Cataclismo planetario (II)

Día 30.
Ése día marcó un hito negativo para la humanidad, hacía casi un mes desde el primer caso de contagio y ya había caído un diez por ciento de la población del planeta. El gobierno mundial se reunió de urgencia, ya se había intentado la vía médica para tratar de parar la epidemia mediante la elaboración de múltiples vacunas que consiguieran acabar con el virus alienígena, pero todo fue en vano, los resultados fueron catastróficos. La medicina había fracasado completamente, era algo desconocido y lo más letal contra lo que jamás se había luchado.

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Se vieron obligados a buscar otras vías para luchar. Tras múltiples reuniones se concluyó que había que buscar una alternativa más directa, demoledora y definitiva, ya que se temía por el futuro de la raza humana.
Se aprobó de forma casi unánime el uso de armamento nuclear en las zonas infectadas con el fin de acabar de forma definitiva con el virus y todos sus huéspedes humanos, solo pequeños sectores estaban en desacuerdo y no aceptaban estas medidas ya que las veían desproporcionadas. Extensas zonas del África Subsahariana fueron devastadas por las bombas sin importar que murieran millones de personas que aún no habían sido infectadas, pero se consideraba esto un bien común y necesario de cara al futuro.

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Múltiples aviones sobrevolarían la zona cargados con bombas y las arrojarían estratégicamente intentando no dejar a nadie con vida, la humanidad se mataría a sí misma de forma desesperada, ya se había diseñado incluso un plan posterior con el que descontaminar la zona afectada de la radiación que se llevaría a cabo en un territorio que ocupaba múltiples países.
Era ahora o nunca, la vida se jugaba a una sola carta y nadie sabía predecir las consecuencias que tan contundente plan traería consigo.

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Para leer más:
Capítulo I