En la ceremonia de los premios Oscar del 2015, competían por el gran galardón de la noche películas como The Big Short, Bridge of Spies, The Martian y The Revenant, por lo cual fue una sorpresa, incluso para los ganadores, cuando fue anunciado el triunfo de una modesta cinta, aunque excelente, que había obtenido apenas una estatuilla (Mejor guión original) de sus cinco nominaciones anteriores: Spotlight.

Póster Oficial

La película, dirigida y coescrita por Thomas McCarthy, cuenta la historia, basada en hechos reales (de hecho, The Boston Globe obtuvo el Premio Pulitzer por Servicio Público en 2003, debido a esta investigación), de cómo un reducido equipo de reporteros de investigación del famoso diario The Boston Globe destapó numerosos escándalos de pederastia cometidos a lo largo de décadas por sacerdotes católicos en el estado de Massachussets. La denuncia de personas e instituciones religiosas siempre ha sido un tema polémico, porque en muchos casos es inevitable debatir sobre el axioma principal de todas las iglesias: la fe. Y cuando se entra en ese terreno, la lucha es desigual, porque aquellos que tienen fe, afirman estar con Dios y por tanto los que actúan u obran en su contra, no sólo están atacando a una iglesia, sino a la divinidad misma y ¿qué puede el hombre contra Dios, Alá o Yavé? Sin embargo, lo importante de esta cinta es que claramente "ataca" las prácticas sexuales inapropiadas (e ilegales) de los hombres del clero y denuncia las instituciones que lograron encubrir dichas prácticas, pero en ningún momento cuestiona la divinidad.

El equipo de Spotlight

Al inicio, el escándalo no parecía ser mayor. The Boston Globe contrata a un nuevo director, Martin Baron, quien tan pronto como llega, se reúne con el equipo estelar de Spotlight, periodistas de investigación que escriben artículos de su elección y en lo que trabajan durante meses. Baron lee una columna de The Globe sobre un abogado, Mitchell Garabedian, quien dice que el arzobispo de Boston sabía de un sacerdote que estaba abusando sexualmente de niños y no hizo nada para detenerlo, así que sugiere al equipo de Spotlight investigar el tema.

Martin Baron

En principio, la iglesia católica y sus representantes intentan desestimar las investigaciones del diario debido al origen judío de su nuevo director, pero conforme la película avanza, se va descubriendo una madeja tan densa que el sacerdote investigado resulta ser sólo la punta del iceberg: la iglesia católica no sólo encubrió, sino que además re ubicó y protegió sistemáticamente a muchos sacerdotes que incurrían en el delito de abuso de menores. No sólo no los denunciaban, o castigaban, sino que en algunos casos, llegaron a promover a algunos de estos clérigos. Semejante descubrimiento toca profundamente a los reporteros, quienes se debaten entre la frustración y el profesionalismo: por un lado tienen entre sus manos una noticia "bomba", pero la noticia en sí es una información de manejo delicado; Boston es una ciudad altamente religiosa, católica sobre todo, y hacer una denuncia como esa puede trastocar, no sólo los cimientos de la iglesia, sino también la vida de toda la comunidad.

La portada del Blu-Ray

Spotlight no es una crítica gratuita a la religión, o a alguna iglesia en particular; trata sobre la libertad de expresión y el derecho a estar informado. En la misma tradición de Todos los hombres del presidente, o The Post, esta película de 2015 realza la labor fundamental que tiene el periodismo serio en el mundo de hoy: puede ser un escudo, o una lanza, contra los males de este mundo, vengan de donde vengan. La dirección de la película es genial, así como el guión y el montaje; tiene un elenco de primera, encabezado por Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams y Liev Schreiber, con un Stanley Tucci superlativo; y a pesar de ser un drama con una narración algo lenta, la tensión y la sorpresa están garantizadas cuando el trabajo de los reporteros da con inesperados hallazgos que revelan las dimensiones del monstruo que descubren al abrir el armario. Por todo esto, creo que Spotlight da para un 8,5/10 y es recomendable verla para analizar luego hasta qué punto puede la fe cegar al creyente y a quién deberían proteger realmente los "hombres de Dios". Cuando la absolución de pecados está en las manos de un pecador, nos preguntamos ¿quién confiesa al confesor?