Entre Gustos y Colores / Capítulo VIII

in #nsfw6 years ago (edited)


Nadia decidió continuar con la limpieza y organización de los archivos, los documentos legales estaban guardados junto a otros papeles y todo era un desastre, sin mencionar que la pasante seguía haciendo de las suyas para escaparse y Nadia no sabía qué hacer para que esa niña hiciera su trabajo, si Sebastián se enteraba, le iba a revocar las pasantías y eso sería una perdida para la chica. Es por ello que Nadia decidió encargarse de todo, lo que incluía quedarse hasta bien entrada la noche en la oficina. 

Una mañana perdió la paciencia y mandó llamar a la pasante a la oficina de Sebastián 

-¿Hiciste lo que te pedí? 

-Estoy en ello señorita Álvarez 

-La oficina del señor Aguirre no está en el pasillo 

-Estaba ayudando a José, el diseñador... 

-Primero que nada, no tienes nada que hablar con ese chico y segundo...

Pero no pudo terminar porque la interrumpió

-¡Usted no tiene derecho a gritarme! 

-No te estoy gritando, te estoy dando la oportunidad de que me expliques por qué aún no has hecho tu trabajo, el señor Aguirre llegará pronto de su viaje y se encontrará con este desastre 

-Yo he hecho mi trabajo, usted me está presionando y saturando de obligaciones mientras se acuesta con el jefe ¿O me equivoco? 

-¿De qué estás hablando? 

-¡De lo que todos saben! Que usted está aquí porque le calienta la cama al señor Aguirre 

-Retira lo que acabas de decir porque si salgo de aquí voy directa a Recursos Humanos y pediré que revoquen tus pasantías 

-¡No voy a retirar nada! ¡No eres más que una abusadora! 

-Creo que he oído suficiente señorita Guerra 

Las dos se giraron para ver a Sebastián, estaba parado en la puerta, su mirada glacial dirigida hacia Camila 

-Le voy a pedir, por las buenas, que se retire y que no regrese-Dijo con voz tensa

Camila recogió su bolso y salió sin decir nada 

-Sebastián yo... 

-No quiero hablar del asunto y si escucho algún comentario voy a tomar medidas drásticas 

-¿Tanto te disgusta que la gente piense que tú y yo tenemos algo? 

-No es eso... 

-¿No? ¿Entonces qué es? 

-No me provoques Nadia... 

-Es la verdad, yo no podría esperar que alguien como tú se fije en mi.

-Eres mujer, no veo por qué no podría fijarme en ti.

-No soy tu tipo, 

-Y... ¿Cuál es mi tipo? 

-Altas, delgadas... 

-¿Y si te dijera que me atraes? 

-No te lo creería... 

-¿Y si lo demuestro?- La tomó por el brazo y la pegó contra su cuerpo-Podrías darte cuenta... fácilmente...

Ella lo notaba, él estaba totalmente excitado, su erección lo delataba, así que acercó su boca a la de él 

-Demuéstralo…

No hubo más palabras, sus bocas se fundieron y sus cuerpos se abrazaron, la ropa comenzó a sobrar y él quería más así que la recostó del sofá y le abrió la blusa mientras besaba su cuello, ella por su parte, lo abrazaba fuertemente y le susurraba palabras cariñosas que lo alentaban a continuar 

-Si seguimos así no podremos parar-Dijo Nadia en un suspiro 

-¿Y quién dijo que yo quiero parar? Él se despojó de la camisa y los pantalones antes de subirle la falda mientras probaba el sabor de sus pechos 

-Eres hermosa... 

-Bésame...-Susurró contra sus labios Y él devoró de nuevo su boca, sus lenguas se buscaban y jugaban era una batalla erótica que ninguno de los dos estaba dispuesto a perder 

-Quiero que seas tú…-Gimió  

Sebastián la miro a los ojos y recordó que ella no tenía experiencia sexual 

-Debemos detenernos mi amor, no es justo para ti que tu primera vez sea de esta manera. Yo quiero que sea especial. Que lo recuerdes por siempre 

-Sebastián no me dejes…-Suplicó Nadia a punto de llorar 

-No, no llores princesa, yo no voy a dejarte. Solo quiero que lo hagamos bien. ¿Estás de acuerdo? 

-Sí. 

Él se levantó y la tomó en brazos para ayudarla a vestirse. Se besaron otra vez y quedaron para salir esa noche a cenar y así pasar un rato juntos.   

Esa noche salieron juntos, él la llevó hasta su auto último modelo y se dirigieron a un restaurante donde cenaron a gusto, después salieron tomados de la mano y se dirigieron a un apartamento que Sebastián tenía en la ciudad. Nadia estaba asombrada por el lujo y sonrió cuando él le ofreció una copa de vino. 

-No debería beber más, creo que ya estoy un poco mareada 

-Solo brindemos… 

-¿Y por qué brindamos? 

-Por nosotros… Y por lo que va a ocurrir esta noche…

De inmediato bebieron un trago y él le quitó la copa para comenzar a besarla. Nadia no se dio cuenta cuando llegaron a la cama, solo se dejaba llevar por los besos de Sebastián, sus caricias y la forma en como la hacía sentir. Sebastián la desnudó lentamente, tomándose su tiempo para besar cada rincón de la piel de Nadia, ella respondía con entrega, era como si sus cuerpos estuvieran hechos para estar juntos. Él comenzó a besarle el cuello y luego descendió hasta su pecho, Nadia gemía entregada al placer que estaba sintiendo, mientras él le besaba todo el cuerpo 

-Siento que no podré aguantar tanto tiempo pequeña, eres muy sensual-Susurró Sebastián 

-Yo no quiero que te detengas. Inmediatamente el se enfundó un preservativo y la tomó delicadamente por las caderas 

-Quiero que me sigas y que me digas si algo te incomoda...

Ella asintió con la cabeza y lo dejó entrar poco a poco hasta que ya se hacía un tanto molesto 

-Espera...-Dijo en un quejido 

-Tranquila pequeña Esa manera de decirle "Pequeña” con la voz ronca de deseo le hizo suspirar, Sebastián le buscó la boca y la besó suavemente intentando hacerla olvidar el dolor y cambiarlo por deseo, no fue hasta que el sintió que ya podía entrar completamente en ella cuando se detuvo y la miró con cariño buscando señales de molestia o dolor, pero lo único que encontró es que los ojos de Nadia brillaban de placer y deseo, eso lo hizo excitarse aun más 

-¿Te duele? 

-No... No mucho... 

-Quiero hacerte sentir...-En ese momento Nadia comenzó a moverse instintivamente y a emitir gemidos que hicieron que Sebastian se calentara más y comenzara a moverse con ella 

-Ya no puedo más.... siento que voy a morir... 

-Déjate llevar pequeña, ahora solo estamos tu y yo-Y así fue, ambos llegaron al clímax al unísono, cuando ambos se calmaron, continuaron besándose y abrazándose. Esa noche era para ellos y nada ni nadie lo podría cambiar.   

Apenas habían pasado unas cuantas horas de aquel primer encuentro y Nadia no dejaba de pensar en ello. Al amanecer Nadia se levantó y se dirigió al baño para tomar una ducha antes de que Sebastián despertara, pero mientras estaba allí él apareció y fue inevitable que hicieran el amor en la ducha. Después se vistieron y Sebastián la llevó hasta su casa para que se cambiara. 

-Puedes tomarte el día si quieres-Dijo Sebastián apenas estacionó frente a la casa de Nadia 

-Estoy bien, no hay razón para hacerlo. Me cambio y llego a la oficina. Lo prometo El tomó su mano y la besó con reverencia, luego mirándola a los ojos le dijo: 

-Puedo esperarte y así te llevo 

-No, seria extraño para todos que lleguemos juntos cuando ayer salimos juntos de la oficina. 

-Tienes razón… Entonces allá te espero 

-Gracias 

-¿Por qué?-Preguntó Sebastián  

-Por esta noche-Y dicho esto la besó en los labios con pasión. Luego bajó del carro y entró en el pequeño edificio.   

Nadia estaba intentando concentrarse en su trabajo pero a cada momento se quedaba mirando hacia el vacío rememorando los momentos vividos la noche pasada con Sebastián. Aquella había sido la experiencia más hermosa de su vida, claro que no tenía con qué compararla, aunque pensaba que nada de eso importaba porque, al contrario de muchas chicas, ella lo había hecho con el hombre más maravilloso del mundo, uno que no solo la había adorado sino que también venerado como si de ella fuera su bien más preciado, aunque él nunca lo admitiría. 

Estaba claro que aquello fue un momento de lujuria que quizá nunca se volvería a repetir... ¿O si? Definitivamente si seguía así, Nadia se iba a volver loca. A cada segundo recordaba los besos tan apasionados y las caricias tan tiernas de Sebastián, la manera en que la había hecho suya. 

-¡Ya basta Nadia!-dijo- ¡Te vas a volver loca! Deja de pensar en eso, está claro que ahora te dice lo de “No eres tu, soy yo” y te deja en la calle de la amargura... 

-¿Hablando sola? - Sebastián estaba en la puerta, ese hombre parecía un fantasma, se aparecía cuando ella menos lo pensaba 

-Pensando en voz alta... ¿Cuánto tiempo llevas allí escuchando pensamientos ajenos? 

-Muy poco, alcancé a escucharte decir lo de "no eres tu, soy yo..." ¿A quien vas a mandar a volar? 

-¿Yo? ¡A nadie! No tengo novio... 

-Ehmm... Nadia, con respecto a lo pasó entre los dos yo... 

-Puedes estar tranquilo, yo no pretendo pedirte nada a cambio, está claro que ambos lo pasamos muy bien y...-¿Era ella la que estaba hablando? ¡Quien lo diría! 

-Solo quería que supieras que para mi fue algo especial ¡No quiero lastimarte! 

-No lo haces, te lo aseguro, puedes dormir tranquilo 

-Nadia, no entiendo tu actitud. Si hay algo que te molesta o que deseas, es mejor discutirlo ahora 

-Sebastián, no hay nada que discutir. Tu querías, yo también, somos adultos, ¡No entiendo donde está el problema! 

-¡Aquí el único problema es que tu quieres ocultar lo que en verdad sientes! Tienes 29 años y es hasta ahora que decides tener tu primera vez, no me como el cuento de que simplemente fue algo que sucedió y ya. 

-Evidentemente te escogí a ti para ser el primero, ¡Sentí que era el momento y ya! ¿Quieres arrastrarme al altar como en la época de la colonia? 

-Te has puesto una coraza y no entiendo por qué. 

-Sebastián, ¿Qué es lo que quieres? –Dijo con voz cansada 

-Saber lo que realmente deseas y a donde vamos con esto porque no podemos ahora actuar como si nada pasó, cuando si pasó.

-Tienes razón-Dijo derrotada-Yo solo quiero que sepas que no te pido nada a cambio, para mi esto ha sido muy especial y lo atesoraré toda mi vida.

-Yo también, aunque quizás no me creas.

-¿Habías estado antes con una virgen?

Sebastián esperó unos minutos y contestó mirándola a los ojos 

-No, es la primera vez 

-Entonces ambos tuvimos una primera vez anoche…-Sonrió-Estamos a mano ¿Cierto? 

-Si... 

-Genial... -El silencio se instaló de nuevo entre los dos hasta que Sebastián habló -Solo quiero que seas tú la que decidas que va a pasar con los dos 

-¿Puedo pensarlo? 

-¿Cuánto tiempo necesitas?-Era obvio que Sebastián estaba conteniendo las ganas de gritar, que no podía aguantar tanta espera 

-Un día... –Dijo tímidamente 

-¿Solo eso? ¿Un día? 

-Sí, mañana te diré que va a pasar de ahora en adelante entre tu y yo... 

-Solo te pido una cosa –Dijo esto acercándose a ella-No me alejes de ti...-Y Salió de la oficina dejando a Nadia sin palabras ante aquella pequeña demostración de afecto.   


CONTINUARÁ...

Te invito a leer los anteriores capítulos aquí:

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV 

Capítulo V

Capítulo VI  

Capítulo VII


Sort:  

Dios! Atrapaste mi atención con este texto, inclusive corrí hacia abajo en busca de los demás capítulos y créeme volveré por más, quiero ver en qué culmina.
Saludos y felicidades escribes fenomenal :D @lissyfatima

Muchísimas gracias por tus palabras!!!! Espero te gusten los siguientes capitulos porque vienen más emociones. Ya te sigo :) Un abrazo

Este post fue elegido para ser votado por theunion.
theunion.png

Ahhhhh que emoción!!!!! Muchísimas gracias grupo de The Union!!!! Un gran abrazo

Aquí ando ful apoyo proyecto @theunion aportando mi granito de arena . En curación juntos somos mas productivo y la ayuda mutua es lo ideal por la LA UNION HACE LA FUERZA 07/05/2018 Cool y interesante tu post @lissyfatima

¡Mil gracias Luis! Bienvenido a este blog que está escrito con muchísimo amor. Y si hablamos de sentimientos aquí los llevo a una historia que es tan real como la vida misma. Gracias por el apoyo y gracias al gran equipo de @theunion por siempre apoyarme ¡Los amo!

Uffff... Seguí la lectura de principio a fin y sin ninguna interrupción... Una montaña rusa de emociones...

Gracias amigo!!!! Espero sigas la historia porque aun es cuando vienen más sorpresas! Gracias por apoyar!

Claro que si... Voy por los primeros capítulos... Me encantó la trama...

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