Un saludos a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.

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Fuente

La Última Voluntad de John Samuel Narvez

Existen individuos para los que las posibilidades que ofrece la realidad parecen no ser suficientes. Poco después del inicio del poblamiento de los mundos, en los alrededores próximos a Heracles y antes de las rigurosas legislaciones sobre la colonización, que fueron creadas cuando se empezaron a unificar los parlamentos locales. Se estableció en una remota isla de Dione, aun antes de que se autorizara su colonización, el doctor John Samuel Narvez.

John Samuel fue, durante el periodo previo a la colonización, un afamado biólogo y genetista, que estuvo a cargo de la unidad de biólogos en los inicios de la División de Ingeniería Ambiental. Para muchos, John Samuel fue un genio incomprendido, pero para la mayoría fue un científico enloquecido cuyo final confirma esta teoría.

Después de liderizar la unidad de biólogos, durante casi cien años y tras ser sus ideas rechazadas por el comité directivo de la División de Ingeniería Ambiental, dejó su cargo y desapareció de la vida pública hasta que se supieron los acontecimientos que condijeron a su extraña muerte.

John tenia la idea de que se deberían recrear, usando ingeniería inversa, todos aquellos seres que en algún momento existieron en la historia de la evolución de la Tierra, desde las primeras arqueas y bacterias, hasta los humanos, esto con el propósito de tener una variedad genética tan amplia como la que una vez tuvo el planeta de origen de la humanidad. Ésta, según creía, era la única forma en que se podría conservar la verdadera riqueza genética de la Tierra.

Tras su desaparición, mucho se habló de sus teorías en el ambiente académico, pero, tras varias discusiones, se llegó a la conclusión obvia de que cualquier intento por recrear las antiguas especies de la Tierra, no sería progresar en la evolución de la variedad genética, por el contrario el progreso estaría en hacer que las escasas especies que aun existían, se adapten a los nuevos habientes de los mundos colonizados, promoviendo así la creación de nuevas formas de vida, por eso se decidió la creación de mundos santuarios, en los que hubiese un mínimo de intervención humana para dejar que la evolución, tanto natural como guiada, siguiera su rumbo.

Con el tiempo las teorías de John quedaron en el olvido, al igual que él, pero a doscientos años de su desaparición, volvió a hacerse notorio, pero esta vez no sólo en el ambiente académico, sino también en el noticioso. John Samuel Narvez, había sido descubierto por el operador de la recientemente instalada, estación espacial de gestión ambiental del Dione, un mundo recientemente designado para colonización a pocos años de haber concluida su terraformación.

Narvez había estado viviendo desde hace poco menos de doscientos años en una isla alejada del continente, en la que había recreado todo un zoológico de especies animales y vegetales que se habían extinto, incluso miles de millones de años antes del éxodo humano de la Tierra, muchas de ellas modificadas para poder habitar en un entorno menos extenso geográficamente.

John Samuel, fue acusado de violar varias leyes respecto a la manipulación genética y experimentación con seres vivos, así que se dio la orden de detenerlo y cerrar su laboratorio, el cual era operado por robots, diseñados y construidos por el mismo. Finalmente, para evitar ser capturado por las autoridades, John se arrojó en medio de uno de los hábitats de sus criaturas para ser muerto y devorado por varias de ellas.

En su laboratorio fue encontrada una nota donde expresaba su voluntad de que sus criaturas fueran conservadas y su isla dejada sola para que la evolución siguiera su rumbo, y los seres que había creado pudieran prosperar sin la intervención humana.

Sin embargo, por orden de la División de Ingeniería Ambiental, las especies de la isla de John fueron irradiadas varias veces para ser esterilizadas y evitar que se reprodujeran, la isla fue finalmente clausurada y después de varios miles de años aun permanece prohibido su acceso a los seres humanos y sólo sondas robóticas se encargan de monitorear su territorio.

Entre los habitantes de Dione, se creó la leyenda de que la isla está habitada por mutantes, producto de la irradiación de las criaturas de Narvez.

Texto de @amart29 y arte digital de @xpilar, Julio de 2019

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• La Última Voluntad de John Samuel Narvez

Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar

Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima

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