Cada letra del alfabeto, mayúscula y minúscula es presentada en el contexto de una poesía que ilustra un juego, y es seguida por una máxima o moraleja. La figura de abajo muestra el juego de “ensartar la aguja”:
Aquí los niños se unen tomados de las manos,
Que agradable imagen, lucen como hermanos;
A través de sus brazos uno al otro empuja,
Como lo hace el hilo a través de la aguja.
Regla de vida
No hables mucho; siéntate consciente,
Que lo que digas sea pertinente.
Mi traducción
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El juego como vínculo entre lo oral y lo escrito
Los juegos infantiles son una parte inexpugnable del folklore de toda cultura
. Y una parte de ese folklore tiene que ver con los juegos verbales. De modo que
la literatura infantil desde sus inicios no ha hecho más que fijar en el papel lo que culturas milenarias habían venido transmitiendo en forma oral de generación en generación. Desde la poesía, lenguaje universal en el que se contaron las primeras épicas, mitos y legendas (algunas de las cuales pasaron a ser historia, otras religión), pasando por los chistes, los trabalenguas, las adivinanzas, las canciones de cuna, hasta los juegos de palabras que acompañan a los juegos físicos,
la literatura infantil, en sus diferentes géneros y formatos, ha resguardado la tradición oral para las generaciones futuras, incluso aquellas geográficamente distantes
. De modo que a través de un libro, un niño venezolano, por ejemplo, podía entrar en contacto con los juegos de un niño inglés, si haber conocido nunca en persona a uno, que decir haber jugado con uno. A través de la lectura de estos juegos y su posterior incorporación y adaptación al repertorio de juegos locales, los niños pueden acortar la brecha que separa a sus culturas.
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Tipos de libros que pueden contribuir a hacer de la lectura un juego
Libros sobre juegos o deportes
(instrucciones, historia, héroes, etc.). Algunos libros infantiles describen directamente, a través de personajes reales o fantásticos, el mundo de los juegos o deportes. Pueden contar aventuras enmarcadas dentro de estas actividades lúdicas o narrar los pormenores técnicos o históricos de diferentes juegos o deportes. La serie
Dino, de
Lisa Wheeler, por ejemplo, presenta una gran variedad de dinosaurios (animal favorito de muchos niños) a la par de nociones básicas de los deportes profesionales más populares, como el futbol, el béisbol y el básquetbol.
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Otros libros, del género
biográfico
, narran la vida de atletas famosos que pueden inspirar a los pequeños lectores a desarrollar o consolidar su interés por el deporte practicado por dicho atleta. Mientras que otros, del género
conceptual
, provee detalles técnicos o generales para motivar a los niños al conocimiento y práctica de dicho deporte o juego.
Libros que se convierten en juegos de palabra
(adivinanzas, canciones, trabalenguas, relatos a medias, etc.). En mi opinión,
los libros más creativos y artísticamente más meritorios son los que hacen uso del lenguaje como medio y fin de la diversión. En inglés,
Dr Seuss, Shell Silverstein, John Scieszka, entre otros han creado piezas inigualables que incitan a jugar con el lenguaje y a desarrollar la capacidad creadora del niño para producir sus propias ocurrencias. En español contamos con grandes escritores venezolanos y de toda Latinoamérica que han hecho del lenguaje un manjar para deleite de grandes y pequeños. Nuestro
Aquiles Nazoa dejó una gran herencia de textos divertidísimos donde tradición, crítica social y picardía lingüística se unen para hacer reír al más serio (
Fábula de la avispa ahogada, El libro de los cochinitos, La ratoncita presumida, El libro de los animales, entre otros).
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Con Chamario, de Eduardo Polo (heterónimo del poeta venezolano Eugenio Montejo), tenemos un excelente texto de rimas alocadas que pueden motivar a los chicos a generar sus propios juegos de palabras y trabalenguas.
Mientras que el clásico texto de Rodari plantea interesantes retos de imaginación para elegir el final que mejor satisfaga la historia, según el lector, o mejor aún permitir que el lector cree su propio final.
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Libros que se convierten en juegos físicos
(colores, pop-ups, sonidos/texturas, dramatización, etc.). Por último, tenemos los libros técnicamente más elaborados, posiblemente los más caros, pero a la vez los más llamativos y que mejor compiten con los aparatos electrónicos. Desde los libros más básicos, como los de colorear, el contacto físico con el texto permite una afinidad mayor por parte del lector. El niño que colorea un libro infantil se siente parte de la historia, es un agente creador que aporta su visión estética a las ilustraciones del texto. He tomado del blog,
http://creciendoconlibrosyjuegos.blogspot.com/ de Belén Santiago Trabado algunas muestras de la hermosamente catalogada lista de textos ahí disponibles y que nos pasean por las llamativas opciones para niños y niñas de todas las edades.
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Los libros pop-up, como Bu-Hú Diversión Pop-Up, cobran vida ante los ojos de los niños. Con sus manos los niños pueden animar el texto a la par de leer la historia narrada.
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Los hay que se iluminan
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Y los hay con sonidos y texturas.
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A diferencia de la tradición oral donde lo lúdico puede fácilmente llegar a ser vulgar (después de todo a los niños les fascina lo escatológico), en los textos infantiles, debido a los filtros editoriales, lo vulgar queda de lado y se garantiza que los juegos van a ser instructivos, creativos, constructivos y aleccionadores. En todo caso, como diría
Fernando Sabater, es preferible mil veces la vulgaridad (quizás por lo creativo e irreverente) que la cursilería o el adoctrinamiento.
Démosle a nuestros niños la mayor cantidad de opciones para que jugar y leer sigan siendo aliados de su formación y para que los juegos sanos, socializadores e intelectualmente estimulantes sigan garantizando una generación futura todavía capaz de preservar su calor humano, su cultura y luchar por mejorarla.
Fotografía de mi archivo personal
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Gracias por tu visita. Tus comentarios, como siempre, son más que bienvenidos.
@hlezama (Henrry Lezama)*. Nacido en Yaguaraparo, estado Sucre, Venezuela, en 1973. Académico, aficionado al cine y los deportes. Licenciado en Educación Inglés. Maestría en Literatura Norteamericana en la Universidad de Ohio, en Athens, USA. Estudios Doctorales (TMT) en la Universidad Estatal de Illinois con concentración en Literatura Infantil y Afroamericana. Profesor de Literatura Norteamericana y Literatura Infantil (UDO, Venezuela). Ha publicado trabajos de traducción en revistas norteamericanas.
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Me encantó este post, muy bien presentado y muy grato de leer,@hlezama. Muy buena la propuesta de vincular lectura y juego.En nuestra casa se lee y se regalan libros el niño Jesús traía juguetes y libros.Para promover el placer de leer debe hacerse por alguien que lo sienta des afortunadamente muchos maestros no disfrutan el placer de la lectura.Por años preguntaba a mis alumnos en la Escuela de Humanidades y Educación, sobre que libros estaban leyendo por gusto o por placer y casi ninguno lo hacía, escasamente leían los libros de texto de las asignaturas .Un asunto descuidado por el estado y por muchas instituciones con vela en ese entierro.Hay que seguir insistiendo.
Muy feliz de que el artículo haya gustado. Al igual que usted, he dedicado mi carrera a la promoción de la lectura y la mejor manera de hacerlo es leyendo. Desde los chamos de la familia hasta los particulares de la calle, pasando por nuestros estudiantes, insistiré hasta que no pueda sostener un libro. Estoy convencido del poder transformador de la lectura y creo que si hicieramos un estudio serio, completo, estructurado, encontrariamos una correlación entre nuestra crisis social/moral y la decadencia de la lectura como práctica habitual en nuestra sociedad.
Al igual que Ud. sondeo semestre tras semestre los hábitos lectores de mis estudiantes y cada semestre el resultado es peor que el anterior (con honrosas excepciones que ratifican mi teoría).
De manera, pues, que seguiremos batallando; buscando canales a traves de los cuales meternos y calar. Que sea esta la primera de muchas otras iniciativas que nos permitan sembrar una semilla que podamos ver germinar para bien de nuestras sociedades.
Gran artículo hlezama. Sabes, algunas veces me pregunto algo: ¿Tú crees que cuando pasamos de la piedra al papiro hubo un cierto rechazo como el que hay ahora entre lo escrito y lo tecnológico? Me lo pregunto porque a veces suelo pensar (muy pesimistamente) que posiblemente estemos ante un cambio parecido, y que los libros serán vistos algún día (muy pronto quizá) como un objeto arqueológico.
Yo vengo de los libros escritos también, pero me sigo preguntando si los que tenemos más de 30 fuimos esa última generación de lectores en papel, así como fuimos los últimos en conocer los cassettes o los correos. En lo personal pienso que las nuevas generaciones leen mucho (más que la nuestra quizá), al día entre todas sus redes sociales terminan leyendo decenas de páginas de contenido, el problema de esta generación es que ya no profundiza, solo lee retazos, es por ello que si los libros impresos desaparecen, estará desapareciendo una parte importante del conocimiento.
Gracias por ponernos a pensar!
Hola, @pavelnunez. Me halaga tu visita y esa pregunta me la he hecho a diario. De hecho, la reflexión sobre la cantidad de texto que lee esta generación cybernauta siempre se la "echo en cara" a mis estudiantes con la crítica implicita de que pudieran leer mejores cosas. Leen más pero de menos calidad. Entre textos, memes, cadenas absurdas, etc etc. son un equivalente en páginas libros asombroso.
Soy consciente de la inminencia de la desaparición del libro físico. Es cuestión de tiempo, supongo. Cuando salió el Kindle de Amazón pensé que sería cuestión de una década. Sin embargo se ha tardado más y quizas eso me ha hecho pensar que pudieran coexistir de alguna manera las dos formas (el libro físico y el digital).
En todo caso, sabemos, por los ejemplos que citas, que así como nos acostumbramos a tecnologías más prácticas, mejores, que sustituyeron a nuestros queridos cassettes y cartas escritas a mano, también nos acostumbraremos a los sustitutos del libro físico.
Lo que no se podrá cambiar, y ahí la importancia de la lectura de calidad que forme mentes de calidad,** es el contenido de las historias que se cuenten.** Ese contenido no lo va a generar una máquina por un tiempo. seguiremos necesitando de la imaginación y las vivencias de los humanos creativos para contar historias que nos hagan mejores personas.
7 de la mañana en Venezuela. Me separo del computador para acompañar a mi suegra al dentista. Vuelvo a conectarme en la tarde (si aún quedan megas).
Feliz día.
Jajaja esto de filosofar tanto sobre la vida le hace a uno pasarse de megas y olvidar hasta el obligado café. Yo estoy en el futuro, 4 de la tarde, pero quiero café como todo buen latino y se me ha olvidado otra vez, ¡a buscarlo se ha dicho! Jaja Buena charla compa.
Igualmente! Ha sido un placer.
Excelente trabajo, @hlezama. La manera cómo fuiste llevando tu discurso hizo entretenida e informativa la lectura. Creo que un niño que crece leyendo, es un niño con más oportunidades. No puedo dejar de recordar la primera vez que le compré un cuento a mi sobrino mayor, tenía 3 años, y él dejó sus juguetes a un lado y se sentó en mis piernas para que se lo leyera. Sentí en ese momento no solo la felicidad de saber que era uno de los "míos", sino la responsabilidad de darle no solo lectura para entretenerlo, sino también para formarlo. En la familia, soy la tía que regala libros, pero también que cuenta cuentos. Un abrazo
Que historia tan aleccionadora! Fantástico. Déjame contarte la de mi hermana. Ella tiene un hijo de la edad de mi hija mayor y cuando yo le compraba libros a ella, procuraba comprarle también a mi sobrino y se los acumulaba y luego enviaba por correo. Meses después, le pregunté como le iba al chico con los cuento y ella me dijo, todavía no se los doy. Se los guardé para cuando sea más grande. No los vaya a romper.
Al chico nunca le gustó leer. Nunca desarrolló el hábito, entre otros buenos.
Quien diga que los chicos de ahora no son como los de antes y que los libros no le hacen gracia no ha tratado, al menos no de la manera correcta.
Gracias por la visita.
Que texto tan enriquecedor @hlezama, ¡me sentí en un aula de clases al leerte!
:) Glad to know that. My pleasure
Gran paseo por las editoriales, la verdad es que últimamente es preferible regalarle un libro a un niño. Hermoso post.
Un gran abrazo @hlezama.
Gracias por la visita, @antolinamartell. Por desgracia en nuestro país los libros ahora tienen precios prohibitivos, pero han surgido opciones motivadas por la misma crisis. El hecho que mucha gente esté vendiendo sus libros abre oportunidades a aquellos que no pueden comprarlos nuevos. Un libro, nuevo o usado, siempre será de un niño el mejor aliado.
Me sentí muy identificada con tu post @hlezama, mi nieta es de "los míos" como dice @nancybriti, (eso me gustó) desde muy pequeña adoraba que le contara cuentos, prefiere un libro a cualquier juguete y eso le ha abierto el mundo. Excelente aprender más para ella. ¡Gracias!
Encantado. Celebra que crecen lectores en la familia. Ese es un árbol que hay que regar y abonar. Un placer contar con tu lectura.
Enhorabuena por tu excelente publicación.
Los padres debemos fomentar la lectura desde pequeños. Es la única gorma de que adquieran gusto por la lectura 😊
Así es. Gracias por detenerte a leer y comentar. A veces los chamos sólo necesitan que se les exponga a los libros, que se les deje interactuar y ellos solos hacen el resto. Eso es amor a primera vista. Pero, como en el amor, a veces hay que cultivar ese afecto y dependiendo como se haga crecerá.
Felicitaciones por este escrito, @hlezama. Me gustó su organización y cada contenido. Muy tiernas las fotos ...
Trabajé, hace tieeeeempo, para el Conac, en un taller de creatividad infantil en la población del Tacal. Antes de ponerme a hacer títeres y marionetas con los niños leíamos en círculo la obrita que queríamos montar. De una de esas sesiones atesoro esta anécdota que te cuento:
Todos leíamos una parte y pasábamos el papel hasta que llegó a manos de un niño pequeño, unos cuatro o cinco años, se hizo el silencio, yo estaba muy curiosa de lo que haría, evidentemente no sabía leer. El niño miró seriamente el papel por un rato, los demás comenzaron a inquietarse, entonces yo le pregunté si nos iba a leer...me respondió que el no sabía hacerlo con la boca, solo con los ojos, como su papá.
He visto muchos niños que juegan a que leen, es un regocijo.
Gracias por comentar, @gracielaacevedo. Hermosa anécdota. Ciertamente, una de las virtudes de los libros ilustrados es que proveen a los más pequeños de oportunidades para dar rienda suelta a su imaginación. En mi familia tuvimos varios lectores oculares :) y otros que se inventaban las historias sobre la marcha pero actuaban como que las tomaban directamente de las páginas, y otros más prodigiosos aún que las memorizaban despues de oirlas de algún adulto o niño más grande y lucían como los lectores más precoces y fluidos.
Excelente trabajo, mi hermano. Muy pertinente para estos tiempos. El pensamiento de Savater es una maravilla, pues nos invita a formar a ciudadanos para el mundo real, no para el mundo ideal. Lo felicito y lo invito a jugar chapita en el medio de la calle.
jaja. Te tomo la palabra. Cuando me recupere de la sacada de muela. Podriamos hacer un post sobre eso. Unos viejos actuando como niños.