Historia de mi VIda

Nací en el torbellino de una nube de gas, los átomos que hoy me forman, son los restos de otros como yo, que vivieron miles de millones de años antes que yo, soy el resultado de millones de años y estaré aquí por miles de millones de años más, hasta el final de los tiempos.

Fuente

Mi vida es un constante cambio, una continua metamorfosis, en la cual he ido quemando etapas de mi propia existencia, hasta llegar a lo que soy hoy. He dado y quitado vidas, he creado y he destruido, he inspirado y he desesperado, he sido amado y odiado.

Por millones de años, el hidrógeno y helio que en algún tiempo fueron mis principales constituyentes formaron parte de una inmensa nube, que por efecto de la gravedad empezó a hacerse más y más densa, hasta que empezó a colapsar sobre si misma, en un monstruoso torbellino, en cuyo núcleo se me dio la vida, poco a poco mis átomos se fueron acercando más y más, hasta el punto en que el calor fue tan intenso que sus electrones salieron despedidos, este fue el momento de mi primera metamorfosis, de una masa de gas, me transforme en plasma, gas ionizado a grandes temperaturas, en el que los electrones se desprenden de los núcleos atómicos, ardía lleno de energía.

Poco a poco el torbellino se fue calentando más y más y yo fui creciendo en su centro, hasta que mi masa y temperatura fueron tan grandes y los átomos estuvieron tan apretados, que sus núcleos pudieron acercarse tanto que se empezaron a fusionar, generando inmensas cantidades de luz y calor, empecé a crear nuevos elementos, a realizar fusión nuclear. Me convertí en una magna bola de plasma, turbulenta y brillante, grandes llamaradas capaces de arrasar mundos, saltaban de mi superficie, mi brillo era blanco y majestuoso.

Fuente

A mi alrededor los materiales restantes de la nube, seguían girando agrupándose, chocando y despedazándose, para agruparse de nuevo. Cientos de mundos nacieron a mi alrededor, algunos tan grandes que casi fueron como yo, pero nunca alcanzaron el tamaño suficiente para empezar a arder y por el contrario empezaron a enfriase, otros tan pequeños que no eran más que guijarros que volaban a mi alrededor.

Mi calor calentó esos mundos, les di luz, les di energía…, les di vida. En uno de ellos crecieron criaturas, que se alimentaban de mi luz, que me contemplaron, que me adoraron y que en los últimos momentos de su vida me maldijeron y despreciaron.

Fuente

Cuando el combustible que te alimenta se acaba, debes buscar algo más que consumir para seguir viviendo, mientras el hidrógeno que una vez me formó y use para dar luz y calor, empezó a agotarse, mi una vez intenso color blanco. se fue oscureciendo, me fui tornando primero amarillo, luego naranja y finalmente rojo, todo mi hidrogeno se había transformado en helio, pero yo tenia que seguir siendo, tenia que seguir dando luz y calor como siempre lo había hecho, así que tenía que empezar a fusionar ese helio, como había hecho con el hidrógeno, en ese proceso fui creciendo indetenible.

Esa fue mi siguiente metamorfosis la una vez compacta bola blanca de intensa luz que fui, se convirtió lentamente en una gigantesca y furiosa orbe de color rojo que crecía indetenible producto de la creación de átomos más pesado como el carbono, el berilio y el oxígeno, mis capas externas se hicieron más y más grandes mientras mi núcleo se hacia más y más compacto y denso, en ese proceso acabe con lo que había creado, los pequeños mundos más cercanos a mi fueron devastados, arrasados y después devorados por mí, incluso aquel donde una vez fui amado y adorado.

Fuente

En el punto culminante de mi vida, mis capas externas se había expandido tanto que terminaron siendo expulsadas a la nada, despedí una inmensa nube de gas ionizado, de mi sólo quedo mi núcleo, desnudo, agonizante y patético, me estaba extinguiendo, esa fue mi última metamorfosis, él una vez enérgico y brillante astro que fui, dejo de existir, dejando en su lugar un miserable fantasma, diminuto, pálido, incapaz de fusionar átomos, enfriándome por la eternidad, hasta que mi luz y calor desaparezcan, hasta ser negro y frio como todo a mi alrededor, un triste y miserable fósil, que sólo espera hasta el fin del tiempo, impávido, inalterable, atemporal, un cadáver sin sepultura posible.

Texto original de @amart29, Barcelona, Venezuela, septiembre de 2018

Espero que este breve relato haya sido de su agrado, agradezco sus comentarios y opiniones.