El proceso (Libro): el juicio de Franz Kafka

in #spanish5 years ago

El proceso de Franz Kafka es una novela que trata la inaccesibilidad a la "justicia" y a la "ley"

Franz Kafka es conocido sobre todo por su relato La metamorfosis; sin embargo, escribió muchas otras piezas de narrativa breve y tres novelas que dejó incompletas: El castillo, América y El proceso. El análisis de esta última es el objeto de este post y para comenzar debe aclararse que en realidad, la obra está incompleta, más no inconclusa. Kafka dejó escrito el final, previo al cual tenía la intención de agregar otros capítulos, pero el cierre de la historia está allí. Para Jorge Luis Borges, los cuentos de Kafka primaban sobre sus novelas; en cambio, para Max Brod, su amigo y albacea literario, la verdadera importancia de Kafka se encuentra en sus novelas. Debo reconocer que estoy más de acuerdo con este último y que, en lo personal, me tomo la licencia de reconocer La metamorfosis como una novela corta, con lo que reafirmo mi coincidencia con Brod. Al igual que en la historia de Gregor Samsa, en El proceso la frase inicial es un arranque claro y contundente que engloba toda la novela:

“Posiblemente alguien había calumniado a Josef K., pues sin que éste hubiera hecho nada malo, fue detenido una mañana”

Ya está. el narrador está reconociendo la inocencia de K. y anunciando el destino que se inicia con su detención. El día de la detención es su cumpleaños número 30, y de los dos hombres que lo detienen, uno se llama Franz (como el autor), pero todos a su alrededor parecen saber algo, como si él fuese el último en enterarse. Ahora bien ¿por qué está detenido? él hace esa pregunta natural a sus aprehensores y ellos responden “No estamos aquí para decírselo”. Lo detienen sin decirle por qué pero le dicen que ya el procedimiento está en marcha.
A partir de allí se suceden una serie de serios desvaríos que van hipertrofiando la cualidad absurda del mencionado proceso, en el que le aseguran que “No puede haber ningún error” y lo critican porque “…reconoce que ignora la ley pero al mismo tiempo afirma que es inocente”. Cualquier cosa que haga es vista como sospechosa, culpable o improcedente.
Para su primera citación, K. llega tarde porque no le dieron bien las señas del lugar. Al llegar, le afirman querer terminar pronto, pero dilatan las audiencias a tiempos y plazos difusos, indefinidos. Le piden que no se preocupe, que todo se aclarará, que lo quieren ayudar a defenderse, pero lo tratan como si sólo por estar detenido fuese culpable del mayor de los crímenes. Al principio K. se toma el proceso un poco a la ligera porque lo sabe (lo cree) improcedente y eso lo hace obrar con imprudencia en algunos casos y en otros con algo de desinterés que es reprochado por los demás, magnificando las terribles consecuencias de una actitud como esa, pero al mismo tiempo, el sistema le permite cumplir su labor, ir al banco a hacer su trabajo, a pesar de encontrarse detenido.
En un punto K. denuncia una “mafia” judicial, una organización que persigue “detener a inocentes y abrirles procesos sin sentido y la mayor parte de las veces, como es mi caso, sin resultado alguno”, el suyo no es un caso único, aislado, es un ejemplo de la práctica de la impartición de una justicia que “exige que se condene al inocente sin que éste conozca la ley”.

La "resolución" del proceso de Josef K. tiene tres posibilidades: La Absolución real, es decir el verdadero cierre del proceso, que sólo puede ser provocado por la inocencia del acusado, pero de la cual nunca se ha registrado un caso, aunque “tiene que haberlos habido” como dice uno de los personajes; la Absolución aparente en la cual le dan una libertad ilusoria porque el proceso continúa a instancias cada vez mayores dilatándose en el tiempo, corriendo el riesgo de volver a ser arrestado y de comenzar de nuevo el proceso; y la última, la Prórroga indefinida en la cual se detiene por un lapso no concreto el proceso en sus estados iniciales, debe seguir acudiendo a audiencias e interrogatorios breves, de cuando en cuando, para cumplir con las formalidades, pero no se pasa de allí. La primera de las opciones es la única que representa un cierre, pero es más una leyenda que una realidad, por lo que queda descartada. Las otras dos tampoco son una posibilidad de final porque son mecanismos para alargar el proceso ad infinitum, con lo que el hecho de que la novela esté incompleta puede ser analizado a una nueva luz: si el proceso de Josef K. no tenía final, la novela que lo cuenta tampoco, porque pudieran agregarse tantos capítulos como posibilidades tenga de alargarse. En otras palabras, El proceso es una novela interminable, más allá de que Kafka nos haya contado el último capítulo. Esa idea de una novela que pudiera alargarse infinitamente y los laberintos en los que Kafka se sentía en sus novelas, me recuerda a Borges, fanático de ambos conceptos y del autor Checo. El destino de Josef K. se nos anticipa con muchas frases en la novela:

“…nadie puede defenderse contra esta justicia”

“la defensa no está expresamente permitida por la ley; la justicia se limita a sufrirla”

“¡Hay muchas sutilezas en las que la justicia se pierde! Acaba por descubrir un crimen donde en modo alguno lo había”

“…una vez que ya ha formulado la acusación, se encuentra firmemente convencida de la culpabilidad el acusado”

Un hombre inocente (recordemos la frase inicial del libro), es detenido, condenado, sentenciado y ejecutado por un sistema de justicia absurdo, hipertrofiado y corrompido. Antes de la ejecución, K. piensa “¿Dónde estaba el juez que nunca había visto? ¿Dónde estaba el alto tribunal al que nunca había llegado?”. ¿Alguien lo calumnió? ¿o sólo fue una víctima aleatoria del sistema? ¿de qué se le acusaba? todo esto no llega a saberse. Y no importa, porque lo único que verdaderamente importaba, resultó no ser suficiente para inclinar la balanza a su favor: Josef K. era inocente.

Ahora bien, prestemos atención a esta frase: “Es imposible defenderse si no hay buena voluntad” y a esta situación: el hombre es juzgado y sentenciado, aún siendo franco e inocente. Su culpabilidad es innegable, alguien dice “creo que no puede ponerse en duda”. Se arma un caso en el que cada frase pronunciada por él es puesta en una estructura (prejuicio) armada de antemano y sólo se “confirma” su culpabilidad. Pero es inocente. Y aunque responde a todo con la verdad, esa verdad lo incrimina a los ojos de los otros. Esa escena parece sacada de El proceso. Sin embargo, es de la novela América. Señalemos además el destino del protagonista de ese gran relato llamado La condena, o lo que ocurre en otra pieza En la colonia penitenciaria. En todos ellos vemos a personajes con una sensación perpetua de estar perdidos; que se encuentran con otros personajes y situaciones que los oprimen, los sobrepasan, los doblegan y les impiden muchas veces cumplir con su voluntad y que son juzgados duramente y con frecuencia.
¿Quién fue el juez de Kafka? pensando en La condena o en la Carta al padre podemos señalar a su progenitor. Pero fue el mismo Kafka quien siempre se sintió ajeno a su época, a su sociedad; se sentía vivir en tiempos desagradables que lo oprimían. Recordemos también que, moribundo, pidió a Max Brod en varias oportunidades quemar sus escritos (aunque en una carta también indicó cinco piezas que podían salvarse de las llamas) y en otra carta, refiriéndose a sus novelas, dijo "¿Para qué debo guardar trabajos así, malogrados...?". En esa pregunta está la mejor prueba de que Kafka fue su juez más duro, porque considerar malogrado un libro como El proceso refleja un juicio claramente absurdo. No en vano se encuentra entre Los 100 libros del siglo XX según el diario Le Monde (es el tercero en la lista) y la considero una obra, no sólo recomendable, sino de obligatoria lectura para todo aquel que quiera hacerse llamar lector.

Reseñado por @cristiancaicedo


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No leí completo tu publicación porque prefiero leerme el libro y espero lo entiendas, no quiero espolearme. Me llama la atención el libro, lo buscare en pdf, me leí La Metamorfosis en una librería que permitían leer sin compromiso, Kafka de por si ha sido viral con sus frases. Apenas me lea el libro, te comento que tal me pareció y doy mi opinión.

Buena idea evitar los spoilers. Espero que pueda disfrutar de la novela. Saludos y gracias por leerme.

Extraordinaria reseña. De Kafka leí muchos años atrás La Metamorfosis y algunos cuentos cortos, sin embargo, nunca he tenido la oportunidad de leer El Proceso.

Paradójicamente, esta novela se encuentra patéticamente vigente, pareciera que la justicia no ha logrado avanzar a pesar del tiempo transcurrido.

Gracias por compartir. Saludos

Es cierto lo de la vigencia. En cierta medida, Kafka logró "adelantarse" en sus ideas y de allí que la realidad haya alcanzado a sus ficciones, tras su muerte. Creo que es una lectura recomendable, más aún si ya conoce algo del trabajo del autor. Gracias por leerme. Saludos.

Fue un placer leer tu post sobre Kafka. Saludos

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