Arthur Schnitzler fue un narrador y dramaturgo austríaco, nacido en el siglo XIX quién trato la complejidad psicológica de sus personajes y uno de los primeros que empleó, en alemán, el monólogo interior para reforzar dicha complejidad.

Era admirado por sus semejantes y en los círculos artísticos y sociales que frecuentaba. De pronto, una tarde de 1.922 recibió una carta muy singular que decía lo siguiente:

"Durante años me he preguntado (como sin duda le habrá ocurrido a Ud.) por qué siempre he vitado conocerle personalmente a pesar de que amigos comunes han intentado acercarnos y existen muchas razones para que lo hiciéramos. Espero que no lo tome a risa si confieso que nunca he querido hacerlo por un temor subconsciente a encontrarme en usted a mí doppelgänger. Su persona siempre me ha sido extrañamente familiar, como si existiera una insondable simbiosis entre nuestras mentes. Perdóneme por incurrir en el autoanálisis pero después de todo, es lo único que sé hacer.
Sigmund Freud"

El Doppelgänger

El término Doppelgänger es un vocablo alemán y proviene de doppel, que significa "doble" y gänger "andante". Desde la antigüedad existe una creencia de que cada persona tiene un gemelo idéntico en algún lugar sin que exista vínculo sanguíneo alguno.

Su origen se remonta probablemente al Egipto faraónico. Se entiende que el Doppelgänger de una persona, por lo general tiene una personalidad directamente opuesta al individuo verdadero y en las muy raras instancias en que llegan a encontrarse, ambos inevitablemente perecerán. El cine y la literatura, incluso la pintura y los cómics, han empleado este tema y lo han explotado ampliamente. En El hombre duplicado de José Saramago, un profesor de historia en una escuela secundaria, descubre en una película un actor que es su copia idéntica. De allí se deriva una novela de suspense que plantea cosas interesantes sobre la identidad. Este libro fue llevado al cine en 2013 con el título de Enemy. El Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, William Wilson de Edgar Allan Poe y El doble de Fiódor Dostoievski, tratan de maneras diferentes este mismo concepto. Incluso en la caricatura japonesa de Los caballeros del Zodíaco se presentan los doppelgängers cuando los caballeros de bronce deben enfrentar a los caballeros negros: copias idénticas de sí mismos pero con las armaduras completamente pintadas de color negro. Además, se han documentado algunos incidentes curiosos, como el del Doctor Neil Woodward quien en 1.996 falleció de complicaciones cardíacas el mismo día en que había visto por la calle un individuo exacto a él. Woodward era, hasta ese día, un hombre de salud estable, sin antecedentes cardíacos de ningún tipo. Otro incidente lo registró el escritor alemán Goethe quien, en su biografía, recuerda haberse encontrado en un camino con un extraño viajero vestido de gris que era él mismo. Ocho años después, al transitar exactamente ese camino en sentido opuesto, Goethe se fijó en su ropa: vestía de gris. ¿Fue un desdoblamiento temporal? ¿una visión? ¿una profecía?

El caso Freud-Schnitzler

Sigmund Freud y Arthur Schnitzler eran extraordinariamente parecidos físicamente, ambos estudiaron medicina y se especializaron en neurología en el mismo instituto médico de Nancy, en Francia; estudiaron técnicas de hipnosis con los mismos profesores franceses; los dos trabajaron por un tiempo sin llegar a conocerse en la misma clínica del neurólogo Theodor Meynert; ambos nacieron en el imperio austrohúngaro después de la primera mitad del siglo XIX; los dos eran primogénitos y fueron entregados al cuidado de una nodriza después de nacer y ambos perdieron hermanos menores en circunstancias trágicas. Después de trabajar en aquella clínica, los dos optaron por abandonar la práctica comercial de la medicina, Freud para sumergirse en el estudio de la psiquis humana y Schnitzler para dedicarse a escribir obras de teatro y cuentos. ¿Se puede hablar de meras coincidencias? ¿una lista extensa (hay más que las mencionadas) de simples y aleatorias coincidencias? ¿o el temor del padre de la psicología moderna tenía alguna base real?

La explicación y la pregunta

Para algunos expertos, el efecto Doppelgänger es la manifestación física del fenómeno conocido como deja vú, aunque no dejan claro cómo se logra la materialización de la idea. Para otros es simplemente una trampa psicológica, pero para la mayoría se trata de simples creencias populares sin ninguna partícula de veracidad o de posibilidad real. Ahora bien, si el mismísimo padre de la psicología moderna Sigmund Freud, experto en analizar la psiquis humana, fue lo suficientemente prudente como para evitar establecer contacto personal con quien creía era su doble andante, es algo para ser tomado en serio ¿no les parece?

Los avances científicos de la actualidad han sumado una tercera explicación: la clonación. Ahora, el hombre es capaz de reproducir un organismo vivo idéntico a otro que sirva de modelo y aunque oficialmente no se han hecho declaraciones de experimentos para clonaciones humanas, Star Wars y otras franquicias han permeado la psiquis de la sociedad que está convencida, no sólo de que es posible, sino de que ya se ha hecho. Siendo así, supongamos que van un día caminando por la calle y, al detenerse frente a un semáforo, descubren entre la multitud una persona, no parecida, sino exactamente igual a ustedes ¿qué harían? ¿se acercarían? ¿comentarían el parecido? ¿lo tomarían como una clonación humana, un experimento gubernamental? ¿o como Freud, evitarían pasar muy cerca e intentarían olvidar el incidente? Mito, o no, resulta un tema interesante y por eso ha alimentado (y sigue haciéndolo) el imaginario colectivo, desde los libros, el cine y la televisión.