Albert Camus fue un novelista, ensayista, dramaturgo, periodista y filósofo francés, de origen argelino que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1.957, según la Academia Sueca por "el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad". Esos problemas están presentes en El extranjero, La peste, El mito de Sísifo, La caída y sus demás libros, los de ficción y los que no lo son; sin embargo, hoy no hablaremos de ninguno de ellos en particular. En esta ocasión, dejamos de un lado el análisis literario de sus obras, para concentrarnos en el análisis reflexivo y filosófico de apenas una de sus frases. Y es que esta línea da para hablar durante un buen rato:

"No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar."

El amor de pareja es apenas una de sus aristas

Si se lleva al plano romántico, al amor de pareja, lo que Camus quiere decir es que el amor no correspondido no es tan trágico como a veces, sobre todo en la adolescencia, nos puede llegar a parecer; porque si se ama a alguien, aún cuando esa persona no corresponda nuestros sentimientos, se tiene el consuelo de no experimentar la verdadera desgracia: no amar. El amor, como todos los sentimientos, nutre en primera instancia a aquel que los siente. Celos, ternura, envidia, admiración, rencor, respeto, cualquier emoción que se experimente, aunque sea producto de un estímulo externo (de otra persona) conlleva el padecimiento, o el goce, en la persona que los siente, no en quien los genera, o inspira.
Si una persona nos inspira amor, ese amor no está en el otro. Está dentro de nosotros. ¿Que quizás fue necesario un estímulo para despertarlo, para reconocerlo? está bien. Pero la capacidad de amar está en el amante, no en el ser amado. Visto así, amar sin correspondencia (en Venezuela decimos "enamorarse solo") es apenas una desventura según Camus y bien mirado, puede ser un triunfo. ¿Por qué? porque aquel que ama, ha aprendido, ha sentido, ha vivido. El joven que escribe cartas a un amor platónico o la joven que, en secreto, confiesa un amor idílico a las páginas de su diario, están creciendo, están madurando, están aprendiendo a amar, están evolucionando.

Albert Camus en 1.957

En el amor no se fracasa. Las relaciones, los matrimonios, pueden terminar, pero quien ha amado no puede considerar que ha perdido. Haber amado es haber ganado. Porque si cada "fracaso" representa una persona a la que se ha amado, a quien se le ha entregado tiempo, dedicación, respeto, voluntad, entonces a través de todas esas veces en que se ha acabado mal, se ha expandido el corazón y se ha aumentado la capacidad de amar. Si después de haber terminado una relación, la disposición de amar mengua, entonces sí podemos hablar de un fracaso; pero no por el término de la relación, sino por la falta de voluntad para seguir amando. Tomando como referencia una frase budista sobre la felicidad, pero cambiándola un poco, podría decirse que Miles de velas pueden encenderse a partir de una, sin acortar la vida de la misma. El amor no disminuye al ser compartido. ¡Al contrario! mientras más se ame, más amor habrá en el mundo. Y aunque casi siempre se habla del amor en términos de pareja, la persona que ama proyecta amor a todos y en todo. El que saluda a un extraño en la calle, ama. El que acaricia un perro, ama. El que riega las plantas y huele las flores, ama. El que cierra los ojos para sentir la fría brisa de la mañana, ama. El que entrega sus cosas, su tiempo, sus conocimientos, sin esperar retribución alguna, ama. Y de todo este amor nace más amor que, a fin de cuentas, es la energía que mueve al mundo. Y en un mundo de amor ¿quién puede ser más desgraciado que alguien que no ama? allí radica la sabiduría en la frase de Camus.

¡Ama!

Contemporánea con el Nobel escritor, la pintora Frida Kahlo dijo "Donde no puedas amar, no te detengas". Pensando en la frase de Camus y tras haber reflexionado un rato, tengo que protestar la frase de Frida, porque si la capacidad de amar está en uno mismo, no hay ningún lugar en el que uno no pueda amar. Entiendo lo que ella quiso decir, que no vale la pena perder tiempo en otra cosa que no sea amar, lo cual es una idea muy loable. Pero quizás ese mismo no detenerse escrito en su frase, esa prisa por migrar a otra parte, sea precisamente lo que impida desarrollar esa capacidad de amar en ese lugar. Yo diría más bien: "Ama sin detenerte" o algo así, aún no se me da bien lo de enunciar estas sentencias breves. Para cerrar lo de la tragedia de no amar, creo que no hay mensaje más claro entonces: ama. Y si no te corresponden, ama. Y si te lastiman, ama. Y si te vuelven a lastimar, ama. Ama a tu pareja, a tus padres, a tus familiares, a tus amigos, a tus enemigos, a los desconocidos, a las plantas, a los animales, ama los libros, el cine, la lluvia, la playa, la música, las estrellas... ámalo todo y a todos. Y si te cuesta, sigue intentándolo porque no hay una manera más hermosa de vivir.