En sus primeros años, la industria del cine producía y proyectaba películas mudas y en blanco y negro. Una orquesta se encargaba de interpretar la música compuesta para la película, pero la cinta contenía únicamente imágenes, hasta que en 1.927 llegó la revolución del cine sonoro. Y éste es precisamente el momento histórico en el que se sitúa The Artist.

Se trata de una película francesa de comedia romántica con algo de drama, en el estilo propio de una película muda en blanco y negro. Fue​ escrita y dirigida por el francés Michel Hazanavicius, quien, inspirado en el cine mudo americano de los años 1.920 y 1.930, quiso realizar en el 2.010 una película que representara un tributo a ese cine amado por él.
La película cuenta la historia de George Valentin, una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe y cuyas películas son todas un éxito. Un día conoce por casualidad a Peppy Miller, una joven aspirante a actriz quien, con un poco de orientación de Valentin, se convertirá poco a poco en una gran estrella. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera viene a pique. Convencido de que el cine sonoro es una moda pasajera, decide financiar su propia película, ante las negativas de los estudios que ahora prefieren producir películas con sonido.

Pero la cinta es un fracaso de taquilla (todo el éxito es para las películas de Pepppy Miller ahora) y luego, con el Crac del 29, Valentin se ve obligado a subastar sus efectos personales e incluso despedir a su apreciado chófer. Sólo lo acompaña ahora su perro. Deprimido por su situación, una noche se acerca a su colección de cintas y las hace arder. Pero, en medio de las llamas, decide rescatar una única cinta: la primera película que hizo con Peppy. Por intercesión de su perro, George es rescatado y conducido a casa de la ahora estrella Peppy, quien se ha encargado de él. Allí, Valentin descubre que es ella quien ha comprado todos sus efectos personales y además es la nueva jefa de su antiguo mayordomo, lo que lo hace volver a su apartamento para suicidarse. Sin embargo, Peppy llega a tiempo y logran reconciliarse. Por todo lo que siempre ha sentido por él, Peppy da con una idea para que George pueda retomar su carrera de actor: hacer un musical juntos. La película culmina con una escena en la que filman una secuencia de baile y luego se escuchan los sonidos de ambiente, la voz del director e incluso una frase corta de Valentin.

Aunque el estilo evoca las películas mudas en blanco y negro de los años veinte, la trama evoca películas un tanto más recientes. Las referencias más evidentes serían a Singin' in the rain por el paso del cine mudo al sonoro y A star is born, o más propiamente a su original What price Hollywood?, por la relación entre el descenso de él, el ascenso de ella y la forma en que ella lo ayuda en su momento de dificultad, agradeciendo lo que hizo en su favor al principio. La fotografía, el montaje, la dirección, todo desde el punto de vista estético es increíble.

Y a esto se suma la excelente actuación de los protagonistas, quienes debieron afrontar en pleno siglo XXI las exigencias para los actores de principios del siglo XX: una gestualidad marcada, la modulación, los movimientos corporales que pudieran hablar cuando ellos no podían. Los amantes de las películas de Chaplin amarán a Jean Dujardin (George Valentin) y Bérénice Bejo (Peppy Miller) y aquellos que no conozcan el cine mudo, querrán ver un poco de él. Hay una escena, mi favorita, en la que Peppy se acerca a un perchero del que cuelga un saco de Valentin y metiendo el brazo por una de sus mangas, se abraza a sí misma, simulando la presencia de George. La coordinación corporal y las expresiones faciales se combinan perfectamente creando un efecto mágico. En mi opinión, Bérénice (esposa del Director) mereció el Oscar por su interpretación, pero la Academia decidió dárselo a otra gran actriz: Octavia Spencer, por su papel en The Help.

The Artist se convirtió en la película francesa más premiada en la historia. Entre todos los galardones obtenidos figuran seis premios César, siete BAFTA, tres Globos de Oro y cinco Oscars de sus diez nominaciones: Jean Dujardin obtuvo el de Mejor actor y la película ganó en Mejor director, Mejor vestuario, Mejor banda sonora y el premio de la noche: Mejor Película. The Artist, grabada en formato 4.3 fue la primera película muda en ganar como Mejor película desde Wings (¡la ganadora de la primera edición en 1927!) y la primera película en blanco negro desde La lista de Schindler. Se trata entonces de una película de referencia obligatoria para los amantes del cine y una experiencia fílmica enriquecedora para aquellos que quieran ver algo distinto a lo que están acostumbrados. Además es una muy buena opción para quienes no puedan acceder a las joyas del cine de principios de Hollywood, porque aunque es moderna, conserva el espíritu de aquella época. Romance, algo de drama y muchas risas, completan un película de puntuación perfecta: 10/10 para este excelente tributo que todo el mundo debería ver.