Uróboros: La Caja de Pandora.

in WORLD OF XPILAR3 years ago (edited)

Hola, nuevamente, amigos. Hoy les traigo una narración inspirada en la imagen creada por @xpilar que dejé adjunta más abajo. Hasta ahora, todas sus ilustraciones son mi musa para escribir Uróboros. Le agradezco la iniciativa del concurso y a la Comunidad WORLD OF XPILAR.


A los que leen la historia por primera vez, les sugiero que pasen primero por aquí:


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Fuente

Uróboros: La Caja de Pandora

Izanami


Tengo trece años. Hace un día, mis padres y hermano murieron producto de que, cuando estábamos navegando, un portal se abrió y partió nuestro barco en dos. Un anciano vestido de astronauta apareció en una balsa y me trasportó a la sala de un lujoso palacio. «¡Mis padres! ¿Dónde están mis padres?—pregunté afanada»

—Ahora, todos están muertos, pero si obedeces a mi amo, podrás recuperarlos, niña. Esta oportunidad no es para cualquiera—dijo el anciano.

«¿Puedo recuperarlos?»

De unas escaleras de mármol, bajó un hombre con un parcho en su ojo izquierdo y vestido con túnicas doradas.

—Niña, hoy estás aquí para arreglar algo. A tus padres y hermano no les tocaba morir esta noche, pero alguien abrió un puente de Einstein-Rosen y alteró el curso de las cosas.

—Un portal—aclaró el anciano.

«¿Puedo recuperarlos?»

—Por cierto, mi nombre es Horus y él es Hermes —dijo el hombre tuerto.

—¡¿Mis padres están muertos?! —dije pasmada y caí de rodillas.

—¡Niña! —exclamó el anciano y me sujetó.

«Me ahogo»

Me desmayé.

Al abrir los ojos, estaba en una mullida cama y una anciana cuidaba mi estado. Mi cabeza daba vueltas, y se sentía como si hubiese despertado de una terrible pesadilla producto de haber comido mucho horas antes de acostarme la noche anterior

«Solo fue una pesadilla —pensé»

La anciana se percato de que desperté.

—Por fin despiertas, niña.

—¿Todo fue un sueño, verdad?—le pregunté mientras me estrujaba los ojos para aclararme la vista.

—¿Quién, que haya estado soñando, puede estar seguro de que despertó?

—¿Qué?—No entendí su respuesta, o quizá todavía estaba algo aletargada

«toc, toc» Tocaron la puerta y la anciana abrió. Horus pasó con la dignidad de un rey, vestido de un toga dorada y seguido por el anciano que me rescató.

—Levántate, niña. Ya has perdido mucho tiempo dormida. Debes despertar, tenemos mucho trabajo qué hacer —me ordenó Horus

—¿De qué habla?

Me arrepentí de haberlo preguntado. No quería que me recordaran lo que pasó

Sacó una katana y la puso en la cama, a mi derecha.

—Vamos a vencer a esos monstruos que asesinaron a tu familia, pero necesitamos que domines la técnica del agua.

—¿El agua? ¡Ni hablar! ¡No quiero saber de agua en lo que me queda de vida! ¡Mis padres están…!

El hombre me sujetó por el cuello de la camisa y me lanzó de la cama. Aparecí dentro del mar.

«Me ahogo»

Él estaba allí. Hundió mi rostro en el agua y estuve a punto de ahogarme, cuando aparecí en la orilla de la playa y Horus estaba de pie delante de mí.

¡Cof, cof!—tosí.

—Escúchame bien, niña. No tengo tiempo para tu autocompasión. Falta poco para que te encuentres con Benjamín y se abra el portal otra vez —dijo Horus y me pisó contra el suelo—. Sé que es difícil, pero te toca madurar

Me levanté del suelo, llena de arena. El atardecer, con su color amarillo, hacía que recordara el agua aquella noche. Me recordaba los ojos de la chica flotando. Me recordaba a mi familia.

Allí mismo, aparecieron como destellos cuatro chicos de mi edad, tres varones y una chica, y se pusieron en guardia.

—¡Okite iru! —dijo uno y me pateó en el estómago.

—¡Tatakai! —dijo el otro y me lanzó al suelo.

«Me ahogo»

—«Sí te caes siete veces, levántate ocho» —pronunció la chica con gafas repitiendo un viejo proverbio y me extendió la mano.

La sujeté y me ayudó a levantarme.

—Mi nombre es Abigail, pero dime Abby.

—Niña, a partir de ahora, serás mi hija. Igual que lo son ellos—dijo Horus—. Debes entrenar mucho, el futuro está cerca y debes estar lista —me miró de arriba abajo, como pensando en lo difícil que se le haría conseguirlo—. Que te mantengas con vida dos semanas u ocho meses, depende de ti, mi «pequeña monarca».

Las espigas en la arena se mecían pacíficas con el viento y, por fin empecé a sentirme en calma después de la tragedia que había vivido.

«Tengo una familia».

Los cinco entrenamos artes marciales como el jiu-jitsu, karate y judo, día y noche en aquella playa a partir de ese momento por varios años. Yo me especialicé en el kenjutsu. Me sentía una con mi katana. Mi hermana Abby y yo nos hicimos muy unidas

—Me voy a la universidad —me informó Abby mientras empacaba sus maletas—. Voy a estudiar psicología.

—Te voy a extrañar —le dije—. Sobre todo a tus proverbios. Siempre tienes uno para cada día.

—Espero que puedas salvar a tu familia—Me abrazó—. Hasta pronto. «Morfeo» me espera.

—¿Es la cosa esa del «inconsciente»1 de la que me hablaste?

—¡Oye, no lo digas de ese modo! —se quejó.

—Eso de que «los sueños nos guían hasta el camino para encontrarnos a nosotros mismos» me parece una idea genial—le confesé.

«toc, toc» Tocaron la puerta.

Abby abrió y salió de la habitación.

Entró la anciana que me cuidó.

—El señor te espera abajo—dijo la anciana Emma.
Abajo estaba Horus sentado en un mueble de madera.

—Es hora de que conozcas la técnica del agua, Izanami.

—No estoy segura de que cambiar las cosas sea lo correcto, señor—Me dolió admitirlo, los extrañaba mucho.

—Es normal que estés asustada. Has vivido recordando cómo murió tu familia y…

Lo interrumpí.

—No se trata de eso. Cambiar un evento del pasado lo alteraría todo. No estoy segura de que sea lo correcto.

—Lo entiendo. No estás aquí para salvar a tu familia, Iza —sacó un cilindro de oro con un grabado con extraños símbolos—. Estas aquí para salvar a la Tierra.

—¿De qué habla, padre?

—Esta es la «Caja de Pandora». Y es nuestra única esperanza, ya que, cuando cumplas veintiuno, el mundo, tal como lo conocemos, se acabará. La vida de todos está en tus manos, mi pequeña monarca. En ésta espada.

«El aleteo de una mariposa puede crear un tornado, ¿era así, Abby?»2

Me lanzó la katana y yo la tomé.

—De acuerdo, ¿qué debo hacer?

—Tomar aire.

—¿Qué?

Aparecí bajo el agua, con la katana en mano delante de tres cerros de piedra bañados en oro, tal vez el mismo oro del que habían hecho aquella «Caja de Pandora»3.

«Tres, como papá, mamá y Kagutsuchi»

«¡¿Qué se supone que haga, acaso romper la piedra?!»

«¡Debo pensar rápido!»

«¡Me ahogo!»


Glosario:
  • Inconsciente:1
    En psicoanálisis, forma parte de un estado psíquico desconocido para el nivel conciente.

  • Efecto mariposa:2
    Dice que la más pequeña perturbación en un sistema puede generar grandes efectos a mediano y largo plazo.

  • Izanami quizo citar al proverbio chino:
    «El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo»
  • Caja de Pandora:3
    Recipiente de la mitología griega que contenía todos los males del mundo y en cuyo fondo se encontraba la esperanza.


  • Amigos, como siempre, espero que hayan disfrutado la lectura. Mi mayor recompensa es entretenerles.¡Hasta la próxima oportunidad!

    Saludos

    Sort:  
     3 years ago 

    Excellent story, thank you @rennyelias

    ¡Hola, @xpilar! Me alegra que te haya gustado. Gracias a ti, por la inspiración.


    Hi @xpilar! I'm glad you liked it. Thanks to you, for the inspiration.

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    ¡Buenas noches Renny! Cada vez me gusta mucho más la historia. Parece que tanto Benjamín e Izanami quieren detener el futuro. Aunque también parece que sus planes se interfieren mutuamente.

    ¡Excelente historia como siempre! :D

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