Los mitos y las creencias suelen ser muy populares en las diversas culturas que tenemos en el mundo; hay personas que apoyan esas eventualidades e incluso, afirman que vivieron o en su defecto, alguien muy cercano lo vivió, siendo este el motivo por el cual dan fe de su existencia. Sin embargo, también están aquellos que bajo ningún concepto lo creen y, optan por hacer caso omiso a esas historias.

  Algunas de las eventualidades que despiertan las creencias y los mitos, es la festividad de Halloween, celebración que en los últimos 15 años se ha expandido masivamente a latitudes donde jamás se había tomado en cuenta y, lo que más a sorprendido de esto es que, quienes se unen a esta temporada, afirman que la Noche de brujas no es un evento mitológico, sino una historia aterradora que sucedió y se ha estado repitiendo.

  El Halloween representa una fiesta pagana que se ha expandido considerablemente en los últimos dos siglos porque, desde el año 1921, dejó de ser una festividad que solo se realizaba en el territorio europeo ya que, se extendió al continente americano, específicamente en Estados Unidos. Sin embargo, hoy día vemos que en otras latitudes han adquirido esta tradición como parte de su cultura y, aunque todavía hay bastante negación por parte de algunas personas, no podemos negar que la Noche de brujas cada año está más presente como celebración en gran parte del mundo e incluso, en Latinoamérica ya es muy común.

  Ahora bien, dicha fiesta pagana tiene muchas teorías que promueven su celebración porque, algunos la asocian con cultos religiosos que se llevaban a cabo en el pasado para recordar a los muertos pero, en otros criterios afirman que el Halloween representa la noche en que los espíritus salen para asustar o lastimar a las personas con quienes tienen asuntos pendientes.

  En lo personal, pienso que el origen de esta festividad solo tiene que ver con el recordatorio de los muertos pero, no puedo negar que en la actualidad ha cambiado considerablemente esta fiesta porque, la han llevado más a una tradición lucrativa donde las brujas, zombies, esqueletos, el truco y los dulces, tienen que ver ya que, todo ese mundo lo llevan a un escenario de fantasía con tinte de terror.

  No tengo ninguna creencia asociada con esta festividad pero, admito que me gusta dicha celebración. Desde pequeña he participado en celebraciones relacionadas al Halloween y, en ningún momento me enseñaron a verla como algo paranormal sino que, es un excelente día para jugar divirtiéndonos bajo la fantasía de ser una bruja, zombie, ver un gato hechicero o que hay casas embrujadas. Les confieso que, gracias a que no crecí viendo el Halloween como algo aterrador, soy fan de las películas de suspenso y, aunque estoy consciente de que existen cosas malas, pienso que esta fiesta pagana no tiene nada que ver con eso y, solo se desarrolla para divertirnos disfrazándonos de esos personajes espeluznantes que siempre hemos visto en el cine o caricaturas.

  Halloween para mi ha sido un día de mucha alegría porque, veo personas disfrazadas y disfrutando de un momento de fantasía luciendo como sus personajes de terror favoritos por lo tanto, jamás he tenido una experiencia paranormal este día. Cabe destacar que, constantemente he escuchado que asocian esta fiesta con la magia negra y lo respeto porque, cada quien tiene derecho a creer lo que considere correcto pero, desde mi punto de vista, este es un día común como todos solo que, tiene el sello de una fiesta con una temática que no es muy usual.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

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