inclinó la cabeza, de forma que la viese directamente a los ojos.

-No sabes lo bien que me hace sentir el hecho de que sea yo quien deba silenciarte. Eras mi maestro, mi mentor- Niel se inclinó hasta que su boca quedó rozando la oreja de Galahad y siguió hablando en voz baja, casi susurrando -Me torturaste con esos malditos entrenamientos, Galy. Me torturaste y doblegaste... intenté de todo... por las buenas. Quise darte placer, quise ser tu amante, pero eres el maldito Galahad Levanni, fiel a sus principios morales- 

Niel le soltó y lo abofeteó con fuerza, pero Galahad solo ladeó la cabeza un poco mientras ella tomaba nuevamente aquella postura de estatua frente a él.

-Te confinaré nuevamente al asilo, Galahad. Fue un error haber votado por tu libertad-

-Nily... perdóname-

La chica abrió los ojos como platos, atónita ante las palabras de su antiguo mentor.

-¿Que has dicho?- preguntó incrédula.

-Eras la mejor de mi clase, y sabía que no querías ser parte de la inquisición. Sé que te lastimé durante el entrenamiento, sé que hice de ti un arma de la causa-

Niel ardía de furia y vergüenza. Su piel pálida reflejaba las venas hinchadas de su rostro mientras, perdiendo los estribos, alzaba el puño para golpear a Galahad, y entonces se quedó sin aire. 

El puño derecho del prisionero estaba clavado en el abdomen de ella, doblando la armadura de cuero endurecido hacia dentro. Galahad había aprovechado todo el rato para liberarse de las ataduras de las muñecas mientras la altivez de Niel la cegaba. Él era un experto en trampas, por lo que los nudos y ataduras sólo representaban un desafío menor para sus habilidades. 

Niel dio unos pasos hacia atrás, conmocionada más por la sorpresa que por el golpe, pero Galahad no perdió tiempo. Con ambos pies y usando su cuerpo flexionado como un resorte, saltó directamente hacia el rostro de la chica , golpeándole con la frente de lleno en la barbilla. El mundo de Niel dio vueltas mientras caía al suelo, ocasión que aprovechó Galahad para colocarse sobre ella e inmovilizarla. Mas por instinto que por conciencia, Niel intentó liberarse haciendo una finta, pero el antiguo maestro le había enseñado todo y anticipó aquello, por lo que nuevamente con la frente, le asentó un golpe en la barbilla.

La chica, al borde de la inconsciencia y sumamente aturdida, luchaba torpemente por liberarse. Galahad la puso boca abajo y, valiéndose del látigo, inmovilizó sus manos y pies. luego cortó un trozo de tela maloliente desde el muslo de su pantalón y amordazó a la chica para acto seguido, darle la vuelta y desarmarla.

Tomó los brazales, las canilleras y el arnés de combate de la chica, en el que descansaba una ballesta de mano auto-retráctil con doce dardos perforantes y seis aturdidores, dos frascos de humo blanco y una bolsa con pan seco. 

Devoró el pan seco, mientras sacaba de la bota de la chica una daga de plata, que balanceó entre sus dedos para comprobar su calidad; no le decepcionó.

-Eras la mejor, Niel, pero estas lejos de superar a tu maestro-

La chica, recuperada en parte del aturdimiento, logró darse vuelta para ver a su antiguo maestro con el más profundo odio.

-Oh vamos, no me mires así Nily... ¿De verdad creíste que tenias la situación controlada?- dijo mientras cortaba parte de la hinchazón en su cara con el cuchillo, en un intento de liberar un poco la presión de la sangre y recuperar la visión de su ojo izquierdo. Luego montó la ballesta en menos de dos segundos y cargó un dardo. 

Niel abrió mucho los ojos, visiblemente atemorizada.

-¡Tranquila Nily! no voy a matarte, no te guardo ningún rencor... aunque debería. Aquellos guardas me han dado una verdadera paliza, y tú no has hecho mucho para aliviar mi dolor. Mi resistencia no es la misma que tenia a tu edad... ya tengo 42, deberías tener un poco de respeto por tus mayores-

Galahad apuntó hacia el tragaluz y disparó, con certeza. El dardo golpeó un angulo y la trayectoria se dobló hacia uno de los aros de plata. El artilugio fue activado por la fuerza del golpe y comenzó a moverse hacia afuera, abriendo los anillos y dejando un poco a oscuras la habitación. Entonces con una velocidad vertiginosa, los anillos comenzaron a entrelazarse y descender hacia la tarima, formando una especie de escalera circular que unía el tragaluz con el suelo y las gemas, ahora reflejando la luz de la esfera de cristal, dirigían sus rayos hacia los aros de plata marcando el camino hacia la libertad del techo.

-Antes de irme, Nily, te diré la verdad. Los engañé, como podrás darte cuenta... pero aún confió en ti. Abaddon está ahí fuera, bajo la forma de un deforme brujo del circulo del valleblanco... exacto, Niel. No hablo de la sombra, no. Él es solo un instrumento de la destrucción que se avecina. El demonio de la colina está, si el testimonio del último cazador que lo enfrentó y volvió con vida es correcto, en compañía de Abaddon rumbo al circulo por encargo del rey... si, Niel, tu tío ha contratado a la sombra ¿para que, te preguntas? pues...-

Se escuchó un fuerte "clank" en la parte alta de la cúpula, lo que significaba que había pasado una hora desde la caída del sol. Niel se retorció en el suelo, tratando de gritar, pero sólo salían gemidos ahogados por la mordaza.

-Se hace tarde, los guardas deben estar por llegar- 

Galahad subió a la tarima mientras se sujetaba la herida abierta por el látigo, con una mueca de dolor. alcanzó el primer anillo de plata y comenzó el ascenso.

-Si quieres toda la verdad, aún debes reconocerme como mentor, pequeña Nily. Sigue mis migajas... y trae contigo a toda la división a tu cargo, créeme, ahí donde vamos los vas a necesitar-

Niel se retorció con impotencia, viendo de reojo cómo su prisionero escapaba a través del artilugio, que ahora comenzaba a moverse nuevamente, retomando su intrincada y fascinante forma inicial. Ya en el exterior, Galahad asomó a través del tragaluz. La cazadora, mas que ver, sintió la mirada de su antiguo maestro sobre ella.

-Aún haz de superarme, pero estoy orgulloso de ti- dijo.

Y acto seguido, despareció en la oscuridad de la noche.

Sort:  

Muy buena tu historia amigo

Gracias mano, me alegro que te guste. Saludos!

Me has atrapado con esta historia, ha estado muy buena. La verdad no he leído aún la primera parte pero pronto pasare por tu blog.

Pos me alegro que te guste! pronto subiré la 3ra parte. Espero que la primera también sea de tu agrado (bueno, en realidad espero que te gusten todas jajajaja).

Muchas gracias por leer. Saludos!

Ha sido una atrapante historia, cuando empezamos a leerlo tuvimos que ir al anterior post para hacerlo de la manera correcta. Nos atrapaste completamente, gracias por compartir esta historia.

¡Saludos! Te hemos votados, somos el trail de @mosqueteros.

Wow de veras? me honran. Muchas gracias equipo de @mosqueteros. Espero que las próximas entregas les parezcan igual o mejor de buenas como hasta ahora.

Gracias por su apoyo, hacen un excelente trabajo. Saludos!

Envolvedora historia, felicidades me gustó mucho leerte voy a pesar pronto revisando con más cautela tu blog. Saludos @chosu

Muchas gracias @angelespereora.

Espero que lo que encuentres en el blog sea tan de tu agrado como esta publicación. Yo también me pasaré por tu blog.

¡Saludos!

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