A la Reina de Corazones le fastidia que sus súbditos no puedan proponerle un juego que le emocione; por ello, decidió irse a jugar steem monster. Creyó que con sus barajas iba a poder ganar, pero por más que empleaba a su ejército de corazones negros y rojos poco pudo hacer para que estos formaran parte de la cadena de bloques.

Trastornada por su obsesión, intentó sin éxito meter al sombrerero en una carta, y aún cuando el gato y la oruga cupieron en un trozo de papel, el juego no los aceptó producto de alguna falla maquiavélica. Ante tal perspectiva se sintió desilusionada, hasta que se enteró de que para jugar tendría que comprar un paquete. Compró sus cartas luego de venderle sus ejércitos a Donald Trump, quien no quiso aceptar las picas negras por alguna razón.

La Reina de Corazones jugó con sus barajas nuevas, y compró cuantas necesitara para llegar al nivel diez. Con tal estrategia consiguió ganar todas las veces, y cada vez que ganaba un combate, le decía a su oponente:

—¡Que le corten la cabeza!

La reina aprendió que sus cartas de steem monster no atacaban a los jugadores, así que algo decepcionada con el juego, mandó al ejército de picas negras a decapitarlos. La masacre duró por meses, pero cuando todo estaba perdido, @aggroed le tocó como combatiente y supo lo que era ser derrotada.

Decidió que necesitaba más fondos para seguir su racha de victorias, así que vendió a su ejercito de cartas negras a Wakanda. Cuando le ganó a @aggroed en la revancha, con orgullo mandó a decapitarlo, pero como ya no tenía ejército su mandato no pudo ser ejecutado.