Con esta cantidad de ingredientes se rellenan 2 pimentones de 250 gramos cada uno aproximadamente. Este detalle es muy importante porque al apegarte a estas cantidades que te indico en la lista de ingredientes, podrás estar seguro de que no faltará ni sobrará nada. A muchos les pasa, como a mí antes, que usan demasiado arroz y el relleno queda soso y abundante; el relleno debe quedar con mucha sazón y generoso de carne, o nuestros pimentones no servirán como plato principal.

Paso 1: Sazonar la carne

Lo primero que debemos hacer es sazonar la carne. En un bol, agregamos el ajo machacado, el orégano y solo 1 de las 2 cucharadas de sal. Amasamos hasta que todo se integre muy bien y agregamos el zumo de limón (que dejará la carne muy tierna). Reservamos y procedemos a picar los aliños.

Paso 2: Preparar el aliño

En una sartén caliente, agregamos la tocineta y la cebolla y dejamos que se cueza en su propia grasa. Cuando comience a dorar, agregamos el tomate y el perejil. Cocinamos por 2 minutos a fuego medio, hasta que todo esté cocido.

Una vez que el aliño está listo, podemos agregar la carne sazonada y el arroz crudo. Agregamos 1/2 cucharada de sal y revolvemos bien.

Inmediatamente, agregamos el agua y dejamos cocinar con la tapa puesta a fuego medio por 5 minutos, hasta que el arroz esté blando pero un tanto jugoso. Dejamos reposar hasta que esté tibio o frío (para que no cocine el huevo batido que agregaremos).

Paso 3: Toque extra + queso

Es momento de poner el toque extra delicioso a nuestro relleno. En un bol, batimos un huevo y agregamos la nuez moscada y la 1/2 cucharada de sal que nos queda. Yo le he puesto pimienta recién molida también porque en casa nos gusta mucho. También podemos agregar parte del queso al relleno. Todo esto ayudará a que compacte mucho mejor el relleno, haciendo su textura suave y muy agradable al paladar y, ademnás, no podrás creer cómo gana sabor.

Paso 4: ¡A rellenar!

Ya nuestro relleno está listo y es momento de completar la tarea.

Ponemos el horno a precalentar a 180 grados C o 300 grados F, con calor arriba y abajo mientras rellenamos nuestros pimentones.

Lavamos muy bien los pimentones y los cortamos a la mitad, a lo largo. Retiramos semillas y venas (para que no amarguen). Dividimos el relleno en 4 partes iguales, una para cada mitad. Y sin más miramientos, rellenamos.

Es importante que los pimentones quepan justos en la bandeja donde vayamos a hornear, para no correr riesgos de que se volteen mientras se hornean y se haga un desastre, sosa que puede ocurrir cuando trabajamos con pimentones grandes.

Para rellenar, debemos presionar con una cuchara, asegurándonos de que no queden espacios vacíos dentro de cada mitad. Luego ponemos un poco del queso gouda y del parmesano, lo cual hará el gratinado y le dará muy buen aroma, sabor y apariencia a nuestro plato.

Paso 5: Ahora sí, ¡al horno!

Déjalos hornear hasta que se dore la superficie, aproximadamente 1 hora. Si al pasar la hora, aún el pimentón se ve duro, déjalo más tiempo, hasta que veas que comienza a arrugarse en los bordes (por donde los cortamos). Los pimentones a veces son muy carnosos y si no están bien maduros, pueden tardar bastante en el horno; personalmente, a veces he tenido que dejarlos hasta 90 minutos, cuando uso el horno eléctrico. Todo es cuestión de observar los bordes y así sabremos cuando estén listos.

En casa nos gusta saborear el dulzor del pimentón, así que a penas comienzan a arrugarse los bordes, apago el horno . Si los quieres más blandos, no tengas miedo en dejar que se quemen un poco los bordes; ésa es la señal de que están bien blandos.

Nuestros pimentones están listos y el exquisito aroma ha llenado toda la casa. Una vez que estén tibios, ya el relleno estará firme y suave y será momento de servirlos y disfrutar. Nosotros los acompañamos con espárragos frescos salteados en aceite de oliva y pimienta, y con plátanos en almibar y canela, que le van de maravilla.