En fin que el Ratoncito Pérez forma parte de la mitología Infantil, así como Santa Claus – Niño Jesús o el Coco jajaja. Y en ese sentido, no sé cómo habrá sido para los demás niños, pero en mi hogar acostumbrábamos a escribir cartas al Ratón Pérez.

Cuando a un niño se le cae algún diente, se acostumbraba a ponerlo debajo de la almohada y al despertar, había dinero en lugar del diente, pero en mi caso, creo recordar, y acabo de preguntar para cerciorarme, que en vez de eso yo lo dejaba en una cajita de fósforos y cerca de mis zapatos (supongo que para facilitar la tarea de búsqueda del ratoncito) obviamente bajo instrucciones de mi familia. Junto al diente, una pequeña carta escrita a mano, no por mí sino por uno de mis tíos, aunque yo siempre le dictaba lo que iría en la carta, aunque al día de hoy no recuerdo qué cosa le ponía jajaja.

Esta carta debía ser especial ya que, como era dirigida hacia un ratoncito, pues debía de ser pequeña, por supuesto con letras pequeñas. Y así quedaba, lo cual me sigue sorprendiendo hasta el día de hoy, cómo hacía para escribir tan pequeño. No recuerdo cuánto nos traía de recompensa por cada diente (aunque si lo recordara igual en este momento serían unos 0,0000010 bolívares jajaja) Lo cual incluso era un monto considerable, el cual generalmente usábamos para comprar dulces.

Con el tiempo uno se da cuenta que un ratón no puede hacer tal cosa y que los únicos que podrían hacerlo serían otras personas… Aunque es mejor que esta explicación la deje hasta aquí, para que descubran por sí mismos quién es el Ratoncito Pérez 😊
Muchas gracias si has llegado hasta aquí, espero te haya gustado mi experiencia.