Una escena fugaz paso por mi mente el día de ayer, una de esas conversaciones que se quedan contigo aunque tu no lo quieras: Recordé una de las tantas razones por las que dejé de dibujar.

Cuando dibujaba religiosamente todos los días (por allá en 2006) recibía muchas quejas en mi casa, mi mamá decía que pasaba demasiado tiempo dibujando, que eso me haría daño.

Supongo que para algunas personas sentir pasión por algo, ponerle dedicación, y mantener la disciplina (sobre todo en tus años más jóvenes, cuando tienes tanto tiempo libre) es una cosa... de alguna manera... mala.

Entonces, un día yo dibuje un ángel, y equivocadamente deje este block de dibujo abierto, a la vista. Mi mama lo vio, y torció el rostro con disgusto:

Yo le respondí que no sabía, que no había pensado en el sexo de lo que estaba dibujando, que solo me había preocupado en hacerlo hermoso.

Esta respuesta la enfureció. Y a eso le siguió un largo regaño sobre lo mal que estaba hacer eso, dibujar personas que no fueran evidentemente hombre, o mujer; despues, me dijo que algo estaba muy mal conmigo, sugirió que mi mente tenía un problema porque había dibujado un personaje andrógino.

Le expliqué lo que era la belleza ambigua, que existían personas reales que no parecían de un sexo ni de otro, y que eso me parecía extraordinario.

Pero su reacción y su cara de desaprobación me hizo sentir avergonzada, de mi, de mi dibujo, y de lo que le había dicho, aunque yo veía mi dibujo como una cosa super bonita (me sentía orgullosa de lo bien que habían quedado las proporciones y el coloreado a lápiz y carboncillo); me hizo dudar que la belleza estaba más allá de los rasgos exclusivamente femeninos o masculinos.

Mi mamá es una persona generosa, inteligente y valiente, no es prejuiciosa, sin embargo, entiendo que ella nació en una época muy distinta a la que vivimos hoy, y que tristemente muchas preconcepciones erróneas formaron parte de su crianza.

Sin embargo esto que recordé, me dejó un mal sabor de boca: Rememorar los motivos por los que escondía mis block de dibujo, hasta que termine por abandonarlos.

Es una persona joven que ha vivido demasiado, esta cansada de muchas cosas como para enumerarlas. Tiene el don de ver entre dos mundos, y aunque no lo quiera, lo único que le trae algo de paz a sus días es utilizar ese don para ayudar a otros, así que no es extraño que la policía de su ciudad le llame para encontrar personas perdidas o resolver asuntos muy complicados.

Esta Witch es un personaje Non-Binary, cosa que explica su diseño ambiguo (también, me inspire en la apariencia de una amistad muy querida que tengo en la distancia), es la primera vez que dibujo uno en mucho tiempo.

Una persona Non-Binary es alguien que no se identifica con las características de los géneros binarios (o no totalmente), es decir, masculino o femenino. Son personas cuya identidad de género está, digamos, en el medio, ¡podríamos decir que sus características representan un tercer género!.

El tema me parece simplemente fantástico, dentro del gran espectro de las identidades del ser humano, las personas y personajes Non-Binary me llaman poderosamente la atención.

Siento que incluir esta naturaleza/característica en personajes de comic, novelas o series, abre un enorme abanico de posibilidades, donde las acciones, decisiones y pensamientos del personaje están liberados de cosas como la ideología de género.

Y esa libertad, la siento vivamente como el lienzo mas blanco y grande que haya tenido la fortuna de encontrar jamás (hablando de recursos literarios, y desenvolvimiento de personajes).

Algún día, quisiera tener la oportunidad de hacer amistad con personas nombinary, demisexuales y asexuales, porque siento que estas personas, por su naturaleza más allá de los temas mundanos de la sexualidad, deben tener una perspectiva del mundo quizá, mucho más amplia de lo que la tiene la mayoría de personas que puedas conocer.

Las dos últimas semanas las he dedicado a trabajar en varias cosas, me encuentro sumergida en pequeños proyectos que me llenan de felicidad, y me mantienen ocupada cuando situaciones que escapan de nuestras manos nos impiden ser tan productivos como quisiéramos (por ejemplo, hoy he pasado aproximadamente 8 horas sin luz).

Sin embargo, por fin, ¡logré hacer mi primer broche bordado con mostacilla y canutillo!, siento el pawah rosadito en mi mano.

Estoy llena de ilusión por compartir el proceso aquí, tenía semanas soñando con poder elaborar esta pieza; cuando la miro, me cuesta creer que lo conseguí.