Cataclismo planetario (VII)

Día 4.

Una niña de unos 3 años estaba escondida en la despensa de su casa, alrededor suyo varios zombies se comían a sus padres, éstos, con anterioridad, al ver lo que estaba sucediendo en la calle, decidieron esconderla e intentar combatir a esos locos putrefactos que corrían como locos, la madre disparó con una escopeta pero éstos no morían, al final cayeron.

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Los zombies mordían y desgarraban los cuerpos de los padres de la niña, ella desde la despensa escuchaba todo lo que sucedía fuera con temor hasta que se le escapó un grito, lo que hizo que se dieran cuenta de su presencia y corrieran hacia ella para devorarla. Duró poco con vida, se la fueron comiendo mientras gritaba desesperadamente, la partieron en varios pedazos y no dejaron nada de ella, la sangre inundaba toda la habitación.
Mientras tanto, en la puerta del hospital, habían llegado los refuerzos policiales, eran tres unidades, salieron del coche, sacaron sus armas y fueron a buscar a sus compañeros, cuando llegaron los cristales del coche estaban rotos y ellos estaban muertos, o eso creían. Al comprobar el estado de los dos policías que llegaron primero al hospital, éstos se abalanzaron hacia sus compañeros y los atacaron, no tuvieron tiempo de huir y también fueron mordidos.
La población zombie aumentaba con una rapidez alarmante, allá a donde se mirara dominaba el caos, sangre y vísceras estaban esparcidas por todas las calles, gente corriendo por todas partes sin sentido, ya que estaba todo invadido, ahora la única premisa era salvar la vida.

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Las autoridades se dieron cuenta de lo que sucedía y decidieron mandar al ejército, no sabían exactamente cuál era el problema pero la insegurida en las calles era evidente, había que restaurar el orden de forma inmediata. Se dijo a los soldados que tuvieran especial cautela ya que se enfrentaban a algo desconocido por todos y que no dudaran en disparar si lo veían necesario.

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Para leer más:
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI