Situaciones graciosas... Deja tu historia graciosa en los comentarios y tendrás un premio sorpresa en tu monedero.Recuerda: #reiresgratis.

Al salir de viaje nunca nos imaginamos situaciones que en el momento no sentimos nada de risa. Podemos llegar a preguntar, ¿quien esta filmando esto? ¿Será que tienen alguna cámara escondida?Esto me pasó. Luego de reunir para mi viaje tan esperado, casi me pongo a llorar. Sí, ¿llorar lisbett?... pues si. En el transporte mi compañera de viaje ya a las dos horas de paseo quería lanzarse por la ventana, pero iba del lado del pasillo y me dijo con tono fuerte: ¡quiero ir en la ventana!... A pesar que iba del lado de la ventana como los perritos cuando van en los carros felices, pues cedí el puesto a la señora. Con mucha amabilidad cedí el puesto. Al intercambiar me dijo: conste que te lo pedí amablemente. Mi respuesta inmediata fue: si claro así fue, por eso le doy mi puesto. Le molestaba la espalda y lo que mas repetía era ¿ cuando vamos a llegar?

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Al voltear para seguir viendo el paisaje por la ventana la vi dormida, para mi no existe nada mas tierno que una persona de la tercera edad dormida. Al cabo de unos minutos sus ronquidos impregnaron el lugar. Bueno pero mi ánimo era tan grande que solo quite su cabeza de mi hombro con mucha delicadeza. Yo no me quería perder ni un kilómetro del paseo. Ese día estaba muy visual, ver esas montañas, lagos, personas a caballos, me hacían pensar lo bello de mi país.
El chófer iba con sus vallenatos a todo lo que daba el equipo de sonido. Desde atrás las personas comenzaron a pedir salsa y él amablemente complacía las peticiones. Muchos se paraban a bailar, un ambiente bien agradable.

Acomodé mi bolsito que llevaba en mis piernas, me puse a buscar nada en el bolso como para entretenerme. Ya que volteaba para todos lados y la gente dormida. Luego de cuatro horas de camino la guía nos manifiesta que pararemos y en ese lugar el que quería desayunar, hacer sus necesidades podía bajar, que en 15 minutos nos veíamos en el autobús.

Debo confesar que era la primera vez que salia de mi casa sin mi familia. Me dieron ganas de llorar pero recordé todos los platos, ropa, trabajo y otras cosas que hicieron que las lágrimas volvieran a su lugar. Este viaje es un regalo y lo voy a disfrutar, era lo que venia a mi mente.

Muchas veces podemos llegar a decir que los que nos rodean nos sabotean los viajes, pero también debo reconocer que nosotros también somos los primeros saboteadores de nuestras vidas. Ya saben la novela, el drama, tantas situaciones que no perdemos tiempo en dejar salir todo lo negativo. Bueno vuelvo a mi compañera de puesto. Ella se encargó de hacer creer a todos que en ese lugar no se bajaría ya que seguro saldrían atracadores y otras cosas. Donde al levantarme del asiento escuché : luego no diga que no se lo advertí. Bueno todo salió bien. Cuando subí creí encontrarla en su puesto, pero no, venia detrás de mi y con un gesto de casi, casi sonreír me dijo: yo voy a pasar primero quiero la ventana.

El viaje estuvo fantástico fueron diez horas de camino, las mejores horas de vida. Realizar estudios sobre la conducta de personas mayores me hace entender algunas situaciones, mi paciencia es amplia (risas). Hicimos varias paradas, me dí cuenta que cuando le hablaba no me contestaba, las 4 veces que le intenté hablar no me contestó. Ella en un momento me dijo: Voy a hablar ya que usted parece que está muda, sonreí con mi amplia sonrisa y sus ojos brillaron me dijo debo tener mal aliento, no aguante mi risa y con mucha amabilidad le dije que no se preocupara. Con una voz misteriosa me dijo: soy sorda, escuché un susurro, ahora si.. hable ya coloqué mi aparato en mi oído, ya la puedo escuchar. Bueno este viaje promete, comenzamos a compartir las mandarinas y todo lo que traíamos. Al fin llegamos a nuestro destino. ¡Adivinen! ¿quien era mi compañera de cuarto? sí , ella misma. Comenzaron las quejas, entre tantas cosas decía: esa señora de la excursión nos engañó, esta cama no me gusta, seguro aquí hay chiripas. Bueno así siguió por un largo rato. Hasta que escuché un grito: Una viboraaaaaaaaaaa, bueno varios gritos: una víbora una víbora una víbora.

Como pude me levanté de la cama donde ella no quiso dormir ya que yo era mas gorda y ella podía dormir en la individual. Pues me levanté y salí detrás de una cucaracha esa era la víbora. Me decía ellas siempre andan juntas debe estar otra. Rodamos las camas efectivamente estaba otra cucaracha creo que mas nerviosa que la señora.

Bueno ya listo a dormir. Apagamos la luz y a dormir. Pasarían como dos horas y siento que encienden la luz, y comienza la señora a buscar su celular para conectar y me dice creo que ya es la hora de levantarnos veo mi reloj y son las 2am. También escuchaba que se le había perdido una media, a todas esto el sueño la venció. A lo lejos escuchaba tengo mucho frío, me levante y apague el aire acondicionado. Era nuestra primera noche juntas. En mi mente solo estaba segura, que este viaje nada ni nadie me lo echaría a perder. ¿Han vivido situaciones como esta? De verdad logramos entablar una conversación como a las 5am donde le explicaba que nadie entraría que estábamos de paseo que la íbamos a pasar muy bien; me explicaba que era primera vez que salia sola y bueno que me agradecía mi paciencia. Hicimos una bonita amistad y le pedí permiso para contar nuestra historia viajera. A veces solo debemos ponernos en el lugar del otro y decir: si fuera yo, como me gustaría que me trataran.

Esta foto fue tomada a las 6 de la mañana, por mi amiga Angela

Espero por tu historia que quizás en el momento no te hizo reír, pero ahora al recordar risas te puede sacar y a nosotros alegrar.

Las fotografías fueron tomadas con mi celular BLU5. La primera foto es imagen pixabay.