El amor que construimos - Parte 3 - Perspectiva de El - Relato
Él jamás había sido bueno jugando a la ruleta de la fortuna, tampoco a la lotería e inclusive podía decirse que en el bingo nunca pudo ganar un partido, la suerte y él no estaban de la mano, es por ello que aprendió a aprovechar cada cosa buena que le pasaban para sentir que de alguna manera el juego estaba a su favor, pero las decepciones que sufría luego, lejos de motivarlo a querer ser mejor, poco a poco construía un muro de concreto alrededor de su corazón con la finalidad de no salir lastimado una y otra vez.
11:09 pm
Él: Tengo ganas de verte, ¿crees que es muy rápido?, sé que nos vamos conociendo pero te has vuelto adictiva para mi… me traerás muchos problemas...
Ella: Yo también quiero verte, me gustaría conocerte. ¿Será que puedes venir a mi ciudad?
Él: Este diciembre no puedo, tengo muchas cosas que hacer... Pero en ¿Enero?
Ella: Entonces en Enero te veré en persona…
Él: “Mientras tanto... podemos vernos por Skype”.
Ella: “Excelente idea…”
Soltó un suspiro mientras limpiaba la mesa del restaurante que trabajaba, había podido conseguir un trabajo los fines de semana para poder obtener más dinero, vivir en un país ajeno al tuyo siempre era algo tan difícil al comienzo que te hacía tener que trabajar todo el tiempo, por lo menos para poder estabilizarte un poco. Él no era un hombre conversador, eso había quedado en el pasado. Ya sólo se limitaba a hacer su trabajo, hablaba lo necesario y dormía cada vez que estaba en su casa, no es que estuviera en una etapa depresiva, es que la vida se había encargado de ponerlo de esa forma, así evitaba tener que sufrir, sufrir para nada...
04:15pm
Él: Sé que es muy pronto lo que te voy a decir, pero te amo. Es loco lo sé, no te conozco en persona, pero siento que me conoces más que cualquiera y es increíble que con tantas personas en el mundo pudimos conocernos así sea por este medio debe ser por algo… tengo que decirte que, definitivamente eres al amor de mi vida.
Ella: Yo también te amo, eres lo más importante para mí y no veo la hora de conocerte en persona.
Él: ¿Qué pasa, no soy el amor de tu vida?
Ella: No es eso, es que no lo quiero decir tan rápido, sólo cuando esté preparada...
El joven le sonrió de medio lado a una niña que le estaba enseñando su nuevo juguete, escuchó un claro “Siempre será mi muñeca preferida”. ¿No es lo que hacemos incluso los adultos?, prometer cosas cuando estamos felices y decidir cuando estamos tristes, que irónica situación. Habían cosas que él no sabía manejar y que a medida que pasaba el tiempo más le costaba dominarla y eso eran las emociones. Él era un ser muy emocional por más que no le gustaba demostrarlo, pero ella podía descifrar con una mirada, con el tono de voz o con la manera de escribir como él se sentía, ella lo conocía más que él mismo.
08:15pm
Ella: ¿Qué tienes?
Él: Nada…
Ella: ¿Qué te pasa?, estás cortante
Él: Nada no me pasa nada
Ella: OK..
El final de toda relación lo comparaba con una estrella fugaz, porque independientemente de cuantos años pasaran, meses o días, normalmente uno se sentía en el cielo y cuando se pronunciaba un claro “quiero terminar”, es como si ese cielo desapareciera o como si esa estrella se escondiera. El joven asintió con la cabeza cuando su superior le daba unas indicaciones, se acercó a la mesa de una pareja para tomar su orden, ella se veía con los ojos hinchados y él con la mirada ausente, ese escenario le hizo recordarla, de revivir aquel preciso momento en que le dijo que se iban a separar.
10:32pm
Él: debemos terminar
Ella: NO. Por favor..
Él: Nada es igual, nos estamos lastimando.. no quiero lastimarte...
Ella: Me lastima más que termines conmigo… por favor...
Él: Es lo mejor…
¿Cómo puedes terminar una relación si estas completamente enamorado de tu novia?, ¿no se supone que uno termina con alguien porque no siente más amor por esa persona?, era injusto y tuvo que aprender a la fuerza esa lección. Él se alejó de ella por factores ajenos a su relación, comenzando por sus padres, él no quería que ella viviera cerca de un ambiente tóxico y prefería condenar su felicidad a que en un futuro ella misma se cansara y lo dejara. Su mundo dividido en dos, parte en un mundo cibernético donde le contaba a ella su realidad y recibía consejos y también estaba su mundo real, donde era una constante pesadilla.
A partir desde su separación existían idas y vuelta pero jamás con el título llamado noviazgo, pues eso significaría desafiar a sus demonios constantes. Su mayor prueba de fuego, fue el acontecimiento más grande, su hermano yendo a la cárcel, era ilógico como las cosas se encargaban de ir a peor, no sólo no podía tener a la persona que más quería cerca de él, sino que además, tenía que trabajar para poder pagarle la fianza a su hermano mayor. Era injusto como él y solamente él salía perjudicado en cada acción o decisión de su entorno, estaba Harto.
Es así como un mes cualquiera volvió a su computadora, abrió Skype y le escribió a la única persona que estaría allí sin importar que, tal vez ella estaría con alguien más, tal vez no, pero la necesitaba tanto que dolía no saber nada de ella. Vio que estaba en “no disponible” y sonrió, recordaba que se colocaba así para que el sonido de “conectado” no la perturbara constantemente, respiró hondo y escribió.
10:50pm
Él: ¿estás?
Ella: Sí, hola
Él: ¿cómo estás?
Ella: bien y tú?
Él: bien.. ¿sabes? te extraño mucho...
Esta es la tercera parte de unos series de relatos que empece. Esta parte y la ultima que es la 4 las escribí y publicare solo desde la perspectiva de el para dejar una mejor explicación de todo.
Si quieren leer los otros relatos
Sources:1
Muy bien escrito, redactado, estructurado, el relato me gusta, se entiende, llega, enhorabuena. El equipo Cervantes apoyando a la comunidad.
Muchas gracias por tomar ne cuanta mi trabajo, significa mucho