Un Lago en el Bosque de Juno

in #spanish5 years ago (edited)

Un saludo a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.



Fuente

Un Lago en el Bosque de Juno

La unidad de Bruno había sido designada junto a otros dos pelotones a tomar posiciones en la orilla de un lago en Juno, una de las lunas de Cefeo, lugar hasta donde había sido rastreada una célula rebelde de este planeta, durante la noche dos naves furtivas dejaron caer las tres vainas en las que estaban contenidos los integrantes de los pelotones.

El objetivo de la operación era cortar la posible ruta de escape de los rebeldes, cuando por la mañana se iniciase el ataque sobre sus posiciones en medio del bosque. Debían fija seis cañones de plasma para atacar a los transportes blindados y pods de combate enemigos y detenerlos impidiendo su huida.

Las vainas de transporte se abrieron poco antes de la media noche, dejando salir a los treinta y seis soldados de infantería. Las vainas, un tipo de capsula con forma de bala, se trataban simplemente de contenedores con dos filas de asientos y espacio necesario para alojar a los soldados, ataviados con exoesqueletos y armaduras, junto a todo su equipo. Estaban diseñadas para ser lanzadas al agua a pocos kilómetros de la costa y una vez sumergidas, liberar sus seguros para luego abrirse como las vainas de guisantes, dejando entrar el agua y salir a los soldados que se desplazarían bajo el agua hasta llegar a la costa.

Bruno, un soldado más de uno de los tres pelotones asignados a la misión, avanzó usando los propulsores de su exoesqueleto, junto a los otros doce miembros de su grupo, su pelotón debía apostarse en la zona central de la playa, flaqueado por los otros dos pelotones, sin embargo, al empezar a emerger en la playa, el escenario era diferente a lo que habían esperado.

De alguna forma la operación había sido descubierta por los rebeldes, días después se sabría que existía un agente infiltrado en la oficina de guerra del ministerio de seguridad de Cefeo, quien se encargó de dar aviso de los planes.

Al momento de emerger y empezar a posicionarse, diez pods de combate empezaron a bombardear desde baja altura a los desprevenidos soldados, quienes aún no habían desplegado las armas de plasma, los pelotones fueron obligados a replegarse a la zona central de la playa donde resistieron el fuego de los pods durante varios minutos hasta que, desde el interior del bosque les empezaron a disparar ráfagas de bombas de plasma.

Las armaduras y exoesqueletos no pudieron resistir por mucho tiempo el ataque y uno tras otro los soldados fueron despedazados por las violentas explosiones, en la medida que lo escudos deflectores de sus armaduras iban cediendo ante los impactos.

Bruno, situado en medio de la masa de soldados amontonados, disparando sin ton ni son, a los pods que, primero los hicieron agruparse y luego les cortaron el escape, contó con la suerte de no ser alcanzado por los impactos de las bombas de plasma el iniciarse el bombardeo, mientras los cuerpos y el amasijo de partes de armaduras y exoesqueletos se amontonaban a su alrededor, imposibilitándole la salida y al mismo tiempo, por suerte para él, manteniéndolo parcialmente protegido de las explosiones.

Para cuando finalmente una bomba de plasma estalló justo sobre su cabeza, haciéndolo perder el conocimiento, el ataque casi había concluido.

Bruno despertó de su letargo, cuando su armadura liberó los seguros que la mantenían cerrada, al llegar su carga a nivel crítico, sentía zumbar sus oídos y palpitar su cabeza. Por suerte para él, los deflectores de su armadura, que casi no habían recibido impactos, pudieron resistir una explosión que, de no ser por ellos, le hubiera arrancado la cabeza y parte del torso.

Como pudo logró salir de entre los chispeantes restos de su armadura, lucía quemada y aboyada, pero aun entera, a su alrededor todo el suelo estaba manchado por charcos de sangre parcialmente seca, en la medida que la arena la había absorbido. Miembros y partes corporales aun embutidas en trozos chamuscados y destellantes de armaduras se encontraban esparcidos por todo el lugar.

Con excepción de Bruno, todos los infantes de los tres pelotones habían sido despedazados por los estallidos. Los pods y tropas de los rebeldes habían abandonado la playa dejando atrás aquella carnicería, para enfrentar el ataque que por otro flanco seria llevado por unidades aéreas y terrestres, leales al gobierno de Cefeo.

Bruno permanecería durante una semana a la intemperie en medio de los restos de sus compañeros caídos, fue encontrado cuando finalmente se rindió la célula rebelde y pudo ser retomado el terreno. Se encontraba deshidratado y completamente desconectado de la realidad.

Según contaría el mismo, algún tiempo después, sintió estar en una especie de transe, aletargado simplemente, morbosamente embelesado observando la matanza que allí había sucedido, permaneció sentado en el mismo sitio y la misma posición durante la semana que pasó en aquel lugar, sin comer, beber agua o dormir, simplemente observando fijamente día y noche aquel escenario.

Texto de @amart29 y arte digital de @xpilar, Agosto de 2019

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Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar

Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima



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