Buenos días queridos amigos de este mundillo tan especial que me tiene no solo motivada y emocionada si no también comprometida, y eso me encanta.

Hoy quería chusmearles como pase mi primer fin de año fuera de Argentina.

Me considero una persona festiva, es decir, me gusta pasarla bien, divertirme, reírme mucho, comer cosas ricas, bailar, en fin… me gusta gozar de la vida y que la vida me goce.

Hace ya varios años que decidí pasar los fines de años con amigos y en algún lugar lejos de la ciudad, en contacto con la naturaleza. Pero sobre todo con amigos, con gente linda que tenga las mismas ganas de pasarla bien.

Estos últimos años fueron así, menos el ultimo. El 31 de diciembre de 2020 lo pase sola en mi departamento, con la nevera rota, se rompió ese mismo día.

Había intentado pasarla con mi mejor amiga y su familia, a la que putee hace unas semanas ¡ja! Sobre todo, porque su familia es un poco la mia, su hija es mi sobrina y como no podía pasarlo con mi familia de origen y mi sobrino de sangre (ya les contare esa historia) de alguna manera necesitaba que alguna familia me adoptara.

Bueno eso no sucedió, así que antes que pasarla en algún lugar donde no me iba a sentir cómoda, preferí pasarla sola, no voy a mentirles, no estuvo bueno, fue algo triste.

Pero si bien mi cuerpo estaba en Buenos Aires mi cabeza y mi corazón ya estaban en España, no tenia ganas de hacer nada, aunque me propusieran el mejor plan del mundo.

Entonces acepte que así eran las cosas, y respete lo que estaba sintiendo en ese momento, aunque me resultara triste.

Como cuesta a veces permanecer en la tristeza, atravesarla, quedarse con ella para ver que tiene para decirnos, para mostrarnos.

Mi tristeza me estaba diciendo que ya era momento de cambiar de hogar, de patria y sobre todo, ya era hora de cambiar de piel.

Mi cantante favorito Gustavo Cerati dice en una canción que es bellísima y que dice mucho si el lenguaje es otra piel, toquémonos más

Me encanta esa frase, siento que dice muchísimo,

Podemos tocarnos con las palabras como si fueran otra piel, la palabra te toca, me toca, te acaricia, me mima.

Cuando sos una persona a la cual las palabras le cuestan, decirlas, oírlas. Estas frases, estas canciones hacen mella y me impulsan.

Así que fue ese 31de diciembre del 2020 con la nevera quemada, pidiéndole al vecino que me guardara la ensalada rusa y el matambre en su heladera y cenando cual yankee a las 7 de la tarde que decidí que iba a ser el último que pasara en Argentina, por ende, en enero ya estaba sacando mi billete de avión hace España.

En un primer momento pensaba pasar fin de año en casa, Barcelona, en el centro donde vivo, ya que habíamos armado una serie de actividades para los huéspedes. Sin embargo, como no hubo mucha convocatoria, no se hizo.
Naty, una amiga que vive en Ibiza me invito a pasarlo con ella y yo no lo pensé un minuto.

A los pocos días saque el pasaje.

Mi amiga Naty merece un párrafo aparte. Naty y yo nos conocimos hace casi 6 años entrenando. Ella había vuelto de haber estado viajando por Europa por 6 meses, cuando volvió a la Argentina, volvió para juntar más dinero, dejar su vida en Buenos Aires y vivir su vida afuera junto a un italiano que la había enamorado.

Yo en cambio me había separado de una pareja con la que estuve muchos años y estaba con muchas ganas de viajar, pero claro pensar en viajar a Europa era un montón, en el fondo sentía que no era merecedora de tanto, que era demasiado para mi hacer ese tipo de viaje, que no iba a poder… que jodida es la cabeza cuando quiere.

Entonces Naty me impulso, casi sin conocernos me inyecto de entusiasmo y ganas y juntas planificamos su viaje y el mío.

Yo me iba por un tiempo a conocer Europa, a sentir la libertad, a vérmelas con la soledad y a sentir que podía, que podía eso y mucho más, que podía lograr todo lo que me propusiera.

Ella en cambio emigraba, se iba a sentir la libertad, a vérselas con la compañía de alguien, a sentir que podía eso y mucho más, que podía lograr todo lo que se propusiera.

Si hay algo que a Naty y a mí nos une aparte del gran amor que sentimos la una por la otra, es la sincronía, y ese respeto por la libertad individual de cada una. Aparte de las ganas locas de pasarla bien, Naty sabe gozar de la vida, para ella disfrutar, es cosa seria. Y yo cual esponja, absorbo, siempre estoy aprendiendo...

Puedo decir que tenemos una relación a distancia, ya que ella siempre estuvo en Europa y yo en Argentina, y ahora que estamos las dos en España ella está en Ibiza y yo en Barcelona, al menos achicamos la distancia.

Viajé el 30 hacia la isla bonita, había mucha gente en el aeropuerto, así que fui con tiempo.
Por suerte el día estaba hermoso, no hacía nada de frio. El viaje dura solo una hora, ¿no es increíble que en una hora no solo puedas estar en otra ciudad si no también en otro país dentro de Europa?

Naty y su reciente novio me recogieron por el aeropuerto. Y me llevaron a la casa donde me iba a hospedar, ya que ella tenía que trabajar por la noche.

El 31 la acompañé a trabajar, trabaja en un restorán muy bonito manejado por argentinos, me comí un choripán, muuuuy argentino y estuve leyendo un poco. Trabajando otro poco, en la casa no hay wifi, así que para poder escribir y publicar en steemit necesito hacer algunas gestiones, por eso estos días no he podido estar tan presente como me hubiese gustado.

Le dedicación y la preparación que le han puesto a la cena de fin de año me sorprende sobremanera, desde el menú, la gente maravillosa que nos acompañó, la música, la decoración y, sobre todo, las ganas.

no es la mesa mas linda que vieron?

el look del dia fue, un pantalon pata de elefante azul, con un body negro y una camisa, comoda y canchera, como me gusta a mi
gracias a mi estilista @belenguerra por el aporte.

Baile toda la noche, algo que mi cuerpo me estaba pidiendo a gritos, la comida estaba sumamente sabrosa, desde gambas, hasta mesa de quesos y fiambres, pasta con una salsa riquísima directa de Italia y un montón de otras cosas muy ricas.

Me acosté a las 6 de la mañana, fui la última en apagar la luz, algo que no suele suceder, ya que me considero una persona más bien diurna que nocturna, pero ¡tenía un hambre de fiesta¡

Al otro día, la acompañé a Naty al trabajo, y me dispuse a trabajar un poco en la red. De paso me comí un sándwich de chivito uruguayo que estaba ¡para chuparse los dedos!

Estoy feliz de haberme permitido venir, de haberme recargado de la energía tan linda que tiene esta isla, de conocerla en invierno. Hay una etapa que está llegando a su final, para que otra inicie, ¿cuál? No lo sé.

Pero me excita lo que está por venir,

Que muera lo que tiene que morir, para algo nuevo acontezca,
Dejar un vacío,
Confiar y seguir
Así siempre,

Con amor,

Sol