Soy Laura Darileth, una venezolana de la ciudad de Barquisimeto, la capital musical de mi país, donde el sabor de una buena arepa, se traduce, con un ¡Na'guara! una frase con la que nos reconocen más allá de nuestras fronteras, sobre mí, deseo contarles que tengo 24 años, estudio una carrera de humanidades, la cual me enamore como cuando te quedas dormido sin tanto esfuerzo y sin prisa, ser estudiante de leyes, me abrió la mente a nuevos horizontes puesto que antes quería estudia medicina pero mis oportunidades se cerraron así que cree mi propio camino, por otro lado también soy estudiante de diseño de modas, en este proceso, pude entender que las maravillas se unen tal cual letra y melodía componen una canción, así fue como el arte y las letras me han acompañado desde muy pequeña, recuerdo que mi primer dibujo a los 10 años fue inspirador, solo deje que papel junto con lápiz crearon garabatos con los que marcaría una similitud del mar con las olas, para aquel entonces no sabía lo que hacía, pero si lo que me hacía sentir, construía un refugio en mi mente donde la belleza y la empatía por la naturaleza crecería.

Debo decir que me encanta las novelas de romance así como historias de drama, terror y suspenso, porque en la vida muchas veces vivimos niveles, la realidad supera la ficción, el protagonista asume el reto o llora, siendo la protagonista de mi propio novela, he inventado mi historia con lugar feliz, más allá de que para crecer hay que entender, amar la lluvia aunque sintamos que nos estamos ahogando, sentir el Sol aún si nos estamos quemando, de eso se trata vivirlo todo a plenitud, con intensidad decir sí, sin mirar atrás, que si el camino se dificulta poder volar aunque sea una metáfora.

Hace dos años creé mi propia marca de ropa, que lleva por nombre Mclaut, la cual es la fusión del nombre de mi mejor amiga María Carrera y de esta humilde servidora, desde la concepción hasta su bautismo, ha sido un desafío, crear moda en mi país, es sembrar sin esperar cosechar, para eso significaba quedarse, luchar, soñar, amar, entender que coser cada sueño, representan hilos que construyen un imperio flotante, porque ser emprendedor, se traduce en ser resiliente, no dejarse vencer por las circunstancias aunque sean económicas.